Los Reyes de Bélgica completan el Camino de Santiago junto a sus hijos

En una muestra de recogimiento y cercanía con el patrimonio espiritual de Europa, los Reyes de Bélgica, Felipe y Matilde, han completado una parte del Camino de Santiago durante la Semana Santa de este año. La noticia, inicialmente mantenida en la más estricta discreción, ha sido confirmada por fuentes próximas al Palacio Real belga, que subrayan el carácter «profundamente personal y espiritual» de esta peregrinación.

Lejos de los flashes y el protocolo, los monarcas caminaron varios días por tramos del Camino Francés, una de las rutas más históricas del Camino de Santiago, que atraviesa el norte de España desde los Pirineos hasta la tumba del apóstol en Galicia. Viajaron ligeros de equipaje, acompañados por un reducido equipo de seguridad, y se alojaron en albergues y casas rurales, compartiendo el camino con otros peregrinos de forma anónima.

Según testigos, su actitud fue «humilde y agradecida», participando en cenas comunitarias, sellando su credencial del peregrino en cada etapa y asistiendo a misas en pequeñas iglesias rurales. «Parecían una pareja más, muy respetuosos y con mucha paz interior. No buscaban protagonismo, solo vivir la experiencia», comentó un hospitalero de la provincia de León que compartió conversación con ellos sin saber, en un primer momento, a quiénes tenía delante.

Otros royals peregrinos

Lejos de ser un caso aislado, los Reyes de Bélgica se suman a una lista creciente de miembros de la realeza europea que han sentido la llamada del Camino de Santiago, una tradición milenaria que ha sabido adaptarse a los tiempos modernos sin perder su esencia espiritual.

Uno de los casos más conocidos es el de la Reina Sofía de España, gran defensora del patrimonio cultural y religioso del país. En 2010, durante el último Año Santo Compostelano, la reina emérita realizó una etapa del Camino en Galicia, desde O Cebreiro hasta Triacastela, mostrando su vinculación personal con la espiritualidad del Camino. Participó en actos litúrgicos en la Catedral de Santiago y destacó la importancia del Camino como símbolo de unión europea y de paz interior.

La hija mayor de Felipe y Matilde, la princesa heredera Elisabeth, también ha vivido la experiencia jacobea. Durante su formación en el colegio internacional UWC Atlantic College, en Gales, participó en una caminata organizada por la escuela que incluía una etapa del Camino Portugués. Según su entorno, la joven princesa vivió aquella experiencia como una oportunidad de desconexión y madurez personal.

En 2021, en plena pandemia y tras meses de restricciones, el heredero noruego Haakon de Noruega se dejó ver en el Camino Portugués junto a un grupo de amigos. Sin presencia oficial ni declaraciones públicas, se interpretó como una escapada espiritual en un momento de reflexión para muchas figuras públicas. Varios peregrinos que coincidieron con él elogiaron su sencillez y amabilidad.

Aunque de forma más privada, también se ha sabido que miembros de casas reales como la de Luxemburgo y la de Liechtenstein han recorrido algunas etapas en los últimos años, especialmente en tramos gallegos. En muchos casos, estas peregrinaciones se mantienen en el ámbito estrictamente personal, en parte por la carga simbólica y espiritual del camino, y en parte por razones de seguridad.