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Lalla Khadija, la hija de Mohamed VI que vive a la sombra de Moulay Hassan
La Princesa ha reaparecido cinco años después de su última aparición pública
Un débil Mohamed VI apoyado en un bastón obliga a Marruecos a dar explicaciones sobre su estado de salud
Mohamed VI pasea por París intentando zanjar los rumores sobre su posible ingreso
El presidente francés Emmanuel Macron inició el lunes un viaje de tres días a Marruecos, invitado por Mohamed VI como muestra de la mejora de las relaciones bilaterales. Con conversaciones centradas en el comercio, el cambio climático o la inmigración, el político y el soberano se reunieron en la residencia privada de este último en Rabat. Una recepción que llamó la atención no solo en ambos países, sino en el resto de reinos europeos.
Entre las personalidades que formaban la corte con la que Mohamed VI ha recibido en su casa al presidente estaba su heredero, Moulay Hassan, y sus hermanos, los príncipes Moulay Rachid y Lalla Meryem. Sin embargo, quien se ha llevado todas las miradas ha sido la que, según la prensa internacional, es la «sorpresa luminosa» de la monarquía alauí.
No es la primera vez que la Princesa aparece acaparando una portada de prensa. Cuando tenía tan solo 11 años, ya encabezó la publicación Femmes du Maroc bajo el titular de Una mirada al futuro. Ahora, con 17 años, parece que vuelve a ocupar el lugar público que le pertenece de nacimiento por ser la segunda hija de Mohamed VI. En su infancia, de hecho, era una cara visible de la monarquía y no dudaba en acompañar a su padre en distintos actos públicos.
Sin embargo, desapareció sin dejar rastro, como también lo hizo su madre, Lalla Salma, de la que el Rey se divorció en 2018. Que ahora vuelva a aparecer en la escena pública se ha visto como un gesto de compromiso y reconciliación con su familia. Y es que ya desde su nacimiento estaba destinada a triunfar. La Princesa fue recibida con 21 cañonazos y regalos extravagantes para todas las niñas que, como ella, llegaron al mundo el 28 de febrero de 2007. Los marroquíes expresaron su júbilo en plazas y parques públicos del país y firmaron sus buenos deseos para la recién nacida en libros de visitas dorados repartidos por todo el país.
Así comenzó el idilio de los marroquíes, a la que han apodado la «Princesa de Corazones». Su llegada al mundo también supuso un cambio de vida para 8.836 prisioneros, a los que su padre decidió indultar tras su nacimiento. Del mismo modo, y tal como ha publicado la NBC en diversas ocasiones, redujo la sentencia de otros 24.218.
A pesar de que no es heredera al trono, la Princesa ha recibido la misma educación que su hermano cinco años mayor y se ha formado en el prestigioso Royal College, ubicado dentro del palacio de Rabat. Según recoge Morocco Worlds News, es una «estudiante talentosa» con cierta inclinación hacia el teatro y políglota –habla árabe, francés, español, inglés, ruso y chino.
También ha recibido clases de Corán, piano y guitarra, y entre sus aficiones destaca la de viajar. Si bien se la ha visto de vacaciones en Nueva York y París, la familia tiene otro destino de vacaciones favorito: Grecia. Su madre Lalla Salma es una apasionada del país heleno y lleva allí a sus hijos con regularidad. La ingeniera de profesión sigue teniendo algunos de los privilegios de los que gozaba cuando estaba casada con Mohamed VI y la acompañaron, además de sus hijos, un séquito de 70 personas entre chefs, asistentes personales, mayordomos y personal de seguridad.
Los medios internacionales apuntan que esta nueva aparición pública de la mano de su padre podría responder a la voluntad del Rey por una «mayor cordialidad diplomática» y es posible que la Princesa asuma un papel de mayor visibilidad en un futuro junto a su padre y su hermano mayor. Pero siempre por detrás de ambos. Cabe recordar que no forma parte de la línea de sucesión al trono, ya que en Marruecos impera la Ley Sálica que prohíbe a una mujer reinar. Lo hará su hermano, Moulay Hassan, a quien su padre prepara con esmero para convertirse en un monarca digno del trono alauí.
El 17 de septiembre de 2018, cuando tenía 11 años, la Princesa les acompañó en su primera ceremonia oficial. El programa, dirigido por el Ministro de Educación, abordó la escolarización y las reformas educativas en Marruecos. Desde entonces, la Princesa ha estado presente en muchas otras ceremonias oficiales junto a su familia e, incluso, presidió una ceremonia de inauguración del vivario del Parque Zoológico Nacional de Rabat en 2019.
Como parte de sus funciones oficiales, la Princesa ya ha conocido y se ha reunido con multitud de líderes mundiales, así como miembros de la realeza de distintas monarquías europeas. Aunque se desconoce cuáles son sus aspiraciones futuras, está claro que su padre tendrá algo que decir al respecto.