
Félix Rodríguez de la Fuente
La extraña y trágica muerte de Félix Rodríguez de la Fuente hace 45 años
El 14 de marzo de 1980 perdió la vida en tierras de Alaska
España perdió el 14 de marzo de 1980 a una de sus figuras más queridas y admiradas, Félix Rodríguez de la Fuente, un naturalista cuyo legado perdura hasta el día de hoy. A los 52 años, su vida se truncó en un trágico accidente aéreo en Alaska, mientras grababa una de las escenas más representativas de su famosa serie El hombre y la Tierra . La avioneta en la que viajaba, una Cesna 185, cayó en picado desde unos 200 metros de altura, dejando al mundo del naturalismo y la televisión completamente conmocionada.
Félix, aunque estudió Medicina, nunca ejerció y decidió dedicar su vida a la defensa del medio ambiente. Su famosa frase, «Nada es más sobrecogedor, ni más hermoso, en la noche alta estrellada, en la noche del páramo de Castilla, que el aullido lejano del lobo», refleja la profunda conexión que tenía con los ecosistemas y las especies, una relación que compartió con su audiencia y que aún perdura.

Odile Rodríguez de la Fuente y Marcelle Genevieve Parmentier, con la Reina Sofía
Marcelle Geneviève Parmentier, su esposa, fue una compañera fundamental tanto en lo personal como en su pasión por la fauna. Se conocieron en los años 60 en una fiesta, y aunque al principio ella no creyó sus historias sobre los halcones que poseía, Félix la invitó a su casa para mostrárselos. En 1966 se casaron, y Marcelle se unió completamente a su vida y sus ideales. Juntos criaron a tres hijas: María de las Mercedes, Leticia Jimena y Odile Patricia, quienes heredaron de su padre el amor por los animales y el compromiso con la preservación del entorno.
Su viuda, ahora con 88 años, ha sido durante muchos años una figura clave en la preservación de la memoria de su esposo, Félix Rodríguez de la Fuente. Presidió la Fundación Rodríguez de la Fuente, una organización creada en 2004, dedicada a mantener vivo su legado y promover la conciencia sobre la protección del medio ambiente. En 2010, tanto ella como su hija Odile fueron recibidas por la Reina Sofía en reconocimiento a su incansable esfuerzo para honrar el impacto de Félix en la naturaleza. Sin embargo, según información publicada en Twitter, la actividad de la fundación se encuentra actualmente suspendida debido a que está en concurso de acreedores.Sus tres hijas
María de las Mercedes, la mayor, nacida en 1967, comenzó su carrera en farmacia, pero pronto descubrió que su verdadero destino estaba en otro ámbito. En los años 90, intentó suerte como presentadora en Arco Iris de Telecinco, aunque su paso por la televisión no tuvo el éxito esperado. Más tarde, se volcó en el mundo de la compraventa de inmuebles y el alquiler de maquinaria de construcción, desarrollando una exitosa carrera en estos campos.

Sus tres hijas en 1990
Leticia Jimena (1969), en cambio, siguió un camino completamente diferente. Tras estudiar en el Reino Unido, comenzó su carrera en el mundo del arte, trabajando en la galería Elba Benítez y en la revista Art Forum . Sin embargo, a los 40 años, descubrió su verdadera pasión: las flores. Se convirtió en una de las floristas más reconocidas del país, destacándose por ser pionera en el cultivo de flores orgánicas, conocidas por su belleza «imperfecta y con alma». Ha publicado un libro y coordina Conversaciones en el jardín , una iniciativa junto a la periodista Ana Rosa Semprún, que combina su amor por la naturaleza con su deseo de compartir conocimientos.
Por último, Odile Patricia (1973), la hija pequeña, tenía solo siete años cuando su padre falleció, pero siempre lo ha recordado como un verdadero héroe. Se ha dedicado a la divulgación científica y la concienciación medioambiental. En 2020, publicó el libro Félix, un hombre en la tierra , en el que recoge reflexiones menos conocidas de su padre. Licenciada en Biología y Producción de Cine en la Universidad USC de Los Ángeles, Odile trabajó en National Geographic en Washington. Hoy en día, además de ser madre de dos hijos, disfruta del senderismo, transmitiendo a las nuevas generaciones el amor por la naturaleza que su padre tanto promovió.