Ágatha Ruiz de la Prada, amenazada por 40 gitanos

Displicente y provocadora, Ágatha Ruiz de la Prada está en el centro de la diana mediática de nuevo por sus propios méritos. Recientemente tras unas palabras suyas diciendo que vivía como una gitana en el espacio de televisión Fiesta conducido por Enma García en Telecinco, que causaron el disgusto y la reacción inmediata de Lolita Flores defediendo a su gente, saltó la polémica. «Estoy viviendo como las gitanas, no tengo de nada, ni luces, ni cocina, ni lavabo, ni sofá. Estoy en mi casa vieja, pero completamente desmantelada», fueron las palabras literales de la diseñadora.

Los gitanos se le echaron encima. Díaz Patón, el novio abogado de Ágatha, intentó defenderla y embarró más el asunto. Lolita se enfrentó a él a través de la pequeña pantalla y ahora, lo último, es que los gitanos amenazan con romper el escaparate de la tienda madrileña de la creadora de vestidos de corazones de colores, según ella ha revelado. Todo, pese a que pidió disculpas públicas por la frase de la discordia.

Este viernes, Ágatha Ruiz de la Prada da una entrevista, se supone que bien remunerada, en Telecinco al espacio de Santi Acosta y Bea Archidona donde pretende denunciar lo ocurrido. «Me voy al estudio y de repente viene la directora de la tienda corriendo y dice 'Ha llamado un señor y dice que es el jefe de los gitanos y ha dicho que vienen 40 gitanos a quemarte la tienda'. Me quedé flipada», ha adelantado la diseñadora más artistocrática de España en los avances, a modo de aperitivo, que se han publicado sobre lo que será su plato fuerte televisivo esta noche en D ´Viernes.

¿Estrategia o casualidad? El lío que se ha montado con el colectivo gitano, con Lolita y con el propio novio de Ágatha es desmedido. La creadora revela que envió un mensaje a Lolita tras la frase en cuestión para rebajar la tensión, pero no hizo efecto.

«Es una frase que reconozco que no se debe decir. Lo que más me dolió es que toda la vida he querido mucho a Lolita y le pongo en un mensaje 'Lolita, estoy con un disgusto tremendo, la frase era una frase hecha que la tienes en la cabeza desde pequeña, y lo que quería decir es que estaba viviendo de una forma más libre, sin normas, y más romántica, en contraposición a una forma burguesa de cocinita y sofá», se justificaba la diseñadora. Las espadas están en altó y las cuentas corrientes también.