Mercedes Fórmica, la abogada que cambió la ley y cuya memoria borra «Kichi» en Cádiz
La abogada empezó una larga batalla para cambiar el Código Civil y pedir la igualdad jurídica de la mujer
Hace tiempo, el alcalde de Cádiz ordenó retirar el busto de la abogada Mercedes Fórmica, cuyo delito fue promover el cambio de 66 artículos del Código Civil en favor de la igualdad de derechos de la mujer. José María González Santos, «Kichi» para los colegas, la castigó por no ser de izquierdas.
El golpe que marcó a Fórmica le llegó en 1933, cuando su padre pidió el divorcio. La sentencia del juez de la II República decretó la residencia forzosa de Amalia, madre de Mercedes, en Madrid. En Reflexiones sobre el divorcio, Mercedes Fórmica recuerda la Ley de Divorcio de la República, del 2 de marzo de 1932, en especial su artículo 44, que creaba la nefasta figura del depósito de la mujer por la que el marido separado podía meter a su esposa en un convento, en la casa de sus padres o en el lugar que le diera la gana.
El artículo del escándalo
Cuando en un proceso de separación Fórmica reclamó para su clienta que fuera el hombre quien abandonara el domicilio, el juez gritó: «Está usted loca. ¿Cómo podemos tolerar que un hombre salga de su casa?». Entonces, la abogada comenzó una larga batalla por cambiar el Código Civil emanado del siglo XIX. En su reivindicación no estaba sola. En el libro La familia según el Derecho natural y cristiano, el cardenal Isidro Gomá escribió: «Estará en su punto poner de relieve el desnivel bochornoso a que el Código Civil ha relegado a la mujer y a la madre española». También el presidente del Tribunal Supremo José Castán Tobeñas pedía esa reforma: «Ha de tenderse a dar mayor amplitud a los derechos de la mujer, sobre todo en la esfera patrimonial» (Abc, 18.09.1954, p. 16).
Mercedes Fórmica rompió el fuego con su artículo El domicilio conyugal, que salió publicado en ABC el 7 de noviembre de 1953: «Hora es ya de prevenir en lugar de lamentarse (…) cuando se pretende implantar una reforma justa». Fórmica continúa recordando que en el congreso de abogados de 1952 fueron los letrados sacerdotes quienes más se inclinaron por la reforma.
Jaime Guasp, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Central, salió en defensa de Fórmica: «El problema de la igualdad jurídica de la mujer, que Mercedes Fórmica ha aireado tan oportunamente, haciendo brillante honor a la doble calidad de su profesión y de su sexo, merece, desde luego, una atención pública superior hasta la que ahora ha disfrutado» (ABC, 28/11/1953). El 22 de noviembre de ese año, en el mismo medio, en un artículo sin firma en la página 48, ABC defiende los argumentos de la abogada Fórmica, señalando que el problema es una influencia lejana del Derecho romano. Cuatro días más tarde, en el mismo medio, el catedrático Ursicino Álvarez realiza una defensa del Derecho romano por suponer que salvaguarda a la mujer. El antiguo decano de Derecho de la Universidad Central, Eloy Montero, defiende la inmutabilidad del Código, aunque pide más poder para que los jueces decidan en cada caso. Juan Vallet de Goytisolo apoya a Montero y denigra el «patetismo realista de Mercedes Fórmica» (ABC, 12/12/1953).
Antonio Hernández Gil, profesor de Derecho Civil, escribe que «el Código Civil, que hoy resulta poco progresivo en este punto, tuvo la aspiración de proteger el estatuto jurídico de la mujer. Ciertas diferencias de trato no están basadas en una falta de consideración hacia ella, sino en el propósito de dispensarla una particular tutela». (ABC, 26/11/1953). El abogado José María Ruiz Gallardón (ABC, 02/12/193) apoya a Fórmica. En el diario ABC, del 4 de diciembre de ese año, bajo el título La capacidad jurídica de la mujer, en la página 37 escribía Joaquín Calvo Sotelo: «La situación de la mujer, respecto de la titularidad del domicilio conyugal, puesta de relieve en un artículo, cuya onda explosiva no ha cesado aún, por Mercedes Fórmica, que aúna la sagacidad de la escritora con la formación de la abogada, no es sino un caso, entre otros parecidamente sangrantes, aunque muy típico y bien elegido, del tono peyorativo con que el legislador español acostumbra a pronunciarse al ordenar el estatuto jurídico femenino (…) La piedra lanzada por Mercedes Fórmica ha servido para agitar las aguas casi estancadas».
En la misma página, Alfonso García Valdecasas reconoce que la mujer está excluida de muchas funciones públicas como notario, diplomático, juez y otras y augura un cambio a favor de la misma. El cuñadísimo Ramón Serrano Súñer admite que es necesaria una «aclaración legal suficiente (…) en el supuesto a que aludía el abogado Mercedes Fórmica de Llosent en su reciente artículo (…) no sólo en punto a las cuestiones que plantea el problema del domicilio conyugal sino con todas las que se refieren al deber de convivencia que las leyes imponen al marido y a la mujer, el Código Civil español mantiene un criterio demasiado restrictivo» (ABC, 06/12/1953).
El resumen fue publicado por Antonio Garrigues Díaz: «Mercedes Fórmica ha logrado atraer hacia el tema de la igualdad jurídica de la mujer la atención de nuestros mejores profesionales del Derecho. Pero ha logrado todavía más, y ha sido el despertar con ese mismo tema la atención de los no profesionales de los hombres y las mujeres en general, es decir, de lo que se llama la opinión pública» (ABC, 19/12/1953).
Eco en la prensa mundial
La prensa española dio una gran repercusión a la encuesta de ABC a raíz de El domicilio conyugal. Destacamos al semanario de humor La Codorniz que publicó una Sentencia dictada contra doña Mercedes Fórmica, donde se responsabilizaba al famoso artículo de «actuar de despertador e interrumpir el luengo sueño del Código Civil».
New York Times publicó el 5 de diciembre de 1953 una larga crónica sobre el artículo de Fórmica. Asimismo, recogieron la noticia Daily Telegraph y la revista gráfica Times, que le dedicó una página (07/12/1953). La revista Holiday dedicó un reportaje monográfico bajo el epígrafe de «World of women». El nombre de Mercedes Fórmica se incluía junto al de la reina Federica de Grecia, la doctora Han Suyin de Singapur y la científica norteamericana Eugenie Clark. El reportaje fotográfico corrió a cargo de la agencia Magnum. Su director, Robert Capa, ordenó a la fotógrafa Inge Morath: «Tú irás a España. Tienes que ver a una mujer extraordinaria. Se llama Mercedes Fórmica, es abogada y defiende a las mujeres que no se pueden separar de sus maridos. España es tu país».
Seguiré luchando en defensa del más débil, que, con respecto a las leyes actuales, es siempre la mujer
Sunday Mail (13/12/1953), junto a una foto de Mercedes Fórmica, la describe como «una de las pocas mujeres que han roto las restricciones del pasado y roto los tabúes para terminar una carrera». También recoge una declaración de Fórmica: «Los derechos de la mujer es un tema impopular, especialmente entre los hombres mediocres». El artículo termina con esta frase escuchada a un madrileño: «Creo que empieza un gran lío. Gracias a Dios mi mujer nunca lee los periódicos».
El artículo de Fórmica también tuvo repercusión en La Prensa de Buenos Aires, el brasileño Diario Carioca, El Colombiano, Visión de México, el cubano Mañana, el suizo Die Weltwoche, el alemán Kolner Stad Anzeiger, el italiano Oggi o el inglés British Telecom. El 8 de enero de 1954, el Morning Herald recogía una nota de la agencia Reuters mencionando a la abogada Mercedes Fórmica proponiendo un cambio en las medidas legales de separación y las muchas cartas de apoyo recibidas.
Josefina Carabias recoge el caso del hombre que apuñaló doce veces a su mujer y salió libre. Hablaba la periodista con Fórmica de las dos opciones que tenía esa mujer al salir del hospital: irse a casa a convivir con quien la apuñaló una docena de veces o irse con sus hijos a vivir debajo de un puente (ABC, 12/01/1954).
El Día del Estudiante Caído de 1954, ABC recogía la convocatoria de una intervención de Mercedes Fórmica en el Círculo Medina de Madrid. Al día siguiente, la escritora y abogada habló de la situación jurídica de la mujer en ese foro: «Yo arrostro con gusto esa impopularidad, la cargo sobre mis hombros y, aún con ese peso, seguiré luchando en defensa del más débil, que, con respecto a las leyes actuales, es siempre la mujer». La conferencia, en el diario Informaciones, fue calificada por Josefina Carabias como «curso de inteligencia». Tres días después, Antonio Iturmendi, ministro español de Justicia, en una entrevista en el ABC de Sevilla, recibía con agrado la encuesta del periódico respecto a los cambios propuestos por Fórmica en el Código Civil y reconoce que «hoy se impone como regla general en el derecho civil privado la igualdad jurídica de los sexos». Añade también que «la campaña suscitada por Mercedes Fórmica desde las columnas de ABC ha motivado exposiciones y debates, despertando la atención de la opinión y centrándola sobre un tema que hasta ahora no había logrado tanta resonancia».
La entrevista con Franco
En Espejo roto y espejuelos, Mercedes Fórmica escribía que parte de la Sección Femenina se alineó con ella, y destacaba que la mediación de Pilar Primo de Rivera fue esencial para conseguir la entrevista con el general Franco, el 10 de marzo de 1954. Llegó al palacio del Pardo acompañada por el sacerdote Honorio Alonso; el director del Instituto de Estudios Políticos, Javier Conde, y la fotógrafa Inge Morath. En el encuentro, Franco manifestó estar informado. Cuando hablaron de la necesidad del consentimiento de la esposa en trance de separación para disponer de los bienes gananciales, el General fue más allá: «El consentimiento debe exigirse en todo momento. Con separación y sin separación». Franco conocía en carne propia lo que era ser hijo de padres separados y sus problemas. Cuando era cadete y la pensión paterna no llegaba a tiempo, Franco tuvo que pedir fiado en las tiendas. Al terminar la audiencia, el Caudillo le aconsejó que fuese a ver al ministro de Justicia, Antonio Iturmendi. Fórmica cuenta esa reunión en Espejo roto y espejuelos: «Me recibió con una forzada sonrisa: ¡Ya sé! ¡Ya sé! El Caudillo ha telefoneado y ha expresado su interés por la reforma».
Lo que en un tiempo pudo ser un acierto, en otra época puede ser un error
El 31 de marzo de 1954, en la página 9 de ABC, Carmen Llorca rompía una lanza a favor de nuestra abogada: «¿Por qué tanta callada pasión ha estallado al plantear Mercedes Fórmica el tema de la situación jurídica de la mujer?». Tras hacer un breve repaso histórico de los vaivenes, Llorca concluye que «lo que en un tiempo pudo ser un acierto, en otra época puede ser un error».
La campaña en pro de los derechos legales femeninos produjo otro debate interno entre las propias mujeres. Hubo algunas que atacaron furibundas a Fórmica, tanto que ABC reconocía haber suprimido párrafos de la carta de Elena de Zayas, que califica de alborotador y filofeminista el artículo de Fórmica (ABC, 08/04/1954) y la llena de acusaciones prescribiendo que «hay que dejar sentado que el fin normal de la mujer es el hogar». La periodista Marichú de la Mora, también vieja guardia de Falange como Fórmica, puso nombre a los dos bandos: el de La Buena Juanita y el de la Reforma del Código, en un artículo publicado en el Diario de Navarra, el 24 de agosto de 1956: «Las mujeres españolas andan algo revueltas desde que el ilustre letrado y encantadora mujer Mercedes Fórmica lanzó a la popularidad el grito de alarma sobre los pisoteados derechos femeninos en caso de desavenencias conyugales».
El cambio de 66 artículos del Código Civil
Al año siguiente, el ministro de Justicia hace unas declaraciones ante Juan Manuel Fanjul (ABC, 04/08/1957), anunciando que ha comenzado el proceso de cambio en el Código Civil porque «lo que en definitiva pretenden el Movimiento, el Caudillo y su Gobierno es edificar un auténtico Estado de Derecho». El articulista recuerda que todo ese proceso se inició con el artículo de la abogada Fórmica y el ministro desvela que «el Gobierno va paulatinamente procediendo a una revisión metódica del Código Civil».
Las Cortes españolas aprobaron el 24 de abril de 1958 la reforma de sesenta y seis artículos del Código Civil, la mayor sufrida por este cuerpo legal desde su promulgación en 1888 hasta entonces.
Mercedes Fórmica fue pionera en la
lucha por los derechos de la mujer
El jurista Garrigues calificó la reforma de «reformica» en honor a su instigadora en Blanco y Negro (25/07/1959). La abogada contestó riéndose, cuenta Natalia Figueroa (ABC 27/04/1997).
El 14 de julio de 1958 ofrecen un homenaje a Mercedes Fórmica, en el madrileño hotel Savoy, «por su campaña perseverante en pro de los derechos de la mujer española». Asistieron, entre otros, Pilar Primo de Rivera, Conchita Montes, Torcuato Luca de Tena, Fernando Álvarez de Miranda y Mercedes Sanz Bachiller.
Miguel Soler Gallo escribe: «Trabajos como los de María Laffite, condesa de Campoalange, o Lidia Falcón, entre otros, recogen esta revolucionaria reforma y citan a Mercedes Fórmica como pionera en la lucha por los derechos de la mujer, en un tiempo tan reacio a cualquier avance de la mujer como fue el franquismo». Rosa Regás admite que Fórmica fue «quien logró que en los textos jurídicos de la época franquista se sustituyera 'casa del marido' por 'hogar conyugal', lo que contribuyó también a que tras la separación conyugal la mujer pudiera disfrutar de la casa donde habían vivido ambos cónyuges. Eliminó asimismo la degradante figura del 'depósito de la mujer', un derecho que tenía el marido de depositar a su mujer en la casa de los padres o en un convento, y ayudó a que se limitaran los poderes casi absolutos del marido para administrar y vender los bienes matrimoniales, igual que el derecho a las viudas que volvían a casarse a mantener la patria potestad sobre sus hijos.»
No fue la única lucha de Mercedes Fórmica. Pero esa ya es otra historia.