
Carlos III y la Reina Camila, en su viaje más reciente a Italia
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El secreto para un matrimonio sólido y feliz, según Carlos III
La pareja acaba de cumplir dos décadas como marido y mujer
Los Reyes Carlos III y Camila han vuelto a ser protagonistas de la actualidad con motivo de su asistencia en la mañana de Jueves Santo a la celebración de la misa del día de la Paz, en la Catedral de Durham. Sonrientes y cercanos con los asistentes al acto y con los medios de comunicación presentes, Sus Majestades ha vuelto a hacer gala de la gran compenetración que les une cuando se cumplen dos décadas del gran día en el que se convirtieron en marido y mujer.
Los Reyes de Inglaterra acaban de celebrar su 20º aniversario como matrimonio. Unas nupcias que llegaron después de una larga y compleja relación amorosa no exenta de polémica. Finalmente, se dieron el Sí, quiero en una ceremonia civil en Guildhall, Windsor, el 9 de abril de 2005. Tras el enlace, se llevó a cabo en la Capilla de San Jorge un servicio religioso para bendecir la unión.
La Reina Isabel y el duque de Edimburgo no asistieron al enlace, dado que la madre de Carlos III pensó que, como cabeza de la iglesia de Inglaterra, pensó que su presencia en una boda civil de dos personas previamente divorciadas podría ser inapropiada. Sin embargo, su eterno compromiso como pareja pone de manifiesto varios puntos, uno de ellos tiene relación con la clave del éxito en su historia de amor. Al conocerse desde muy jóvenes se han convertido en grandes amigos conforme ha ido pasando el tiempo. Además, no hay rivalidad alguna entre ellos, aseguraba la periodista especializada en la familia real británica Helena Chard a la cadena Fox News.

La pareja acaba de cumplir 20 años de matrimonio
El motivo por el que el Rey Carlos y su esposa gozan de sus propios aposentos está relacionado con una molesta dolencia que aqueja al monarca. Sufre intensos dolores de espalda que, según se ha sabido, se hacen más llevaderos si duerme solo. Junto a esta causa principal, también habría cobrado cierto peso el deseo de la pareja de conservar cierta independencia dentro de su matrimonio. Además, no solo poseen estancias distintas para poder descansar, sino también casas propias para poder retirarse a pasar tiempo en su propia compañía. La Reina Camila posee Ray Mill House y Carlos III, por su parte, Highgrove House.
Esta realidad ha traído a la actualidad el acuerdo que también reinó, nunca mejor dicho, en el longevo matrimonio entre la Reina Isabel II y su esposo, el duque Felipe de Edimburgo. Tal y como se pudo saber gracias a Sally Bendell Smith, biógrafa de la realeza que escribió El Príncipe Felipe: la turbulenta vida temprana del hombre que se casó con la reina Isabel II, la reina y su esposo pernoctaban en dormitorios separados, en este caso porque se trataba de una «costumbre» entre las clases altas británicas.