¿Cuál es el color real de la capa que lleva la Reina Letizia en su retrato?

El abrigo capa con el que posó la Reina Letizia ante el objetivo de Annie Leibovitz ha sido, sin duda, uno de los detalles más comentados de los nuevos retratos. Una capa de gala en seda tafetán, creada en el taller de Balenciaga en Barcelona en 1962. La pieza proviene de una colección privada con sede en Sabadell, la Fundació Antoni de Montpalau. El color ha quedado un tanto desvirtuado en la obra. El director de la fundación insiste que es «frambuesa y no roja y es una pena que no se vea completa, porque tapa casi la cabeza».

La capa abrirá una exposición sobre Balenciaga en Milán, que se inaugura el próximo mes de febrero. «Se trata de un abrigo capa, una pieza más importante, en realidad, que el vestido», ha explicado este jueves a EFE Josep Casamartina i Parassols, creador y vicepresidente de la Fundación que gestiona la colección Antoni de Montpalau. Una capa con dos aberturas laterales que deja al descubierto el antebrazo, «habitual en aquella época para que la señora que la portara los cubriera con guantes».

No es la primera vez que se expone este conjunto de noche compuesto por vestido beige y abrigo capa, datado en 1962, de raso en seda salvaje fucsia, ya que el Museo Thyssen también lo exhibió durante la exposición 'Balenciaga y la pintura española', en 2019, en la que la pieza dialoga con dos cuadros de Francisco de Zurbarán 'Santa Casilda' y el de 'Santa Isabel de Portugal'.

El conjunto -detalla Casamartina- tiene una historia singular. Balenciaga lo confeccionó para la condesa de Torroella de Montgrí y marquesa de Robert, María del Carmen Ferrer-Cajigal de Robert, para la boda de don Juan Carlos y Doña Sofía en Grecia.

El vestido negro, palabra de honor, en tul de seda drapeado sobre faya de seda, de corte sirena que ha lucido la reina en la fotografía realizada en el salón Gasparini del Palacio Real, para la colección del Banco de España, perteneció a Maria Junyent, hija del pintor, escenógrafo y coleccionista Oleguer Junyent, «amigo y vecino de Balenciaga durante su etapa en Barcelona», indica el experto en vestuario.

Un vestido que ha sido expuesto en el Museo del Traje durante la muestra 'La edad de oro de la alta costura' (2010) y también en el Museo Balenciaga de Guetaria 'Balenciaga y la alta costura en Barcelona' (2013).

«Está datado en 1948 cuando el maestro comenzó a hacer ese tipo de drapeados, pero la forma del traje ya coincide con los diseños del años posteriores de 1949 a 1952», señala Casamartina, haciendo referencia a otros diseños del creador similares a este.

Casamartina explica que la consolidación de la de la costura barcelonesa llegó con el establecimiento de Pedro Rodríguez en 1919, además de la apertura de una tienda de Lanvin en 1920 y la Exposición Internacional de 1929, y se consolida con las convocatorias de la Exposición del Arte del Vestir y Salón de Creaciones iniciadas a partir de la primavera de 1935.

«Cristóbal Balenciaga se estableció en la ciudad condal ese mismo año. La guerra civil española truncó sus planes, al tiempo que le proporcionó la ocasión de dar el salto definitivo a París».

El vestido y el abrigo capa se volverán a exhibir en 'Balenciaga 'Shoes from Spain Tribute', para la que la Fundación Montpalau ha prestado otras ocho piezas, con el que la Federación del Calzado quiere rendir homenaje al maestro en el Palazzo Morando de Milán, uno de los edificios históricos de la ciudad milanesa, situado en el conocido como cuadrilátero de la moda.