Qué hay detrás del sorprendente cambio de imagen de Amaia Montero
La cantante aparece irreconocible con un cabello mucho más rubio de lo habitual y cejas oscuras
Amaia Montero vuelve al foco mediático, pero esta vez no por un nuevo hit musical ni por declaraciones incendiarias, sino por algo completamente diferente: su impactante cambio de imagen. Y aunque el motivo principal de su reaparición es su participación en una causa solidaria, el debate se ha centrado en su renovado look. La exvocalista de La Oreja de Van Gogh ha sorprendido al público al donar una guitarra firmada para la iniciativa #GuitarrasSolidariasPorLaDana, promovida por Tony Aguilar. Este proyecto busca recaudar fondos para las familias afectadas por la DANA que azotó Valencia y sus alrededores. Con un mensaje escrito a mano en el instrumento –«Con todo mi cariño»–, Amaia dejó su firma y un corazón que simbolizan su apoyo a la causa. Sin embargo, lo que más ha captado la atención no ha sido su noble gesto, sino la imagen en la que posa con la guitarra.
En la fotografía, Amaia aparece irreconocible para muchos: cabello mucho más rubio de lo habitual, cejas oscuras que contrastan con su tono de pelo y una piel tan suave y perfecta que parece haber sido retocada digitalmente. La instantánea, que rápidamente se viralizó, ha generado una avalancha de reacciones en redes sociales. Desde comentarios incrédulos como «¿Pero esta es Amaia?» hasta críticas sobre el enfoque en su apariencia, la conversación no ha parado. Algunos seguidores lamentaron que, en lugar de destacar el gesto solidario, se haya desviado la atención hacia lo superficial. «Siempre igual, criticando lo que no importa», protestó una fan.
«Desde la punta de la nariz hasta la barbilla parece claramente retocado con inteligencia artificial», asegura José Noblejas, experto en redes sociales. Según el especialista, la textura uniforme de su piel, la ausencia de líneas de expresión y las cejas perfectamente definidas son señales inequívocas de edición digital o procedimientos estéticos como microblading. Además, hay aplicaciones como FaceApp o Photoshop, que permiten realizar transformaciones faciales sorprendentes.
Sin embargo, hemos querido comprobar el cambio por nosotros mismos y hemos rescatado una fotografía de 2018 en la que se muestra al natural, sin retoques digitales. En esta imagen, la cantante luce un estilo elegante y sobrio: un vestido negro ajustado, tacones y un maquillaje que enfatiza sus ojos con delineado oscuro y sombras marcadas. Su cabello, con ondas sueltas y un tono rubio ceniza, completa un look que transmite autenticidad. El rostro, sin filtros ni ediciones, muestra las texturas naturales de su piel, realzando una belleza cuidada pero genuina. La comparación con su imagen más reciente deja en evidencia un cambio evidente, no solo en estilo, sino también en el uso de herramientas digitales. En la nueva fotografía, el contraste es marcado: un look mucho más relajado y jovial, con un jersey amarillo vibrante que roba toda la atención. Sin embargo, lo más llamativo es la piel impecable, casi de porcelana, y los rasgos estilizados que sugieren el uso de filtros o retoques profesionales. Incluso el maquillaje, más ligero y natural, se ve complementado por una iluminación favorecedora que refuerza la perfección de la imagen.
En resumen, mientras la fotografía de 2018 muestra a una Amaia Montero más natural y elegante, la imagen actual nos presenta una versión estilizada y modernizada, probablemente retocada digitalmente. Aunque su gesto solidario debería ser el verdadero protagonista, el debate sobre su cambio de imagen ha abierto una conversación interesante sobre cómo la tecnología y las aplicaciones de edición han transformado la forma en que proyectamos nuestra imagen al mundo. Lo que está claro es que Amaia, con o sin retoques, sigue siendo un tema de conversación fascinante.