La Princesa de Gales anunció, a mediados de enero, que su cáncer estaba en remisión y en septiembre, finalizó su tratamiento. Los meses previos, mientras recibió la quimioterapia, fueron muy complicados. Kate utilizó un catéter para la administración de quimioterapia, un dispositivo que se implanta bajo la clavícula. Se vieron entonces obligados a modificar algunos de sus vestidos, subiéndole el cuello, como este vestido morado que lució en la final de Wimbledon, en julio de 2024.