Así es la Moncloa por dentro: los carísimos cambios que hizo Sánchez
El documental sobre el presidente pone de relieve sus gustos caros
A Pedro Sánchez no le ha quedado más remedio que colocar su documental en su periódico de cabecera, ante la negativa de varias plataformas y cadenas a emitirlo. Aunque el foco principal es la actividad política, el documental también pone atención a los cambios personales que Sánchez ha realizado en el palacio desde su llegada en 2018. Uno de sus primeros movimientos fue cambiar el colchón que usaba el anterior presidente, Mariano Rajoy, junto con otras renovaciones como la compra de un sofá de tres plazas, un cabecero de cama y una cama infantil para sus hijas. También actualizó el gimnasio, incluyendo una cinta de correr que costó alrededor de 2.000 euros.
Pero estos no son los únicos gastos que ha realizado en la residencia. En 2018, Sánchez gastó más de 41.000 euros en una mano de pintura para la residencia y reacomodar muebles de las zonas privadas, y 23.835 euros en reparar el estanque del jardín. Sánchez también solicitó la asesoría del Museo Reina Sofía para la decoración de Moncloa, exigiendo que se expusieran más cuadros de mujeres artistas en el palacio.
El Palacio de la Moncloa es un complejo de 158.000 metros cuadrados de suelo, ubicado en el distrito de Moncloa-Aravaca en Madrid. Este espacio alberga no solo la residencia del presidente del Gobierno de España, sino también edificios como el Consejo de Ministros, el INIA (Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria) y otros dedicados a funciones gubernamentales. La residencia privada donde vive el presidente y su familia está situada en la primera planta. Esta zona privada tiene aproximadamente 200 metros cuadrados, distribuidos en varias habitaciones. Según los informes, cuenta con ocho dormitorios, nueve baños, tres vestidores, y zonas comunes que incluyen un salón y áreas de descanso. Además de acceso a amplios jardines, un helipuerto, una piscina y otras instalaciones que forman parte del complejo.
Sin embargo, no todos los presidentes han considerado la Moncloa un hogar cómodo. En 2014, Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, confesó a Jesús Calleja que no le hacía mucha ilusión mudarse allí en caso de que su esposo llegara a la presidencia. En esa conversación, bromeó preguntando: «¿Hay opción de no mudarse?», lo que dejó entrever su poco entusiasmo por la idea.
Sin embargo, tiene una historia que se remonta al siglo XVII, cuando era una finca agraria propiedad del Conde de la Monclova. No fue hasta 1977, con la llegada de Adolfo Suárez, cuando se convirtió en la residencia oficial del presidente del Gobierno de España. Desde entonces, ha sido testigo de momentos clave de la política española, como la entrada de España en la Unión Europea y numerosas reuniones internacionales. El complejo, que abarca 158.000 metros cuadrados, incluye edificios como el Consejo de Ministros, el INIA y el edificio Semillas. Cada presidente ha dejado su impronta en la Moncloa. Felipe González pintó las estancias de blanco y construyó un búnker tras el intento de golpe de Estado en 1981. Por su parte, José María Aznar cambió la pista de tenis de Adolfo Suárez por una de pádel, su deporte favorito, aunque su esposa, Ana Botella, no fue muy entusiasta con la residencia, calificándola como «inhabitable para una familia normal».
Pero, si no te apetece ver el documental, tienes una opción mucho más divertida: apuntarte a la ruta guiada que el Gobierno ofrece desde 2018. Esta visita te permitirá pasear por los espacios más emblemáticos del palacio, ver dónde recibe Pedro Sánchez a los jefes de Estado y hasta entrar en la famosa sala donde cada martes se celebra el Consejo de Ministros.