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La Princesa Leonor y la Infanta Sofía, en una imagen de archivoGTRES

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La oración favorita de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía cuando eran pequeñas

El cardenal Rouco Varela recordó una anécdota de 2011, cuando coincidió con las hijas de Felipe VI con motivo de la visita del Papa Benedicto XVI a Madrid

Desde Carlos V, los monarcas españoles han estado unidos a la iglesia católica. De hecho, Felipe VI nunca ha escondido su condición de católico a la hora de la práctica religiosa familiar y de su presencia institucional. En una entrevista concedida a EFE por su cuarenta cumpleaños, el entonces Príncipe de Asturias aseguró que recibió el «sacramento de la Confirmación y lo recibí con mi conformidad. Soy creyente y cumplo los deberes religiosos lo mejor que sé y puedo».

Ejemplo de ello también es que hace ya diez años que encarna el título de «católica majestad» y así se lo ha transmitido también a sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía. Ambas recibieron el sacramento del bautismo y, años después, realizaron la comunión en el Colegio Santa María de los Rosales, donde han estudiado hasta los 16 años y antes de embarcarse en la aventura galesa del internado UWC Atlantic College.

Aunque se desconoce quiénes han sido sus preparadores ni cómo han sido sus catequesis, es lógico pensar que recibieron los mismos consejos que sus compañeros de colegio, con los que tomaron el sacramento de la comunión y, años después, de la confirmación. Conocedoras ambas de la eterna relación de la Corona con la Iglesia, se estima que la fe de las hermanas es incalculable.

El cardenal Rouco Varela puede ir más allá y afirmar que es así desde niñas. El que fuera presidente de la Conferencia Episcopal española ha dado conocer un curioso detalle sobre la formación cristiana de las hijas de Felipe VI y Doña Letizia. En un coloquio celebrado en el Real Casino de Madrid por el Instituto Karol Wojtyla-S. Juan Pablo II que conmemoró los 30 años de su toma de posesión de la Archidiócesis de Madrid, Rouco Varela recordó una simpática anécdota ocurrida en agosto de 2011.

El entonces Papa Benedicto XVI visitó la capital de España para vivir en primera persona la Jornada Mundial de la Juventud y Antonio María Rouco Varela se decidió a invitar a los entonces Príncipes de Asturias a que participasen. «Pedí que trajeran a las niñas para que me saludaran», comentó en referencia a la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, que entonces tenían cinco y cuatro años respectivamente.

La Infanta Sofía recibe la Confirmación arropada por su familia

Cuando lo conocieron, su madre, la hoy Reina Letizia, se dirigió a sus hijas y les pidió: «Decidle al señor cardenal cómo rezáis de noche». Las hermanas, entonces, según recuerda Rouco, «reaccionaron inmediatamente y comenzaron a decir: 'Jesusito de mi vida, tú eres niño como yo...». Y que sigue así: «Por eso te quiero tanto y te doy mi corazón / Tómalo, tuyo es, mío no».

Aunque no se trata de una oración incluida en el Catecismo de la Iglesia Católica, con casi total seguridad se puede afirmar que es la primera que cada niño aprende cuando es pequeño y desea acercarse a su fe. La letra menciona el crecimiento milagroso de Jesús, subraya la identificación con él y destaca la entrega de su corazón, que simboliza un gesto de amor único y genuino.