El bonito regalo de Amalia de Holanda a los Reyes Felipe y Letizia

La princesa heredera del reino de los Países Bajos siente enorme gratitud por la Familia Real española tras su paso por Madrid, donde residió una larga temporada el pasado año.

Una gratitud que ha querido evidenciar con un original y significativo regalo. Ha donado un jardín de tulipanes para agradecer «toda la generosidad» que recibió en la capital de España. Un jardín que ya se empezó a cultivar este lunes en la Plaza de Oriente, junto al Palacio Real de Madrid.

Agradecimiento

Lo anunciaba la propia Casa Real de los Países Bajos mediante un comunicado en el que la princesa de Orange explicaba que con este regalo «quiere agradecer el tiempo que vivió en Madrid, donde después de ser amenazada por la mafia de su país, pudo continuar a distancia los estudios de Política, Psicología, Derecho y Economía que se vio obligada a interrumpir en Amsterdam».

Amalia de Holanda tuvo problemas en su país y recibió amenazas de la mafia. Una circunstancia que obligo a sus padres los Reyes de Países Bajos a tomar medidas extremas. Precisamente, su desplazamiento a Madrid, durante un curso escolar, fue una de ellas. En la capital de España disfrutó del anonimato que tanto necesitaba y entabló amistades sólidas con conocidas jóvenes de su edad cono Allegra Hohenloe y Alejandra Cortina.

Ambas familias reales mantienen una profunda amistad desde hace mucho tiempo. La Famlia Real Holandesa visita con frecuencia España para acudir a una cita muy simbólica para los Reyes Guillermo y Máxima como es la Feria de Sevilla. Pues allí se conocieron hace dos décadas.

Mensaje de la heredera

"Debido a circunstancias especiales, tuve el privilegio de residir un año en vuestro bello Madrid. La calidez con la que fui recibida propició que considerase Madrid mi casa durante un tiempo, por eso deseo mostrar mi profundo agradecimiento a Madrid, a sus habitantes y a todos lo que lo hicieron posible”, comenta en el mensaje la Princesa heredera del trono, quien explica que por eso «entrego a vuestra ciudad una pequeña muestra de las hermosas flores de los Países Bajos, para que luzcan en la bonita plaza de Oriente. Espero que aporten un poco de colorido extra a Madrid, sobre todo en primavera, del mismo modo que yo recibí toda la generosidad que me brindó la ciudad». Unas preciosas palabras llenas de gratitud.