La hermana de la Reina Letizia, condicionada por las humedades de su casa de La Moraleja
Telma Ortiz se ha visto obligada a mudarse de su casa, junto a su pareja Gavin Bonnar y la pequeña Erin
La ventaja de vivir alquilado es que, cuando surgen los problemas, puedes rescindir el contrato, buscar otra casa y evitar el calvario de las obras. Eso mismo es lo que le ha ocurrido a Telma Ortiz.
La hermana de la Reina Letizia, después de llevar un par de años, instalada en la que parecía la casa madrileña ideal para su familia numerosa, han tenido que mudarse. La vivienda adosada lo reunía todo porque era la casa elegida para establecer su nueva familia con su última pareja, el ex marido de la cantante irlandesa Sharon Corr, estuvieron casados desde el 2001 al 2019 y el matrimonio tuvo dos hijos. Con Gavin Bonnar, Telma Ortiz, tiene una hija, la pequeña Erin que significa Irlanda en gáelico, un bonito detalle con las raíces natales del padre.
En esa vivienda adosada en el Soto de la Moraleja, en la que han vivido hasta este verano y que tan bien conoce doña Letizia, la familia Ortiz-Rocasolano celebró los 70 años de la matriarca, Paloma. Una vivienda, justa de espacio porque cuando todos concilian se juntan seis, pero comodísima por estar en el extra radio de una gran ciudad y por la cercanía con un colegio internacional, lo que resulta perfecto cuando se tienen niños en edad escolar, como es el caso de la hermana de la reina y de su actual pareja.
En total entre los dos suman cuatro hijos, una joven que aporta Telma, los dos que suma él y el bebé que tienen en común. Una familia numerosa cuando se juntan todos e incluso, ahora que les falta el mayor de los hijos, al haber empezado este año la universidad en Inglaterra y que, por cierto, se ha decantado por las leyes, como su padre Gavin Bonnar.
Cuando han surgido los problemas domésticos, y las humedades lo son, no han considerado la opción de cambiar de barrio. De ahí que unas molestas humedades, les han obligado a dejar esa apetecible vivienda, pero no la zona residencial en las afueras de Madrid, porque se han instalado en otra promoción de adosados en el Soto de la Moraleja, muy cerca del colegio y de la que había sido esa primera vivienda familiar de los Ortiz-Bonnar.