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Carlos Alcaraz

Carlos Alcaraz: los gustos sencillos del tenista mejor pagado del mundo

Le gusta pasar tiempo con amigos en su Murcia natal, comer su querido durum, hacer senderismo, pescar y vivir en una modesta cabaña de madera

Carlos Alcaraz no solo ha alcanzado el puesto número uno en el ranking mundial, sino que también se ha convertido en el tenista mejor pagado del planeta. Con tan solo 21 años, Alcaraz ha acumulado 40 millones de euros en los últimos 12 meses, entre premios por victorias y lucrativos contratos de patrocinio.

Su meteórico ascenso no es casualidad. En 2023, Carlos consolidó su estatus como una de las figuras más prometedoras del deporte tras ganar el Abierto de Estados Unidos en 2022, una victoria que reafirmó su capacidad para competir al máximo nivel. De los 40 millones, aproximadamente 9,5 millones provienen de premios en torneos, mientras que los 32 millones restantes han llegado gracias a contratos con marcas globales como Nike, Rolex, BMW, o Louis Vuitton.

A pesar de sus abultados ingresos, Carlos se mantiene fiel a sus raíces humildes. Es común verlo en redes sociales compartiendo momentos sencillos con su familia y amigos, lejos de los lujos que podrían esperarse de una estrella de su calibre. Es un apasionado del fútbol, seguidor del Real Madrid, y no ha perdido el gusto por una buena comida casera.

Carlos Alcaraz con sus amigos

Sin embargo, no todo lo que gana se queda en su bolsillo. Alcaraz cubre los salarios de su equipo técnico, incluidos su entrenador Juan Carlos Ferrero, exnúmero uno del mundo, y otros miembros de su staff, que lo acompañan en sus constantes viajes por los torneos internacionales. Además, los impuestos y los costos de desplazamientos son otro factor que reduce considerablemente sus ingresos netos. Con una serie documental planeada por Netflix para 2025, que explorará su carrera y vida personal, la popularidad de Alcaraz solo sigue creciendo.

Carlos Alcaraz sigue siendo, en muchos sentidos, un chico normal con gustos sencillos y aficiones cotidianas. Aunque podría permitirse una vida de lujo, cuando no está arrasando en las pistas de tenis, Alcaraz prefiere volver a sus raíces en El Palmar, Murcia, donde reside su familia y se le puede ver disfrutando de actividades que cualquier joven de su edad disfrutaría.

El prodigio murciano, además de ser embajador de Turismo de la Región de Murcia-Costa Cálida, ha compartido en redes su amor por la naturaleza, colgando fotos de él haciendo senderismo en la Sierra Espuña o disfrutando del mar en kayak. Sin embargo, su lado más «terrenal» quizás se revela en una de sus aficiones menos esperadas: ¡el durum! Sí, esa deliciosa alternativa al kebab que Alcaraz devora sin remordimientos cuando no está en plena competición. Aunque su dieta es estrictamente controlada, un buen durum con los amigos en su querida Murcia sigue siendo uno de esos pequeños placeres que no puede resistir.

Además de su amor por el durum, Carlos lleva una vida que sorprendería a más de uno. Aunque desde los 14 años reside en la prestigiosa Academia Equelite de Villena, dirigida por su entrenador Juan Carlos Ferrero, Alcaraz vive en una modesta cabaña de madera prefabricada. Lejos de las mansiones que uno podría imaginar, su hogar temporal en la academia tiene todo lo necesario: una habitación, un saloncito con televisión, aire acondicionado y hasta wifi, pero nada más. Con solo 90 metros cuadrados, esta cabaña es perfecta para relajarse después de horas de entrenamiento. Aunque el lujo no es su prioridad, la cercanía a las playas de la Comunidad Valenciana, a tan solo 30 minutos, le da un toque especial a su refugio.

Exterior de la cabaña en la que Alcaraz vive desde los 14 añosEdición: Paula Andrade

Y cuando no está entrenando, Alcaraz aprovecha el tiempo libre como cualquier otro joven. Incluso cuando fue a Palma de Mallorca con amigos este verano, alquilaron un catamarán entre todos, demostrando que, aunque su nombre esté en lo más alto del mundo del tenis, sigue siendo uno más del grupo.

¿Y su rutina? Pues nada de dormir hasta tarde o caprichos exagerados. Alcaraz empieza su día en el gimnasio a las 9:30 de la mañana, dedicando más de cuatro horas diarias a su entrenamiento físico y en pista. Para mantenerse en forma, sigue una alimentación tan simple como eficaz: arroz, pescado y una peculiar pasta con crema de cacao 100 %, dátiles y aceite de oliva antes de los partidos.