
Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, en una imagen de archivo
La visita de Luis Alfonso de Borbón, bisnieto de Franco, a Tarragona
Junto a su mujer Margarita Vargas, contempló con fervor la procesión del Santo Entierro
Mientras su madre, Carmen Martínez-Bordiú, ha optado por mantenerse al margen de la vida pública, disfrutando de su autoexilio en Portugal, Luis Alfonso de Borbón se ha ido consolidando como una figura muy presente en el ámbito público. Como aristócrata y empresario español, es conocido, entre otras cosas, por su destacado linaje, siendo bisnieto de Francisco Franco y Alfonso XIII de España.
Hijo de Alfonso de Borbón y Dampierre, su vida estuvo marcada por tragedias personales, como la muerte de su hermano a los 11 años y la pérdida de su padre poco después. A pesar de estos durísimos momentos, ha sido claro al afirmar que la fe le ha ayudado a sobrellevar esas adversidades. La religión siempre ha sido un pilar fundamental en su vida y en su familia, y es común verle asistiendo a alguna misa, reflejando su profunda devoción.
Este año, Luis Alfonso de Borbón volvió a mostrar su compromiso con la tradición religiosa al participar en la emblemática procesión del Sant Enterrament (o Santo Entierro) en Tarragona, que se celebra la tarde del Viernes Santo. Esta procesión, una de las más grandes y antiguas de Cataluña, reúne a más de 4.000 cofrades y recorre las principales calles de la ciudad, comenzando en la iglesia de Natzaret. Es el acto central de la Semana Santa en la ciudad y está en proceso de ser declarada Fiesta Patrimonial de Interés Nacional por su gran valor cultural y religioso.
Acompañado por unos amigos y por su esposa, Margarita Vargas, con quien se le vio muy acaramelado en la plaza de la Pagesia, según El Diari Més, el Duque de Anjou mostró una vez más su faceta de católico practicante. No es la primera vez que comparte su devoción, ya que en el pasado ha hablado abiertamente sobre su fe. Hace algunos años, participó en un retiro de Emaús, un tiempo de reflexión que le ayudó a profundizar en su espiritualidad. Esta experiencia lo inspiró a crear un juego de cartas llamado «Gánate el cielo», que narra la vida de 80 santos que marcaron la Historia del cristianismo.
Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas
Con ropa de calle y el móvil en mano, el aristócrata, a quien le gusta que lo llamen Luis XX, legítimo aspirante al Trono de París, Príncipe Luis de Borbón y Jefe de la Casa de Borbón, se mostró relajado mientras observaba la procesión. A pesar de encontrarse en Tarragona, una ciudad donde el debate sobre la independencia está muy presente, no pareció sentirse incómodo, aunque sus opiniones son contrarias al separatismo. Según él, la descentralización de competencias, especialmente en el ámbito de la educación, ha jugado un papel importante en el crecimiento del separatismo en varias regiones de España. De hecho, es común verle decir en entrevistas que es un firme defensor de la unidad de España y considera que la división del país en comunidades autónomas ha sido un error. Además, no ve con buenos ojos un modelo de Estado federal, ya que, en su opinión, no sería viable en el contexto actual de la Unión Europea debido a las restricciones y normativas que complicarían su implementación.
Firme defensor de la monarquía, es una figura ligada a la institución, y si esta existiera aún en Francia, él sería Luis XX. Como comentó en una entrevista, «el Rey lo es de todos los españoles». Además, cumple un rol importante como presidente de honor de la Fundación Francisco Franco, donde, siempre que tiene oportunidad, resalta los logros que, según él, dejó el régimen de su bisabuelo. Fue uno de los que trasladaron los restos de Franco desde el Valle de los Caídos. En varias ocasiones, ha defendido que la Fundación sigue siendo relevante, ya que mantiene vivo el recuerdo de los «logros de todo tipo» de Franco, como «los hospitales, las carreteras, la Seguridad Social, la paga de Navidad», que, según él, continúan beneficiando a la sociedad española hoy en día.