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Isak Andic

Isak Andic, en una imagen de archivoGTRES

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Quiénes son y a qué se dedican los herederos de la gran fortuna de Isak Andic

El empresario dejó un patrimonio estimado de 4.500 millones de euros

Desde el pasado 14 de diciembre, la familia Andik vive en una preocupación constante. El empresario y fundador de Mango se encontraba en una excusión en Collbató junto a su hijo mayor, Jonathan. El empresario de ascendencia turca resbaló en uno de los senderos y cayó al vacío desde 150 metros de altura, lo que le provocó la muerte inmediata.

La magistrada de Martorell, en Barcelona, archivó provisionalmente las diligencias tras recibir el informe de los Mossos d'Esquadra, fruto de los resultados de la autopsia practicada al cadáver y la toma de declaración a testigos y familiares del empresario fallecido. Sin embargo, pocos semanas después, decidía reabrirlo, retomando una serie de interrogatorios que afectaban principalmente a Jonathan, quien se encontraba con él en el momento del deceso y principal heredero de la firma al ser el primogénito.

Los Mossos también han pedido a las compañías telefónicas que triangulen los móviles de Andic y su hijo mayor, no solo para poder determinar su situación exacta en cada momento antes de la caída, sino para confirmar que, tras producirse, el vástago no llamó al 112 para socorrer a su padre, sino a su madrastra para informarle de lo sucedido.

Paralelamente, ha tomado interés Toni Ruiz, el nuevo presidente de la compañía que fue nombrado hace apenas unas semanas y presentó las cuentas de la compañía el pasado 10 de marzo. El hombre que ha llevado a Mango a conseguir sus mejores cifras —obtuvo un beneficio neto de 219 millones de euros, un 27 % más que el año anterior— agradeció la «exhaustividad» con la que la justicia está trabajando para esclarecer la muerte de Andic, y admitió que la reapertura del caso por supuestas «contradicciones» ha sido «duro emocionalmente».

El empresario se situaba en el puesto número 5 de la lista Forbes de las mayores fortunas de España, con un patrimonio estimado de 4.500 millones de euros, que ahora habrá que repartir entre sus tres hijos: Jonathan, Judith y Sarah.

De todos ellos, quizás el más conocido de cara al público es Jonathan y no únicamente por ser el que acompañaba a su padre aquella fatídica mañana, sino porque, a priori, sería el heredero natural de la empresa. Nacido de la relación entre Isak y su primera mujer, Neus Raig, mostró interés por el negocio familiar desde pequeño.

Jonathan Andic, en una imagen de archivoGTRES

Se licenció en Comunicación Audiovisual en Estados Unidos y, en 2007, se unió oficialmente a Mango, consolidándose poco después como la mano derecha de su padre. Lideró la división masculina de Mango y, en la actualidad, forma parte del consejo de administración.

En el ámbito personal, mantuvo una relación estable con Soledad Álvarez, hija de la diseñadora Purificación García y fundadora de la marca de complementos Lonbali. Sin embargo, ahora está casado con la influencer Paula Nata. Aunque contrajeron matrimonio de forma íntima el pasado mes de septiembre, tenían pensado celebrarlo por todo lo alto con amigos y familiares este próximo mayo. La reapertura del caso les ha obligado a posponerlo hasta nuevo aviso.

Judith, la segunda en nacer, también orientó sus estudios de cara a seguir con el legado familiar. Se formó en Moda en el Instituto Europeo di Design y después se incorporó al departamento de arte y diseño de Mango, como directora de proyectos Premium. A su vez, creó también su propia propia sociedad patrimonial, Pitaya Capital, siguiendo la estela de nombres de frutas exóticas, y en la actualidad hace años que no forma parte de Mango. En el ámbito personal, lleva una vida de lo más discreta y tan solo se conoce que vive en Barcelona con su marido, Fernando.

La benjamina de los Andic, Sarah, por su parte, estudió gestión de empresas de moda en el Instituto Marangoni de Londres y en la Escuela Parsons de Nueva York. Consiguió experiencia trabajando para firmas como Aristocrazy hasta que decidió formar parte de Mango de manera puntual encargándose de los proyectos sociales. Tras dejarlo, creó como su hermana mayor una sociedad patrimonial con la que comparte sede en el céntrico Paseo de Gracia: Kiwi Capital. Tal es su discreción con la vida pública que nadie ha conseguido captar una imagen de los tres hermanos juntos.