El incierto futuro de Ivanka Trump, la 'otra primera dama'

La historia se repite. Donald Trump vuelve al despacho oval. Acaba de ser elegido como presidente de los Estados Unidos por segunda vez. Y la familia Trump lo celebra por todo lo alto. La victoria ha sido tan aplastante como esperada. Su ojito derecho —que es su hija mayor— está en el punto de mira informativo. Su nueva vida, lejos de la Casa Blanca, hace pensar que quizás no vuelva a la política activa, ni que ocupe un cargo, tal y como hizo en la legislatura anterior. Acaba de cumplir 43 años y tiene más de 7 millones de seguidores en su red social Instagram. Es millonaria, y feliz esposa y madre de tres hijos.

«La familia y los amigos lo son todo. Alimenta estas relaciones, regístrate y haz que la gente sepa que te importa». Como dice Esther Perel, «La calidad de tus relaciones determina la calidad de tu vida. Y perdona a la gente, te libera más que nadie», son dos misiones vitales, dos pilares, que Ivanka comparte en su perfil de Instagram a modo de referencia para la vida.

Ivanka es la heredera y colaboradora política de su padre, y está felizmente casada con Jared Kushner. Ambos ocuparon altos cargos en la Casa Blanca durante el mandato anterior, pero en estos momentos viven en Miami, volcados en la familia, con negocios en el extranjero y según parece, sin idea de regresar a Washington, el corazón político del país, de momento.

La hija que Donald Trump tuvo con su primera mujer, Ivana, fallecida en el año 2022, ha mantenido perfil bajo. Por ejemplo, no se dejó ver en el cierre de campaña en Míchigan. Sin embargo, sí que reapareció en la foto de la victoria en West Palm Beach en Florida. Vestida de terciopelo azul y muy elegante, aplaudió a su padre con orgullo.

En Florida

El matrimonio de Ivana y su marido dejó Washington en 2021, donde vivieron durante los cuatro años que duró el primer mandato de Trump, para poner rumbo al sol. Cambiaron DC por Florida y se instalaron en Indian Creek con sus tres hijos, Arabella Rose, Joseph Frederick y Theodore James.

En la lujosa urbanización de Miami son vecinos entre otros de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger, de Tom Brady y del dueño de Amazon, Jeff Bezos.

Ivanka lleva una vida muy familiar, se ocupa de su abuela y comparte aficiones y deporte con sus hijos. Sigue una intensa vida social en fiestas de alto copete con la compañía de su marido.

Es una chica lista y preparada por la Universidad de Georgetown. En el imperio Trump, Ivanka ocupó cargos muy importantes, lo que demuestra una vez más, que es la niña de sus ojos. No es una simple y rica heredera, sin más. Es ambiciosa y asume retos. Su paso por la política le convirtió en la mano derecha del hombre más poderoso del mundo y le abrió las puertas de lugares como el Palacio de Buckingham, o las cumbres del G20.

Su marido, Jared Kushner, dicen que fue el que llevó a su suegro a la Casa Blanca, en la campaña anterior. Un tiempo en el que fue el yerno perfecto, pues durante cuatro años ejerció como asesor del presidente al mando de los Estados Unidos. Un dato revelador: Trump —antes de salir de la Casa Blanca, en diciembre de 2020—, borró la condena de Charles Kushner, suegro de su hija, por delitos fiscales.

La joven pareja disfruta en estos momentos de una muy buena racha con sus inversiones millonarias en activos inmobiliarios. Un negocio que va mejor que nunca y que quizás les aleje del despacho oval.