Marta Ortega da la sorpresa y visita el nuevo Zara de Valladolid

Marta Ortega, hija del magnate de la moda Amancio Ortega, creció inmersa en un entorno donde las telas, los diseños y el bullicio de las tiendas formaban parte de su vida cotidiana. No es de extrañar, entonces, que haya establecido una relación tan estrecha con el mundo empresarial, particularmente con Inditex. Su andadura en la compañía comenzó en 2007, cuando, tras finalizar sus estudios universitarios, decidió unirse al grupo sin dudarlo ni un instante.

No tardó en involucrarse directamente, asumiendo diversos roles y recorriendo tiendas y oficinas en ciudades como Londres, París y Shanghái. A lo largo de los años, se ha convertido en la mente detrás de iniciativas clave y ha supervisado minuciosamente aspectos esenciales de la imagen de Zara. Esta experiencia global le ha permitido conocer cada rincón de la empresa y, como heredera de la visión de su padre, adoptar un enfoque cercano y detallado, recorriendo las tiendas para asegurarse de que cada elemento, desde la fachada hasta el último detalle del producto, esté a la altura de los elevados estándares que han convertido a la marca de España en un referente mundial.

Por eso, lejos de recluirse en su oficina, Marta prefiere estar sobre el terreno. Un claro ejemplo de su enfoque práctico fue su reciente visita al nuevo Zara en Valladolid, en la calle Constitución, donde recorrió el establecimiento de arriba abajo, según informó El Español en exclusiva.

Inaugurado en agosto, el Zara de Valladolid, el tercero más grande de España, fue el escenario de una visita muy esperada por Marta Ortega, quien no quiso dejar pasar la oportunidad de conocer en detalle su nuevo establecimiento. Según informes, la visita de la presidenta no ejecutiva de Inditex se extendió por más de dos horas, tiempo durante el cual se dedicó a recorrer minuciosamente las cuatro plantas del local, mostrando un interés genuino por cada rincón del comercio. Fue recibida calurosamente por los trabajadores, con quienes intercambió impresiones mientras caminaba junto a los encargados, asegurándose de que todo estuviera en orden. No cerraron el local para ella, y dentro había clientes que la reconocieron al instante. A pesar de la atención que generó y sabiendo que prefiere pasar desapercibida, fue amable con todos ellos.

Pero, después de su recorrido, Marta decidió disfrutar de un pequeño descanso y paseó por el centro de la ciudad, donde se dirigió a la Plaza Mayor y la calle Santiago. Allí, hizo una breve parada en el famoso Café del Norte, un lugar emblemático, que no solo ofrece una excelente gastronomía, sino también unas vistas espectaculares del corazón de la ciudad. Y tras unos 15 minutos de descanso, volvió al trabajo. Cuentan que al final del día, se despidió de algunos de sus acompañantes y se dirigió a las dos furgonetas VTC que la esperaban en una esquina cercana. Pero, justo antes de subirse al vehículo, un momento curioso tuvo lugar: el conductor le preguntó: «¿Es bonita Valladolid?». A lo que ella, con su habitual calma y sencillez, respondió con una afirmación simple pero sincera: «Sí, sí». Sin llamar la atención, se subió al coche, escoltada por la Policía Municipal, y abandonó la ciudad.

Su look

Su look es un ejemplo perfecto de estilo sin esfuerzo. Empieza con una americana oversize negra, que le da una silueta elegante pero relajada. Los vaqueros cropped negros siguen esa misma línea minimalista y sofisticada. La camiseta blanca básica es un imprescindible que nunca falla. Para añadir color, lleva un jersey amarillo sobre los hombros, lo que le da un toque fresco y moderno. El bolso de leopardo aporta un contraste audaz, y las bailarinas de punta combinan comodidad con elegancia.