El entramado empresarial de Manuel Carrasco fuera de la música

El 2025 arranca para Manuel Carrasco con fuerza. El cantante onubense acaba de lanzar su nuevo single, Pueblo Salvaje, un adelanto de lo que será su nuevo disco del mismo nombre. «El pueblo que llevo dentro, nació y no se domestica», escribía junto a un post compartido en redes sociales donde avanzaba un videoclip de lo más onírico disponible a partir del 9 de enero.

Arranca, así, una nueva etapa que verá su pistoletazo de salida definitivo el próximo 17 de mayo cuando arranque su Tour Salvaje en el Estadio de La Cartuja de Sevilla, ciudad de la que es Hijo Adoptivo desde el año pasado y donde vendió más de 70.000 entradas en poco más de una hora. Con más de 22 ciudades confirmadas, se espera que sea la gira más importante del artista hasta la fecha. Está claro que, a día de hoy, es uno de los cantantes más potentes del panorama español teniendo incluso una sociedad para gestionar todo lo relacionado con el ámbito musical.

Fue en 2020 cuando creó Alma de Feria S.L., siendo él el único administrador y accionista y con el objetivo social de cubrir «la realización de actividades relacionadas con el mundo del artista, del espectáculo y de entretenimiento, las gestión de cobro de royalties, cánones o cualquier otro tipo de remuneración relacionados con la contratación o derechos de los artistas y la promoción, representación y gestión de los mismos». Sin embargo, el mundo de la música no es el único en el que sabe desenvolverse.

Hace tan solo un año decidió poner en marcha Anclado en tierra S.L. junto a dos socios con los que puso un capital inicial de 120.000 €. La entidad se encarga de la compraventa y alquiler de inmuebles urbanos y rústicos, bien directamente o por intermediación.

Poco después puso en marcha Capeando la Mar S.L., un holding con el que administra «la adquisición, tenencia, disfrute, administración y enajenación de valores mobiliarios y de cualquier tipo de títulos y activos financieros, pudiendo, en general, realizar toda clase de actividades».

A su vez, creó junto a su mujer Almudena Navalón la empresa dedicada al diseño de zapatillas Denis Marlon. «Su nombre nace de la unión de mis dos apellidos, Martín y Navalón», confesaba la periodista. Aunque él aparece como administrador único, es ella quien se encarga –o se encargaba– de la gestión y es el rostro visible del proyecto. Y decimos se encargaba porque quizás, es el único negocio que, a día de hoy, no se mantiene a flote. No actualizan los perfiles en redes sociales desde mediados de 2023 y actualmente no se puede acceder a su página web.

Más allá de ser su socia y su directora creativa, Almudena Navalón se ha convertido en el gran pilar en su vida. Juntos han formado una familia idílica con los pequeños Chloé y Manuel Gael. «Es todo un gran tópico, pero yo no he vuelto a ser el mismo desde que tuve a mis hijos. Canto diferente, camino diferente. Es una bendición y una preocupación. Me siento muy feliz y orgulloso y al mismo tiempo hay que afrontar los pormenores que ya no son los de una persona, sino los de una familia», reconocía en una entrevista.

Aunque la creencia popular es que la pareja se conoció en una entrevista –ella es periodista–, en realidad, se conocieron en un bar «a eso de las dos de la mañana, teníamos en común, nos tomamos algo y a partir de ahí no dejamos de quedar», reconoce Navalón. De aquel primer encuentro han pasado ya más de diez años y . Decidieron pasar por el altar en septiembre de 2018 en un enlace íntimo en la finca El Cañuelo, situada en las inmediaciones de la playa de Bolonia en Cádiz.