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Nuria González y Fernando Fernández TapiasGTRES

Quién se ha quedado con la herencia de Fernández Tapias

La muerte del famoso empresario hace un año desencadenó desató un auténtico terremoto familiar por el reparto de la herencia

La muerte de Fernando Fernández Tapias marcó el inicio de una intensa batalla familiar por su herencia. A punto de cumplirse un año desde su fallecimiento (murió el 25 de octubre de 2023, a los 84 años) los conflictos internos de su familia siguen sin resolverse. Con una vida dedicada a los negocios, la navegación y la élite empresarial, fue un hombre de carácter fuerte, cuyo patrimonio se extendía por distintos sectores económicos, además de su reconocida afición por el fútbol como vicepresidente del Real Madrid y su rol en empresas como Unión Fenosa y OHL.

Su testamento desató un auténtico terremoto familiar. El poderoso empresario y naviero decidió desheredar a sus cinco hijos mayores, nacidos de sus matrimonios con Victoria Riva de Luna y Juana García Courel, argumentando «maltrato psicológico» como motivo para excluirlos de su herencia. Estos hijos, Fernando, Borja, Iñigo, Juan Carlos y Sandra, niegan rotundamente estas acusaciones y han mostrado su profunda decepción y sorpresa ante la distribución del patrimonio. Entonces, la fortuna del empresario quedó principalmente en manos de su tercera esposa, Nuria González, y sus hijos más jóvenes, Iván y Alma, lo que provocó una inmediata reacción por parte de los mayores.

Nuria González y su hijo Iván Fernández Tapias GonzalezGTRES

Según fuentes cercanas a la familia, los hijos mayores consideran la decisión de su padre injusta y sospechan que pudo haber sido influenciada por la situación de salud de Fernández Tapias en sus últimos años, cuando ya presentaba cierto deterioro cognitivo. Esta sospecha se ve reforzada por el proceso de incapacitación que un juez sentenció antes de su muerte, hecho que los mayores podrían usar como argumento para impugnar el testamento.

Uno de los puntos más polémicos es la gestión de los bienes más valiosos de Fefé. Entre los activos más destacados de su legado se encuentran valiosas obras de arte, con nombres de renombre como Picasso y Tiziano. Algunas de estas piezas habrían sido cedidas en vida a Nuria González y sus hijos menores, dejando fuera a los hijos mayores en el reparto de este preciado patrimonio. Además, la joya inmobiliaria de Fernández Tapias, su impresionante mansión en el exclusivo barrio de Puerta de Hierro en Madrid, ya estaba a nombre de su viuda antes de su fallecimiento, lo que la consolida como la principal beneficiaria. Sin embargo, los bienes del interior de la casa, que también tienen un gran valor sentimental y económico, estarían sujetos a lo que establece el testamento. Hasta el momento, según cuenta Paloma Barrientos en Vanitatis, el proceso judicial sigue en marcha, y aunque no se sabe si ya han impugnado el testamento, los hijos mayores aún tienen tiempo para llevar el caso a los tribunales.

Proceso de incapacitación

Uno de los puntos más controvertidos de esta historia es precisamente el proceso judicial que se llevó a cabo en 2020, cuando los cinco hijos mayores decidieron solicitar la incapacitación parcial de su padre. Según ellos, esta medida era necesaria para protegerle debido a su deterioro mental y físico. Sin embargo, esta acción fue interpretada por Fernández Tapias como una traición sin precedentes. Como explicó uno de sus amigos en un momento clave, «la traición fue muy dura y socialmente vergonzosa». El empresario, que siempre tuvo fama de ser inflexible y tajante, jamás perdonó a sus hijos por esta demanda, lo que resultó en un distanciamiento total de ellos. En el juicio, el juez decidió finalmente inhabilitar a Fernández Tapias parcialmente, confiando el manejo de sus finanzas a un tutor muy conocido: Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid. Este movimiento fue visto con recelo por los hijos mayores, que se sintieron excluidos y alejados de la esfera de poder de su padre.

Las tensiones familiares no se limitaron solo al ámbito legal. Algunos miembros cercanos a la familia han sugerido que hay testigos y pruebas que podrían confirmar la manipulación emocional que sufrió Fernández Tapias, aunque aún no se han hecho públicos estos documentos. La figura de Nuria González ha estado en el centro de estas acusaciones. La viuda ha sido señalada por los hijos mayores de haber aislado a su padre, impidiéndoles cualquier contacto significativo con él durante los últimos años de su vida. Incluso se relata que, en una ocasión, cuando algunos de sus hijos lograron visitar a su padre en su casa en ausencia de Nuria, Fernández Tapias se mostró confundido sobre la razón de su lejanía, culpando a su esposa al conocer que ella había sido quien supuestamente bloqueaba la relación.