Esta casa es una ruina: Carlos III cierra el palacio de Buckingham hasta 2027
Los trabajos de reforma costarán 369 millones de libras a los contribuyentes y todo apunta a que el Rey nunca se mudará allí
Siendo sinceros, el palacio de Buckingham nunca ha resultado demasiado acogedor ni del agrado de los Reyes Carlos III y Camila, quienes no se plantearon mudarse allí. El matrimonio ha continuado viviendo en Clarence House, aunque el Rey sí recibía las visitas de estado y mantenía su despacho en este edificio de 777 habitaciones y estilo neoclásico francés. El emir de Qatar será el último mandatario que pise las mullidas alfombras de Buckingham, el próximo 4 de diciembre, y posteriormente comenzarán las obras para una remodelación que se alargará hasta 2027.
Todas las visitas de estado posteriores a la de Qatar se celebrarán en el castillo de Windsor hasta la segunda mitad de 2027, cuando se espera que finalice la reforma que costará a los contribuyentes británicos nada menos que 369 millones de libras.
Los trabajos de reforma han obligado a Carlos III a desplazar su despacho privado del ala norte al que era el apartamento privado de la Reina Isabel II, la Suite Belga, situada en la planta baja.
Durante los próximos tres años, las salas más importantes del palacio se cerrarán gradualmente para realizar reformas, empezando por el Salón Blanco, el Salón de Música, el Salón Azul y el Comedor de Estado en el «lado del jardín» del palacio. El ballroom, donde tradicionalmente se celebran los banquetes de Estado, se renovará a continuación, seguido de las salas de Estado en el «lado cuádruple» del palacio, que incluyen el Salón del Trono y el Salón Verde.
Fuentes cercanas a los Reyes aseguran que están «muy cómodos» en Clarence House, la residencia donde vivió la Reina Madre y a pocos pasos del Palacio de Buckingham. «Sé que no es fan de 'la casa grande', como él llama al palacio», declararon. «No lo ve como un futuro hogar viable o una casa que se adapte a su propósito en el mundo moderno».
El Príncipe de Gales, que vive con su familia en Adelaide Cottage, en la finca de Windsor, y Anmer Hall, en Norfolk, también está de acuerdo en que el palacio no es adecuado para vivir en el siglo XXI.
Hasta la llegada al trono de Carlos III, el Palacio de Buckingham había servido como residencia oficial de los soberanos británicos en Londres desde 1837. Fue la residencia principal de la difunta Isabel II durante su reinado hasta marzo de 2020, cuando el confinamiento por el coronavirus la obligaron a mudarse al castillo de Windsor.