La fiesta privada de la familia real griega con los Borbón tras la boda de la Princesa Teodora y Matthew Kumar

El 28 de septiembre, Atenas se convirtió en el escenario de una boda real muy esperada. Teodora de Grecia, la cuarta hija del fallecido Rey Constantino II, se unió en matrimonio con Matthew Kumar, un abogado estadounidense de ascendencia hindú. La ceremonia se llevó a cabo en la majestuosa Catedral de la Anunciación de Santa María, donde se reunieron familiares y amigos que viajaron desde distintos puntos del planeta para celebrar este acontecimiento.

Entre los asistentes, la Reina Sofía fue sin duda una de las más aclamadas. Su presencia era especialmente significativa, ya que regresaba al mismo templo donde se casó con el Rey Juan Carlos en 1962 y donde se despidió de su hermano Constantino el año anterior. Acompañada por sus hijas, las Infantas Elena y Cristina, y tres de sus nietos, Juan Valentín, Irene y Miguel Urdangarin, la Reina Sofía brilló con una felicidad palpable que iluminó el ambiente.

Pero tras la emotiva ceremonia, los recién casados decidieron concluir un fin de semana lleno de emociones con una fiesta de despedida. Este evento, un brunch exclusivo en el hotel One & Only Aesthesis, situado a 20 kilómetros de la capital, reunió a aproximadamente 150 invitados en un entorno idílico frente al mar. La revista Hola tuvo el privilegio de estar presente en esta celebración, que prometía ser tan mágica como la boda misma. El lugar, decorado con un gusto exquisito, brindaba un ambiente encantador. Las risas y los brindis resonaban entre los invitados, que disfrutaban de un festín gastronómico mientras compartían anécdotas y felicitaciones con los recién casados.

Las imágenes exclusivas de la celebración del brunch de despedida revelan momentos llenos de alegría y cercanía familiar. En una de las fotografías, Irene Urdangarin lleva un conjunto vaquero y una camiseta blanca y posa junto a su hermano Miguel y su primo Carlos Morales. También sale en su silla de ruedas la Princesa Irene de Grecia que fue vista firmando en el libro de recuerdos de la boda.

La Infanta Elena también aparece en varias instantáneas, luciendo su emblemático sombrero mientras comparte un cóctel con sus primos Alexia de Grecia y su esposo, Carlos Morales. Su risa y la calidez del momento reflejan la buena relación que hay entre ellos. Las fotos capturan momentos entrañables entre los recién casados y sus seres queridos, quienes disfrutaron de un ambiente acogedor y festivo.

La Princesa Teodora se mostró radiante, rodeada de sus sobrinos, los hijos de la Princesa Alexia y Carlos Morales. Y a pesar de que Juan Valentín estuvo presente en la boda, su ausencia en las imágenes del brunch deja un aire de misterio, ya que no se sabe si eligió no aparecer o simplemente no fue capturado por las cámaras dada su timidez.

La propiedad, que se extiende por 21 hectáreas de reserva forestal, ofreció un entorno idílico y tranquilo, alejado del bullicio del centro de Atenas. Con playas de arena blanca y amplias piscinas, los asistentes se sintieron como en un verdadero refugio. La revista citada destaca que muchos de los invitados decidieron quedarse a dormir en el hotel, aprovechando las lujosas instalaciones y el servicio de alta calidad que incluye restaurante, recepción 24 horas y wifi gratuito.

Aunque no sabemos con certeza qué platos se sirvieron en el brunch de despedida de Teodora y Matthew, podemos imaginar un festín digno de la ocasión, considerando la riqueza gastronómica que ofrece Manko Athens. Los ceviches vibrantes, típicos de la cocina peruana, podrían haber encontrado un lugar en la mesa, quizás fusionados con ingredientes locales para reflejar la riqueza del mar Egeo. Platos principales diseñados para compartir seguramente habrían sido la estrella del brunch, permitiendo a los comensales disfrutar de una variedad de sabores y texturas.