La historia de 50 años de amor de 'los jefes de Mercadona': así se conocieron

Mientras la clase política se despellejaba por la pésima gestión de la dana en Valencia, el empresario Juan Roig se calzaba en silencio las botas de agua para pisar el barro y conocer el destrozo en primera persona. Infundió ánimo a sus paisanos, quienes le agradecieron una y otra vez el gesto. Además del apoyo moral, el presidente de Mercadona también echó mano al bolsillo para realizar una donación millonaria. Marina de Empresas, el ecosistema emprendedor impulsado por Roig, ha repartido un total de 35 millones de euros a fondo perdido a un total de 4.600 negocios, tanto empresas como autónomos.

Y con razón, mientras los políticos, da igual el partido y el color, entraban en la catedral de Valencia para el funeral por la puerta de atrás, Roig accedía por la principal acompañado, de los aplausos y vítores de los ciudadanos.

Trabajador infatigable, Roig no solo puede sentirse orgullo de su carrera profesional, sino también de la familia que ha formado junto a Hortensia Herrero, con la que se casó en 1973 en la Iglesia Castrense de Santo Domingo de Valencia. Luego nacieron sus cuatro hijas; las mellizas Hortensia y Carolina, Amparo y Juana.

«En el primer aniversario de boda le pedí a mi marido un cuadro», declaró Hortensia en una entrevista con Las Provincias. Apasionada del arte, realizó su primer dibujo con 12 años, de la mano de su profesor Manuel Sigüenza. Tenía apenas 16 años cuando firmó su primer óleo. Este 2024 vio su sueño cumplido con la inauguración del Centro de Arte Hortensia Herrero (CAHH). Reúne obras de artistas como Andreas Gursky, Anselm Kiefer, Georg Baselitz, Anish Kapoor o Mat Collishaw,

La esposa de Juan Roig ha invertido 40 millones de euros en este proyecto, que incluye la restauración del Palacio Valeriola, la creación de un edificio nuevo en la calle San Cristóbal y la compra de pinturas y esculturas.

En su juventud

Juan Roig y Hortensia Herrero se conocieron a principios de los años 70 en las aulas de la Universidad de Valencia. Él era el hijo de los dueños de una tienda de ultramarinos y ella, de un teniente coronel del Ejército de Tierra. Juan Roig siempre se mostró como un alumno torpe sin demasiado apego a los libros hasta que conoció a Hortensia Herrero. «Fui un estudiante regular hasta que llegué a la Facultad de Económicas y tuve la suerte de conocer a Hortensia. Era mucho más estudiosa que yo y eso me motivó a estudiar más si quería salir con ella. Aquí pasé de ser un estudiante regular-flojo a un estudiante regular-bien», comentó Roig, en el pasado, al hablar de su mujer.

Jóvenes, ambiciosos, con ganas de trabajar y comerse el mundo, compartían libros y apuntes en la carrera de Economía.