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La Princesa Leonor, en una imagen de archivo

La Princesa Leonor, en una imagen de archivoGTRES

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El motivo por el que la Princesa Leonor se cortará un mechón de pelo durante su travesía en Elcano

La hija de Felipe VI surca los mares desde el pasado 11 de enero, cuando embarcó en el histórico buque-escuela

El buque Juan Sebastián de Elcano partía el jueves 23 de enero de la Base Naval de Las Palmas de Gran Canaria rumbo a Brasil, en una travesía oceánica de tres semanas que servirá de formación a sus 76 guardiamarinas, entre los que se encuentra la princesa de Asturias, Leonor de Borbón. Según han desvelado fuentes de Zarzuela, la joven de 19 años «se encuentra pleno rendimiento en la cubierta del buque escuela, navegando a toda vela para cruzar el Atlántico rumbo a América».

El buque escuela de la Armada Española, que comenzó su 97 crucero de instrucción desde el puerto de Cádiz el 11 de enero, hacía escala en Santa Cruz de Tenerife y ahora en la capital grancanaria, desde la que continúa con su ruta hacia Salvador de Bahía (Brasil), a donde se prevé que llegue tras 22 días de viaje por el Atlántico.

Desde aquí, el crucero de instrucción seguirá su ruta por Iberoamérica con escala en Montevideo (Uruguay), Punta Arenas y Valparaíso (Chile), El Callao (Perú), Ciudad de Panamá, Cartagena de Indias y Santa Marta (Colombia), hasta Santo Domingo y Nueva York, para volver a cruzar el Atlántico de regreso hacia Gijón, Ferrol y Marín (Pontevedra).

Para entonces, habrán pasado seis meses –llegará a tierras españolas en julio de 2025– y la Princesa Leonor ya será una guardamarina de facto. Durante este periodo de tiempo sus días comienzan a las 6:45 de la mañana, excepto para aquellos que hayan hecho la guardia nocturna. Se asearán y ordenarán sus pertenencias, antes de dirigirse a desayunar y comenzar las clases. Con un total de 12 asignaturas que darán a lo largo de estos meses, tendrán sesiones de formación hasta las 12 de la mañana. Poco después se servirá la comida, tras la cual retomarán las maniobras y clases hasta las seis.

Con una rutina tan férrea en la que solo disponen de unas horas para descansar y desconectar, es normal que ciertos días estén marcados a fuego en el calendario. Uno de los más especiales coincide con el paso del buque escuela Juan Sebastián Elcano por el ecuador, el círculo máximo perpendicular al eje de rotación del planeta Tierra.

Doña Leonor, a su llegada a Tenerife

Doña Leonor, a su llegada a TenerifeCasa del Rey

Es una de las ceremonias navales más icónicas de la travesía, en la que el dios que surca los mares Neptuno da la bienvenida a los novatos. Para ello, tal y como ha desvelado Paloma Barrientos en Vanitatis, se repica la campana y «un miembro de la tripulación se disfraza, se sienta en su trono con su tridente y se acompaña de una comitiva de marineros, guardiamarinas y oficiales, también vestidos como corte del dios marino».

«Neptuno y los suyos ponen el barco patas arriba, algo que consiste en el cambio de galones. Por ejemplo, el cocinero se apropia de los del oficial, este de un marinero de máquinas, y la guardiamarina Borbón Ortiz de cualquier otro. Durante un par de horas tienen que hacer las tareas propias del cargo al que han optado por ese intercambio organizado por el rey del mar y sus súbditos», explica la periodista.

La ceremonia acaba con que los oficiales del buque escuela bauticen a base de rociarles un líquido compuesto por aceite y colorante. Por su parte, los bautizados tendrán que pagar un tributo y ofrecerán un mechón de pelo que uno de los esbirros de Neptuno les ha cortado previamente.

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