La Infanta Elena: del barrio madrileño en el que vive al motivo por el que no se ha vuelto a enamorar
La biógrafa francesa Laurence Debray traza su retrato más íntimo con motivo de su 61º cumpleaños este viernes
Lejos del ruido mediático y con su característico perfil bajo, la Infanta Elena sigue llevando una vida tranquila. Este viernes cumple 61 años y lo celebrará de una manera íntima, de una forma muy diferente al diciembre pasado cuando reunió a toda su familia, incluidos los Reyes Felipe y Letizia y el Rey Juan Carlos, en el restaurante Pabú de Madrid.
Aunque rara vez habla de su vida personal, la biógrafa francesa Laurence Debray, muy amiga de su padre, ha sido quien ha revelado algunos detalles para la revista ¡Hola!, ofreciendo un vistazo cercano a su vida. Compartieron confidencias y risas el pasado octubre en Sangenjo.
Debray recuerda a la Infanta de pequeña como «una niña guapa, bien peinada, perfectamente vestida, con una mirada decidida y traviesa», un encanto que ha evolucionado en una figura atlética «que genera envidia». En su día a día, es todo menos relajada: lidera proyectos sociales en la Fundación Mapfre y se entrena en las caballerizas cuando no está en algún evento benéfico. Además, vive en un tranquilo apartamento en el barrio del Niño Jesús, disfrutando de su independencia mientras se mantiene plenamente comprometida con su familia y sus responsabilidades.
Aunque su trabajo la mantiene completamente ocupada, la biógrafa revela que su mayor pena sigue siendo la distancia con su familia. A pesar de la cercanía con su madre, a quien ve todas las semanas, el distanciamiento de la Casa Real es un aspecto doloroso en su vida. «Tiene un pie dentro y un pie fuera», describe la autora.
En cierto modo, su rol dentro del organigrama oficial se hizo evidente cuando ocurrió la tragedia de la dana. Dispuesta a estar presente, quiere viajar a Valencia, pero, claro, está a espera de la autorización de la Casa Real. Mientras tanto, no se quedó de brazos cruzados: donó un millón de euros a través de la Fundación Mapfre y, junto con su hija Victoria Federica, participó en una subasta benéfica para la Casa Caridad de Valencia.
Sus planes de Navidad
Una vez más, la Infanta Elena se verá obligada a dividirse entre dos celebraciones familiares. Este 24 de diciembre, comenzará las fiestas junto a su madre, la Reina Sofía, en el Palacio de Zarzuela, donde se prevé una celebración tranquila y familiar. Y como manda la tradición real, el 25 de diciembre, toda la familia, incluidos los Reyes y las Infantas, acuden a misa en la capilla de Zarzuela, un momento de solemnidad y unión, como si las fiestas no fueran ya lo suficientemente ajetreadas.
El Año Nuevo será diferente: Elena tiene pensado volar hasta Abu Dabi para pasar el comienzo de 2025 con su padre, el Rey Juan Carlos, quien no podrá estar en España.
Soltera
La Infanta Elena arranca sus 61 soltera. Y no es que no haya tenido oportunidades, pero parece que las razones para no volver a enamorarse van mucho más allá de una simple decisión personal. En primer lugar, su firme convicción religiosa juega un papel esencial. Como mujer profundamente devota, el matrimonio es un compromiso sagrado, y después de su experiencia con Jaime de Marichalar, no parece que quiera repetir la historia.