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Javier Milei y su hermana Karina durante los juegos olímpicos 2024 en ParísGTRES

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«La jefa» Karina, la hermana pequeña de Milei que gobierna en la Casa Rosada

Él mismo reconocer que el verdadero control recae en manos de su hermana, que, desde las sombras, dirige con mano firme Argentina

En el escenario político argentino, Javier Milei se ha ganado un lugar destacado con su estilo inconfundible y sus propuestas radicales. Sin embargo, pocos saben que el verdadero motor de su vida personal y política es Karina Milei, su hermana menor. Aunque su nombre es menos conocido que el de su hermano, ella juega un papel fundamental en su entorno, ejerciendo un control sobre él que va más allá del ámbito personal. Es la secretaria general de la Presidencia, pero su influencia en la política argentina es aún más profunda de lo que su título oficial podría sugerir.

Karina, de 51 años, ha sido descrita como la persona que realmente «gobierna» en la sombra. Si bien Javier Milei es el presidente de Argentina, en varias ocasiones él mismo ha admitido que «reporta» a su hermana. En una de sus entrevistas, el presidente aseguró: «Uno siempre tiene que tener alguien a quien reportar. En mi caso, yo reporto a mi hermana».

Esta relación de poder entre ambos se refleja en el modo en que Karina maneja no solo la agenda de Javier, sino también las decisiones que afectan a su carrera política. En una reunión privada con empresarios, Milei explicó: «Es que ustedes no lo entienden, es Moisés». Es decir, su influencia sobre él es tan grande que es considerada la figura clave en las decisiones más importantes del país.

A pesar de su poder, la argentina se caracteriza por su perfil bajo. Pocas veces se la ve en público y menos aún se la escucha hablar. Su historia y sus decisiones, más que por su propia voz, se conocen a través de las revelaciones de su hermano y los testimonios de quienes la rodean. En el acto de asunción de Javier Milei como presidente, fue Karina quien acompañó a su hermano en todo momento, desde la jura hasta el desfile en el balcón de la Casa Rosada. Su presencia allí no pasó desapercibida, ya que fue ella quien lo escoltó.

Karina y Javier comparten una historia que va más allá del vínculo sanguíneo. Desde pequeños, crecieron en el barrio de Villa Devoto en Buenos Aires, en una familia de clase media, hijos de un conductor de autobús y un ama de casa. Ambos asistieron a la misma escuela católica y, a pesar de la diferencia de dos años de edad, su relación siempre fue muy cercana. Su hermana fue la que se encargó de gestionar la vida profesional de Javier desde sus inicios como economista y tertuliano en los medios. Fue ella quien se encargó de su patrimonio y quien le aconsejó sobre aspectos importantes de su carrera, desde la elección de su vestimenta hasta su imagen pública.

Los hermanos Milei junto a Emmanuel y Briggitte MacronGTRES

«La Jefa» de la Casa Rosada

En sus intervenciones, Karina se ha mostrado firme y decidida, un contraste con la imagen más emocional de su hermano. Un ejemplo de esto fue el momento en que juró su cargo como secretaria general de la Presidencia: «¡Sí, juro!» fue su respuesta rotunda, que sacudió la sala, mientras Javier, visiblemente emocionado, cometió un error al decir «desempañar» en lugar de «desempeñar». Su actitud segura y controlada se refleja en cómo gestiona no solo la agenda presidencial, sino la imagen política de su hermano.

El término «jefa» en el contexto de la política ha sido utilizado en varias ocasiones por Javier Milei, aunque sin connotaciones de poder político en el sentido tradicional. A pesar de su cargo de secretaria general, Karina tiene una influencia real en la vida de su hermano que va mucho más allá de su puesto. Es la gestora de su imagen, la que toma las decisiones detrás de las escenas. En la política argentina, a menudo se dice que «la que manda es Karina».

El presidente de Argentina y su hermana, en una imagen de archivoGTRES

Fan del esoterismo y la repostería

Karina estudió Relaciones Públicas e Institucionales en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), donde se recibió como licenciada en septiembre de 2001, según los datos del Registro Público de Graduados Universitarios del Ministerio de Educación Nacional. Esta formación fue clave para desempeñar su rol de Secretaria General de la Presidencia, donde maneja no solo la imagen pública, sino también la agenda política y profesional de su hermano, Javier.

A pesar de su importante cargo político, Karina Milei ha mostrado otros intereses personales, como la escultura y la pastelería. En 2020, su único emprendimiento personal era una pastelería llamada Sol Sweet, que funcionaba principalmente por encargos a través de Instagram. Además, en el pasado, fue copropietaria de una tienda de neumáticos, lo que resalta su espíritu emprendedor y su capacidad para gestionar diferentes tipos de proyectos fuera del ámbito político.

Y, aunque no es una figura pública en redes sociales, su presencia digital es más notoria en algunos espacios. Instagram y Facebook no reflejan actualmente muchas fotos o detalles de su vida personal, pero en X (anteriormente Twitter), donde se unió en abril de 2024, tiene una biografía clara: «Secretaria General de la Presidencia de la Nación». A pesar de su escasa visibilidad en redes sociales, su actividad en X muestra que se mantiene al tanto de los temas de actualidad y sigue teniendo presencia en el ámbito público.

Más allá de su perfil profesional, algunos rumores sobre la vida personal de Karina Milei han añadido un aire de misterio a su figura. Se ha mencionado que tiene una conexión con el esoterismo y, según algunos relatos, en su juventud hablaba con su perro muerto, Conan, lo que refuerza la idea de que su vida tiene un componente de misticismo.