La faceta desconocida de Vargas Llosa que descubre su hija Morgana

Sin filtros, Morgana, la única hija de Mario Vargas Llosa, compartió una emotiva despedida a su padre apenas una semana después de su fallecimiento, ocurrido el 13 de abril. En un mensaje en Twitter, acompañado de un video lleno de momentos íntimos del escritor y exnovio de Isabel Preysler, la hija del Nobel de Literatura rindió homenaje a su legado y a la valiosa herencia familiar que dejó atrás.

«Ahora me toca aprender a vivir en este mundo sin ti. Sé que volveré a escuchar esa risa y que bailaremos juntos otra vez», expresó, en una mezcla de dolor y gratitud.

Entre los clips y fotos que acompañan el tuit, se despliega una emotiva recopilación de recuerdos que nos acercan al verdadero Mario. En estas imágenes, vemos al literato en su juventud, disfrutando de vacaciones en familia, viajando por el mundo y abrazando a sus seres queridos con una sonrisa genuina que refleja su lado más cariñoso y paternal. Estas fotografías, cargadas de momentos irrepetibles, nos revelan una faceta del autor mucho más íntima, alejada de su imagen pública, mostrando al hombre que, en privado, se entregaba por completo a su familia con una devoción profunda.

En estos recuerdos es donde encontramos al hombre de familia, feliz y rodeado de sus seres queridos, en diversos rincones del mundo. También podemos verlo en los primeros años de su matrimonio con Patricia Llosa y junto a sus nietos. Sin embargo, lo que realmente destaca es que, además de ser una figura monumental de la literatura, Vargas Llosa era un hombre profundamente «disfrutón», con un sentido del humor afilado y una capacidad contagiante para disfrutar de la vida.

Uno de los momentos más especiales que se revelan en el video muestra al autor en la boda de Morgana con su compañero sentimental, Stephan Reich, en 2006. En esa celebración, padre e hija compartieron risas, abrazos y, por supuesto, se lanzaron a la pista de baile, mostrando una complicidad y felicidad evidentes. Vargas Llosa, dejándose llevar por el ritmo con una sonrisa amplia, se aleja de la imagen solemne que muchos podrían tener de él, demostrando que, además de ser un autor admirado, también sabía disfrutar de los momentos más simples y divertidos de la vida.

Este no es el único ejemplo del autor de «La ciudad y los perros» lanzándose a la pista de baile. En marzo de 2023, durante la preboda de su nieta en Lima, participó con entusiasmo en la fiesta, moviéndose al ritmo del huayno, una danza tradicional peruana. Esta escena fue capturada en video y compartida por su hijo Álvaro en redes sociales, mostrando una faceta más desinhibida y jovial del autor.

Volviendo al álbum que su hija comparte, ella lo acompañó con una emotiva carta: «Los que me conocen saben que me expreso mejor con imágenes, pero esta vez no quiero dejar de agradecer las innumerables muestras de cariño que hemos recibido estos días. Mensajes escritos con tanto amor, anécdotas, fotografías, regalos, flores...» Morgana, nacida el 16 de enero de 1974, es la hija más discreta de los tres hijos que tuvo con Patricia Llosa. A diferencia de sus hermanos, ha preferido mantenerse alejada del foco público. Se graduó en Historia por la London School of Economics y trabaja como fotógrafa profesional. Y gracias a ella, ahora descubrimos la «cara B» de su padre.

Estos momentos compartidos son un verdadero tesoro, porque el maestro de la narrativa contemporánea siempre mantuvo una relación ambigua con la fama. Aunque su nombre era reconocido mundialmente y su obra literaria lo había colocado entre los más grandes, él nunca buscó protagonismo ni se sentía cómodo con la atención que la fama implicaba. De hecho, se podría decir que la odiaba con la misma intensidad con la que amaba la literatura. Para él, los libros y su pasión por escribir eran su refugio, y siempre trató de mantener su vida personal alejada del foco mediático.