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Begoña García Vaquero y Pedro Trapote, en una imagen de archivoGTRES

Pedro Trapote, artífice de discotecas como Joy Eslava o Pachá, sufre un grave accidente de tráfico

El empresario viajaba en el coche con su mujer, Begoña García-Vaquero, y su hijo Gonzalo, en Miami

El 11 de enero, el reconocido empresario Pedro Trapote, amigo cercano del Rey Juan Carlos I, y su esposa Begoña García-Vaquero, se dirigieron al tanatorio para dar el último adiós a Manuel Lapique, hermano de Cari Lapique y padre de Almudena Lapique, quien falleció a los 70 años tras una larga enfermedad. La capilla ardiente se instaló en el Tanatorio Parcesa de la Paz, en Alcobendas, Madrid, donde el matrimonio llegó con rostro serio y solemne, vistiendo de riguroso luto, como corresponde en tan tristes circunstancias. Sin embargo, algo llamó la atención: Pedro, de 83 años, llevaba un brazo en cabestrillo. Pronto se supo que la causa era un trágico accidente de tráfico sufrido por el matrimonio en los últimos días de las fiestas navideñas, durante su estancia en Miami. Junto a ellos viajaban su hijo Gonzalo y su nuera, quienes afortunadamente salieron ilesos del incidente.

El accidente ocurrió cuando el matrimonio circulaba por una tranquila calle de Miami. De manera inesperada, un 4x4 se saltó un semáforo en rojo y embistió violentamente el coche en el que viajaban. El empresario sufrió una fractura doble en la muñeca, lo que le obligó a usar una escayola, pero sus acompañantes, Gonzalo y su nuera, salieron ilesos, aunque todos fueron trasladados de urgencia al hospital para realizarles pruebas exhaustivas. El coche quedó completamente destrozado, con un siniestro total.

Pedro Trapote y Begoña García Vaquero, este martes, en el funeral de Manuel LapiqueGTRES

En una entrevista con la periodista Beatriz Cortázar para Informalia, Trapote relató lo vivido en ese dramático momento. «A mi edad, cuando sentí ese golpe, pensé que era el final», confesó, aún impresionado por la violencia del impacto. No obstante, tras el susto, la familia se dio cuenta de que, pese a lo grave de la situación, su suerte fue considerablemente favorable. «Ha sido una faena horrible, pero lo importante es que estamos todos bien. Al final, podemos decir que hemos tenido suerte de seguir vivos», compartió con una actitud positiva, reflejando su resiliencia frente a la adversidad.

Después de ser estabilizados, el matrimonio fue trasladado a dos centros hospitalarios diferentes para asegurarse de que no había lesiones ocultas. Pasaron varios días bajo observación médica, pero, afortunadamente, pudieron solicitar permiso para regresar a España. Tres días después del accidente, ya estaban de vuelta en su hogar, con una sensación de alivio tras vivir una experiencia tan aterradora.

Aunque la situación parecía controlada, Trapote sigue bajo observación médica. Será el doctor Piñal quien determine si será necesario someterse a una intervención quirúrgica para resolver definitivamente la fractura en su muñeca. Ante esto reflexionó sobre lo efímero de la vida: «Con estas cosas te das cuenta de lo corta que es la vida. Hay que aprovecharla y disfrutarla mucho».

Carrera empresarial

El matrimonio Trapote ha sido, durante años, una de las parejas más conocidas y respetadas de la jet set española. Pedro, además de ser el propietario de emblemáticas discotecas como Joy Eslava y Pachá, es también dueño de la icónica chocolatería San Ginés, un verdadero emblema de Madrid. Por su parte, Begoña García-Vaquero no ha estado exenta de retos personales, como el ictus que sufrió en 2002. Nacida en Villacañas (Toledo), proviene de una familia de gran influencia, siendo su padre Hersilio García-Baquero el fundador de la reconocida marca de quesos García-Baquero, establecida en 1962. Juntos, son también propietarios de Las Majadillas, una de las fincas cinegéticas más importantes de España. Sin embargo, la finca, que siempre fue un lugar de tranquilidad y trabajo, también ha sido escenario de una tragedia familiar. En 2021, Pedro Trapote Mateo, hijo del empresario Pedro Trapote, falleció a los 52 años en el cortijo familiar ubicado en El Castillo de las Guardas, en Sevilla. Aunque las causas exactas de su fallecimiento aún no se han esclarecido, se baraja la posibilidad de que su muerte haya sido provocada por un infarto.

Por otro lado, Gonzalo Trapote, el único hijo del matrimonio, que estaba de vacaciones con ellos en Miami ya que vive en Estados Unidos, ha seguido adelante con el trabajo familiar. Él, que también es empresario, ha inaugurado una nueva chocolatería San Ginés en Texas.