La nueva vida de la familia Al Asad en el Moscú más lujoso
Todo apunta a que se han instalado en las relucientes torres del barrio Moscow City, un exclusivo distrito comercial
De momento, no ha trascendido ninguna imagen de ellos ni han sido vistos desde que los rebeldes tomaron Damasco el pasado fin de semana. Bashar al-Asad, de 59 años, su esposa británica Asma, de 49, y sus tres hijos; Hafez, Karim y Zein han comenzado una nueva vida vida en Moscú. Según el Kremlin, Putin les concedió asilo en Rusia por «razones humanitarias».
Sus planes exactos no están claros, pero es probable que los Asad se instalen en las relucientes torres del barrio Moscow City, un distrito comercial en el oeste de la capital rusa, donde la extensa familia del exdictador posee hasta 20 apartamentos. Allí nos les faltará de nada, pues es una de las zonas más exclusivas de la capital.
Moscú y Damasco son socios desde los tiempos de la URSS. Asad ha sido un visitante habitual de Rusia desde el inicio de la guerra civil siria en 2011. Ahora la familia estará más cerca del primogénito Hafez, de 24 años, que ya residía en Moscú donde ha cursado la carrera. En la Universidad Estatal de Moscú, presentó su tesis doctoral en matemáticas, el mes pasado. Redactada en ruso, concluyó con elogios a los «mártires» que habían ayudado a defender el régimen de su padre.
Se cree que Asma, a quien le diagnosticaron leucemia en mayo después de superar un cáncer de mama previo, llegó a Rusia con sus otros dos hijos, Karim, de 21 años, y Zein, de 22, dos días antes de que su marido huyera de Siria.
Según Global Witness, un grupo anticorrupción, entre 2013 y 2019, los familiares de Asad, incluidos sus primos, compraron propiedades en el prestigioso distrito de la ciudad de Moscú por un valor total de más de 30 millones de libras. Se dice que el dinero fue sacado de Siria por una poderosa familia encabezada por el tío de Assad, Mohammed Makhlouf.