El drama de un exconcursante de 'Gran Hermano': a punto de perder a su mujer y con su restaurante arrasado
Arturo Requejo abrió un restaurante en Létur (Albacete), uno de los municipios más afectados
Las consecuencias de la DANA han sido terribles. Hay distintos puntos de la geografía española que han salido perjudicados. Una de las zonas más afectadas es Valencia, pero en Albacete también se han encontrado cara a cara con la catástrofe. Un exconcursante de Gran Hermano puede confirmarlo: Arturo Requejo, quien participó en la edición número 11. En su día fue uno de los rostros más conocidos de Telecinco, de hecho llegó a vivir la experiencia de Supervivientes, pero hace unos años se alejó de la televisión y montó un restaurante en Letur, llamado Aloha. Este municipio apenas tiene 1.000 habitantes y la DANA ha arrasado con todo.
Arturo Requejo abrió un centro hostelero llamado Aloha. Su mujer, Tamara Vera, se encontraba allí cuando se desató la tormenta. Lo peor es que estaba acompañada de su hijo, un pequeño llamado Sua que sólo tiene 22 meses. El exconcursante de Gran Hermano ha estado aterrorizado, pues su familia no podía salir del restaurante. Estaban atrapados y por mucho que llamaban al 112 no lograban escapar.
Antes de la DANA, Arturo no se encontraba bien, tenía un dolor en la espalda y se fue a su casa a descansar sin imaginar lo que estaba a punto de suceder. Tamara Vera se quedó en el negocio. Estaba cortando lomo cuando descubrió que algo no iba bien. Fue entonces cuando se dio cuenta de que se había quedado atrapada con la tormenta, cogió a su hijo y pidió ayuda.
El Colegio Nuestra Señora de la Asunción se ha convertido en el centro de operaciones del pueblo. Los vecinos, invadidos por un espíritu solidario que marcará la historia de nuestro país, se han desplazado hasta allí para ayudar en todo lo posible. La mujer de Aturo Requejo ha decidido compartir la pesadilla que ha vivido para que todo el mundo tome consciencia de la gravedad de la situación.
«No podíamos salir y hubo un momento que pensé: ¡Ostras, estamos vendidos porque estoy se viene abajo!», ha declarado Tamara. «Cada vez estaba más nervioso, pero cuando salí de casa no me imaginaba la que había montada. Todo era frustración y nervios porque quería acceder a la parte baja del pueblo donde estaba mi mujer y mi hijo, pero no podía», añade Arturo.
Tamara Vera recalca que una parte de lo que ha sucedido ha sido fruto de la falta de previsión. También ha dejado claro que han salido adelante gracias a la ayuda que se han dado unos a otros. «Nos rescatamos nosotros mismos. Muchos vecinos se libraron por los pelos y han vuelto a nacer, pero se podían haber evitado muchos daños».
Siguiendo con este discurso, el diario El Mundo se ha hecho eco del testimonio de otro vecino de la zona que está indignado. No son pocos los que consideran que ha habido una mala organización por parte de las autoridades. «Todas estas cosas se pueden prever. Había que haber desalojado a la gente que vive en plena rambla, en el cauce del río. Si un helicóptero de rescate hubiese llegado a tiempo, se habría podido salvar el matrimonio que sigue desaparecido. Los equipos de rescate llegaron tarde».