Iván Espinosa de los Monteros: «No echo de menos la política. Mi relación con Abascal es correcta»

Volcado en sus negocios y lejos de la política, Iván Espinosa de los Monteros está cada vez más presente en la escena social madrileña. Este viernes acudió a la fiesta de la Cátedra Vargas Llosa, que se celebraba en la finca de El Jaral de La Mira, en El Escorial. Allí coincidió con el torero Cayetano Rivera, con la también expolítica Esperanza Aguirre, con Begoña Villacís o con Cayetana Álvarez de Toledo. Un cita por la cultura y la libertad.

–Estamos en un día de 'cultura y de libertad'.

–Sí, la verdad es que es una combinación inmejorable. La defensa de libertad que tanto ha protagonizado Mario Vargas Llosa y tanta gente que ha convocado hoy aquí en Madrid. Y la defensa de la tauromaquia, que creo que son nuestros signos de identidad y que tenemos que defender también hoy.

–Precisamente a Mario le echamos de menos. Está en Perú, no viene. Su hijo nos ha dicho que ya no puede viajar tanto. ¿Qué representa para usted la figura de Mario Vargas Llosa?

–Bueno, es una de las luces que ha estado alumbrando siempre por el camino de la libertad en Hispanoamérica, cosa que no ha sido fácil porque ha sido un continente que ha tendido muchas veces a ir por el lado contrario. Y Mario, aparte de un gran escritor, es un premio Nobel. Yo creo que ha sido, como digo, un un portador de la antorcha de la libertad, que ha generado luego consecuencias muy favorables y muy positivas en países donde han acabado llegando presidentes que lo están defendiendo.

–Ahora vamos a hablar de usted porque a punto está de bajar a torear. Sabía que era aficionado, pero no sabía que también sabía torear... con lo difícil que es.

–Yo creo que hay veces en la vida, y yo estoy en uno de esos momentos, en los que es mucho mejor ver los toros desde la barrera. Y eso es lo que he hecho y es lo que pretendo seguir haciendo... (risas).

–¿A qué se dedica en estos momentos Iván Espinosa de los Monteros fuera de la política activa?

–Yo me dedico al sector inmobiliario, que es a lo que me dedicaba antes, y he tenido la fortuna de volver a mi profesión con bastante facilidad y muy contento de volver a tener una actividad que también me llena mucho.

–Ya no está usted, tampoco su mujer, Rocío. ¿Por qué se ha ido, por qué ha dejado ella la política?

–Bueno, yo creo que ella ya lo explicó en su momento. Hay veces en la vida en la que uno toma decisiones, otras en las que las toman por uno; pero lo importante es que estamos los dos ya encaminados en el siguiente capítulo de nuestras vidas, pasando más tiempo con nuestras respectivas familias y con nuestra familia común. Y muy contentos trabajando juntos otra vez; y muy contentos con lo que estamos haciendo.

-¿Se arrepienten de su paso por la vida política y pública?

–No, en absoluto. Yo estoy muy orgulloso y muy agradecido del tiempo que he pasado por ahí. Estaba muy satisfecho mientras estaba dentro y ahora estoy muy satisfecho de estar fuera también. Así que, al contrario; muy agradecido y muy contento de haber pasado por él.

–Y su vida cotidiana supongo que habrá cambiado mucho, porque dedicado ahora a los negocios... ¿Cómo es ahora su día a día fuera de los respectivos parlamentos?

–Más relajado, más a gusto. Bueno, estamos todavía en pleno ajuste, sobre todo de Rocío, que se ha ido hace menos tiempo; pero la idea es que estamos dedicándonos a nuestra actividad con la misma intensidad con la que nos dedicábamos a lo anterior. Seguimos, obviamente, como es lógico, muy preocupados con lo que está pasando en España. Y muy atentos a todas las novedades; pero dedicando más tiempo a nuestra actividad y a nuestras familias que, como digo, también tiene mucha importancia.

–Su relación con el señor Abascal ¿cómo es?

–Es correcta.

–Y Rocío, ¿ha dado ella un paso atrás o le han dicho un poquito 'a la barrera'?

–No tengo mucho que añadir. Yo creo que lo que se ha visto ya está suficientemente claro. Y ahí no tengo nada que añadir.

Amable y educado, no quiso entrar en más detalles. Sí confesó, cambiando el tercio, que es muy admirador de Cayetano Rivera. Sentado en un tendido, disfrutó de la velada taurina y festiva un año más en Jaral de la Mira, Madrid.