El espectacular diamante que nunca podrá usar la Reina Letizia
La piedra en cuestión tenía cien quilates y su transparencia era capaz de hipnotizar a cualquiera que estuviese cerca
Cuando Doña Letizia ascendió al Trono en calidad de Reina consorte heredó una colección de joyas que pertenecía a la Reina Sofía, el lote de «joyas de pasar» y es uno de los más importantes del mundo, a pesar de que hay alhajas que se han ido perdiendo con el paso del tiempo. La Guerra de la Independencia, un periodo histórico comprendido entre 1808 y 1814, marcó un antes y un después en la historia de España. Lamentablemente hubo muchas obras de arte que salieron fuera de nuestras fronteras y algunas joyas importantes tampoco tuvieron suerte. Es el caso de El Estanque un espectacular diamante que debería seguir perteneciendo a la Familia Real, pero la Reina Letizia no pudo heredarlo porque ya no se encontraba dentro de la colección.
Fue Felipe II quien compró El Estanque en la ciudad flamenca de Amberes (Bélgica), un lugar que en aquel momento producía unas joyas impresionantes. La piedra en cuestión tenía cien quilates y su transparencia era capaz de hipnotizar a cualquiera que estuviese cerca. Costó 80.000 escudos y durante mucho tiempo fue una de las grandes obras de arte que tenía la monarquía española. El increíble diamante fue recubierto con una pieza de oro que aumentó todavía más su valor. Este broche estaba decorado con elementos frutales y el joyero del Rey aconsejó completarlo con La Peregrina, la perla más famosa de España.
La historia de La Peregrina se remonta al siglo XIV. Hay varias leyendas al respecto, pero la más extendida asegura que la encontró un esclavo en Panamá y en 1580 acabó en manos de Felipe II, quien tenía muy buen ojo para reconocer las piezas importantes. Tal y como recogen los informes de la época, esta joya poseía 58.5 quilates, de ahí su peso tan elevado.
El Diamante y La Peregrina se unieron para formar una joya todavía más espectacular que recibió el nombre de el Joyel de los Habsburgo. Las Reinas de España la lucieron con orgullo y posaron con ella en sus retratos reales, por eso hay tanta documentación al respecto. Los pintores más importantes del momento tuvieron ocasión de contemplar de cerca esta obra de arte. Alonso Sánchez Coello, Diego Velázquez y Antonio Moro, entre otros, dejaron que sus musas se dejasen llevar por la citada joya.
La Reina Sofía y la Reina Letizia tienen algo en común: ambas son igual de elegantes. Tanto es así que la prensa internacional considera que la mujer de Felipe VI es la monarca mejor vestida del mundo. No necesita grandes firmas para brillar, pues es capaz de conquistar a su pueblo con vestidos que están al alcance de todos. Eso sí, en su vestidor hay grandes piezas de Alta Costura que en ocasiones combina con las joyas que en su momento pertenecieron a su suegra.
El joyero real está compuesto por las compras que en su momento realizaron María Cristina, Victoria Eugenia, Isabel II y el resto de reinas de nuestro país. El problema es que la llegada de José Bonaparte al Trono español hizo que parte de la colección acabase lejos de España y por esa razón la Reina Doña Letizia nunca podrá lucir el famoso Estanque, aunque todo el mundo sabe que lo hubiera hecho con un talento inigualable.