El gimnasio de los nietos del fundador de Azulejos Peña donde entrena Victoria Federica

Acaban de inaugurar y buscan la excelencia por encima de todo. De momento, en Pomona Club ya entrena la mejor embajadora posible para que este templo del bienestar pueda darse a conocer. Victoria Federica de Marichalar, la sobrina modelo del Rey Felipe, con miles de seguidores en su perfil de Instagram, se cuida en este selecto club del barrio de Salamanca. Y es precisamente en el perfil público de su red social donde ella misma ha publicado una foto en el que es su nuevo centro de entrenamiento.

Un gimnasio que es más que un gimnasio; es un club. Un centro pensado para «hacer ejercicio, socializar, relajarte, comer saludablemente y sobre todo disfrutar». Situado en una ubicación prime en Madrid en la céntrica calle Serrano. «Gym Boutique & Healthy Bar», así lo describen en su perfil corporativo en las redes sociales. Un nuevo centro que acaba de estrenar sus impecables instalaciones. Un espacio pensado para lograr «tu bienestar total», añaden desde este centro. Un lugar precioso sin duda decorado con el sello familiar de Azulejos Peña. La firma que fundó Fernando Peña, el abuelo de los jóvenes emprendedores que están detrás de este centro de fitness llamado a ser imprescindible.

Fernando Peña

Sin duda, sus jóvenes nietos tienen en su abuelo materno un buen espejo donde mirarse. Un empresario, Fernando Peña, que fallecía recientemente a los 93 años, en su finca Palomarejos cercana a Toledo. Su vida sobre todo era la familia, el trabajo y toros. Y así le recuerdan quienes le conocieron. Natural de Alcora (Castellón), Peña se instaló en Madrid de joven, donde se labró una exitosa carrera profesional como empresario del sector de la cerámica. Era padre de María José y Ana, quienes llevan con diligencia y orgullo el gran legado de su padre. Taurinas sin disimulo, las hermanas Peña son grandes seguidoras de la Feria de San Isidro, donde se han dejado ver tarde tras tarde con grandes amigas, como la Infanta Elena o Dolores de Cospedal.

Discreto, muy trabajador y amante del toro de lidia, Fernando Peña consiguió hacer realidad el sueño de ser ganadero de bravo en los años 90. En 1990 compró el hierro que en su día fue del conde de Trespalacios y le puso su propio nombre: Fernando Peña.

Su bonita plaza de tientas y sus tardes de toros en la barrera del tendido 10 de Madrid le dieron muchas alegrías y tardes de gloria. Su recorrido como empresario de la cerámica le llevó también a lo más alto de sector empresarial. Fue el fundador de una de las mayores distribuidoras del país, Azulejos Peña, un firma con el mérito de ser empresa puntera del sector. Una empresa que dirige su hija Ana.

Sus nietos veinteañeros, hijos de Ana Peña, siguen ahora su estela. Comienzan abriéndose camino como emprendedores del bienestar dando sus primeros pasos con muy buen pie y de la mano de la mejor embajadora, la televisiva y elegante sobrina del Rey conocida como Vic, Victoria Marichalar Borbón.