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El menú español que ofrecieron los Reyes Felipe y Letizia en la recepción del Palacio Real
Se convirtieron, un año más, en los mejores anfitriones del Día de la Hispanidad
El 12 de octubre está marcado en el calendario de la Casa Real como uno de sus días más especiales. Este año era doblemente significativo, ya que se cumplían veinte años de debut de la Reina Letizia en el desfile y diez del de su primogénita.
La Princesa Leonor volvía a marchar junto a su padre vestida con el traje de gala de guardia marina. Conocido como el 14 botones, este uniforme está compuesto por una levita azul marino y pantalón en el mismo color, además de camisa blanca, corbata, guantes y gorro en tono blanco, fue el atuendo adecuado para poder protegerse mínimamente de la lluvia.
A las once la mañana, los Reyes, acompañados de su hija, llegaban a la plaza Cánovas del Castillo, más conocida como plaza de Neptuno, y ocupaban sus respectivos lugares en la Tribuna Real tras saludar a las correspondientes autoridades.
La lluvia irrumpía con fuerza y se tuvo que cancelar el desfile aéreo, así como el salto del paracaidista, que este año iba a portar una bandera en homenaje al décimo aniversario del reinado de Felipe VI. Pese a ello, sí han podido realizar los salvas de los cañones, el izado de la bandera y el posterior desfile del resto de militares, 4.092 efectivos en total, entre ellos, los de la Legión, con la característica cabra como mascota.
Tras poco más de sesenta minutos, a mediodía los focos se han trasladado al Palacio Real de Madrid, donde los reyes y la Princesa Leonor presiden una recepción con las principales autoridades. El Rey, como hace cada año, ha cambiado su uniforme militar por un traje de chaqueta oscuro con corbata roja, a juego con el vestido con lazada de la Reina, y la insignia del Toisón de Oro en la solapa. Durante todo el tiempo que ha durado la reunión, Leonor ha estado muy pendiente de sus padres y ha llamado la atención su gran conocimiento de términos y vocabulario castrenses.
Tras un besamanos a más de 1.300 invitados, los asistentes ya se fueron relajando poco a poco por el Salón de Columnas, el Comedor de Gala y las otras salas adyacentes más pequeñas.
Los Reyes, como los mejores anfitriones, sirvieron un cóctel compuesto, tal y como apunta El Español, de vino español y canapés como tortilla de patata y jamón ibérico. A su vez, en el menú también se pudo degustar vasitos de gazpacho, croquetas de jamón y de queso de Cabrales, además de cazuelas de ensaladilla rusa. El punto fuerte lo puso el postre con bombones, trufas y pasteles variados. Además, el periódico también apunta que, mientras el Rey optó por una copa de Rioja, su mujer y su hija se decidieron por agua.
La próxima cita en la que veremos a la Princesa Leonor será el 24 de octubre en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Oviedo cuando reciba el título de alcaldesa honoraria de la ciudad, una distinción que ya obtuvo su padre hace 36 años. Además, se le hará entrega de la Medalla de la Comunidad Autónoma con motivo de su mayoría de edad que alcanzó hace casi un año.