Estefanía de Mónaco cumple 60 años: la gran tragedia que marcó su vida

Hace tiempo que el Principado de Mónaco perdió el esplendor de antaño, cuando Rainiero III y Grace Kelly atrajeron todas las miradas internacionales. La nueva generación ha marcado un nuevo camino. El maltrecho matrimonio de Alberto de Mónaco con la ex nadadora Charlene empaña todo y las princesas Carolina y Estefanía ostentan un papel secundario.

Estefanía cumple 60 años, este sábado, convertida en mujer solidaria y abuela feliz. Atrás quedaron los días en que llenó titulares por su rebeldía juvenil, sus posados en bikini, una efímera carrera como cantante o por sus numerosas parejas, desde un guardaespaldas a un acróbata de circo. Su carácter rebelde lo demostraría desde niña, cuando solía sacar la lengua a los fotógrafos, y ni sus estudios en el internado para niñas de Saint-Maur lograrían rebajar su carácter, llegando a ser expulsada después del Liceo Dupanloup.

A lo largo de los años, ha explorado diversas facetas artísticas y ha trabajado activamente en la lucha contra el SIDA. Mantiene una relación muy estrecha con sus tres hijos; Louis, Pauline y Camille.

Louis Ducruet es el hijo mayor de Estefanía de Mónaco. Nació fruto de su relación con el guardaespaldas Daniel Ducruet. Está casado con Marie Chevallier y tienen dos niñas; una de un año y otra de dos meses. Pauline Ducruet es la más popular y no dudó en hacer uso de su posición para cumplir su sueño de ser diseñadora. Camille Gottlieb es la hija pequeña de Estefanía de Mónaco, fruto de su relación con Jean Raymond Gottlieb.

Si hay un momento que marcó la vida de Estefanía ese fue la muerte de su madre, Grace Kelly, tragedia que ocurrió un 13 de septiembre de 1982. La Princesa Grace y Estefanía se encontraban pasando unos días en su residencia privada, ubicada en Roc Agel, concretamente en las colinas entre Francia y Mónaco.

Según se ha publicado, Grace Kelly iba a llevar a su hija de regreso a Mónaco para preparar su viaje a París, donde iniciaría sus estudios de moda. Aquel día el chófer se había ofrecido para conducir el coche, un Rover de 11 años de antigüedad, sin embargo, la Princesa Grace insistió en hacerlo ella misma. Madre e hija se montaron en el vehículo. La primera en el asiento del conductor y la segunda como copiloto, mientras que la parte trasera estaba llena de ropa y cajas.

Alrededor de las 10 de la mañana, a poco más de 3 kilómetros de La Turbie, el coche no frenó y se salió de la carretera en una curva pronunciada e inició una caída de más de 30 metros hasta que se estrelló contra el estacionamiento de una villa. Tras el impacto del coche, Grace Kelly y Estefanía de Mónaco fueron trasladadas hasta el Hospital Princess Grace. Por aquel entonces, Estefanía tenía 17 años y resultó herida con una fractura cervical, mientras que su madre sufrió una hemorragia cerebral y, aunque fue operada de urgencia, murió un día después, el 14 de septiembre, a los 52 años. Sobre este trágico momento existe el testimonio de la Princesa Carolina, que se recoge en el libro Rainier and Grace: An Intimate Portrait, de Jeffrey Robinson.

En el ejemplar, Carolina de Mónaco recuerda las palabras que le dijo su hermana poco después de producirse el accidente. «Estefanía me contó: ‘Mamá me decía todo el rato que no podía frenar, que los frenos no funcionaban’. Me explicó que mi madre estaba en un estado de pánico. Así que Estefanía tiró del freno de mano, pero el coche no se detuvo», fueron sus declaraciones.

Grace Patricia Kelly, que es su nombre completo, nació el 12 de noviembre de 1929 en Filadelfia y fue la tercera hija de los cuatro que tuvieron sus padres, el matrimonio formado por John Brendan Kelly y Margaret Katherine Majer. Además de convertirse en todo un referente en el mundo de la moda, su figura se consolidó como una de las estrellas más importantes de Hollywood. Se confirma así que, cuatro décadas después de perder la vida, su legado sigue más vivo que nunca.