Bill Gates desvela en sus memorias el trastorno que sufrió siendo niño

Su nombre completo es William Henry Gates, pero todo el mundo le conoce como Bill Gates. Tiene 69 años y su trayectoria pasará a la historia, de hecho ya hay muchos libros que reflejan sus logros. Gracias al trabajo que llevó a cabo en Microsoft consiguió que el ordenador fuera un aparato accesible a cualquier persona, pues durante mucho tiempo estaba reservado para usuarios con un nivel adquisitivo bastante alto.

Todo lo que ha realizado hasta la fecha quedará patente en un libro de memorias que lleva por título Código fuente: mis inicios. Todavía no ha salido a la venta, pero se puede hacer la reserva online y el diario The Wall Street Journal ha accedido a parte del material. Una de las cosas que más ha llamado la atención es la confesión que el empresario estadounidense ha realizado sobre su infancia. Considera que, si en el pasado hubieran existido los mismos parámetros, le habrían diagnosticado un trastorno del espectro autista (TEA).

El empresario considera que le faltaban ciertas capacidades para relacionarse con la gente, pero se siente afortunado porque encontró un gran apoyo en sus padres, Bill y Mary Gates. Gracias a ellos superó muchos obstáculos y ahora se siente orgulloso de su trayectoria, de hecho recalca: «no cambiaría el cerebro que me dieron por nada».

«Durante mi infancia, no se comprendía bien que el cerebro de algunas personas procesa la información de manera diferente a otras», añade en su autobiografía. Reconoce que se obsesionaba «con ciertos proyectos», lo que le llevaba a manejar informaciones que algunos adultos desconocían. Esa es la razón por la que en determinadas circunstancias parecía «grosero e inapropiado». Ahora entiende que todo esto son los rasgos que caracterizan a las personas que padecen TEA, el problema es que en aquella época nadie había dado con la tecla que explicaba el trastorno, ni siquiera era algo que estuviese en la mente de los médicos.

Los primeros años de vida de Bill Gates trascurrieron en Seattle durante la década de los 60 y había muchos términos que todavía no habían sido catalogados por los expertos. «Codificaba mientras caminaba. Si yo estuviera creciendo hoy, probablemente me diagnosticarían un trastorno del espectro autista», ha comentado al respecto. En sus memorias ha aprovechado para reflexionar sobre su pasado y ha llegado a esta conclusión que ha querido compartir con sus admiradores. Como no podía ser de otra forma, sus palabras ya han dado la vuelta al mundo porque Gates disfruta de una influencia internacional.

Bill Gates y su socio Paul Allen fundaron Microsoft en 1975, proyecto que les catapultó a lo más alto y que cambió la historia de la sociedad actual. Este negocio fue el resultado de un trabajo sin descanso. En sus relexiones, el estadounidense cuenta que llegó a estar 37 horas sin dormir, pues su prioridad era poner en práctica todas las ideas que tenía en mente. En esta tarea jugó un papel fundamental su abuela, a la que ha querido mencionar en Código fuente: mis inicios. «Me enseñó la importancia de la estrategia», escribe cuando habla de este capítulo.