El ADN de Toro Sentado confirma la existencia de un descendiente vivo
Es la primera vez en la historia que se utiliza la información genética de una persona que falleció hace muchos años para demostrar el vínculo familiar entre un posible descendiente y una figura histórica
Gracias a un nuevo método para analizar los linajes familiares con fragmentos de ADN de personas muertas hace muchos años, los científicos han logrado confirmar el parentesco de un hombre de Dakota del Sur con Toro Sentado, el famoso líder nativo americano del siglo XIX.
Acaba de confirmarse que Ernie LaPointe, de 73 años, originario de Lead, en Dakota del Sur, era familiar de Toro Sentado, el indígena que murió en 1890. Esta confirmación ha sido posible gracias al ADN que los investigadores extrajeron del mechón de pelo que se encontraba guardado en el Instituto Smithsoniano, en Washington D.C.
LaPointe ya dijo en varias ocasiones que tanto él como sus hermanas eran los descendientes más cercanos del líder de la resistencia de los nativos americanos, famoso por aniquilar al general George Custer y sus hombres en la batalla de Little Bighorn, en 1876.
Una resistencia armada contra los estadounidenses
Toro Sentado nació en 1831 en el territorio del río Grande, en Dakota del Sur. Pertenecía a la tribu siux hunkpapa. A mediados del siglo XIX, la tribu se vio amenazada por la expansión de Estados Unidos hacia el oeste. En 1856, al terminar la guerra de Secesión americana, el jefe de la tribu, Nube Roja, comenzó una resistencia armada en la que realizó varios ataques fuertes al ejército estadounidense establecido en la zona.
En 1866, con 35 años, Toro Sentado se convirtió en el jefe principal de los lakotas junto con Nube Roja. Dos años más tarde consiguieron firmar un acuerdo por el que concedía a los indios un vasto territorio al oeste del río Misuri. Sin embargo, este acuerdo duró muy poco.
En 1875, las tierras que habían cedido los colonos a los indios no eran muy fértiles, las provisiones que recibían del gobierno eran cada vez más escasas y, tras el descubrimiento de grandes cantidades de oro en el territorio considerado sagrado de los indios, el Gobierno estadounidense creó la comisión para comprar las Colonias Negras. Al negarse rotundamente, los sioux se vieron obligados a recluirse en la reserva y si no lo hacían serían considerados hostiles. Toro Sentado rechazó la orden de recluirse y junto con otros guerreros les declaró la guerra.
La leyenda del gran líder
Toro Sentado reunió a unos 7.500 indios en una zona fértil junto al río Little Bighorn. Además de ser un gran guerrero, también tenía el supuesto don de profetizar el futuro, y después de realizar durante varios días un ritual religioso, comunicó a su tribu la visión que había tenido de la llegada de numerosos soldados a los que su tribu daría fin.
Y efectivamente, el famoso Séptimo de Caballería, regimiento estadounidense capitaneado por el general Custer –héroe en la Guerra de Secesión americana–, apareció frente a su campamento.
Los indios estaban en su terreno, contaban con más efectivos que los estadounidenses –1.500 guerreros siux frente a unos 630 soldados– y con rifles de repetición, y debido al fallo que cometió Custer al dividir su regimiento en tres batallones, debilitando así su defensa, Toro Sentado no solo consiguió rechazar el ataque estadounidense, sino también acorralar al Séptimo de Caballería y aniquilarlos tras una sangrienta lucha.
Nuevo método de investigación con ADN
Según explica el medio británico The Times, los científicos han tardado 14 años en hallar una forma de extraer ADN utilizable de la muestra de pelo de Toro Sentado. Esta nueva técnica, ideada por un equipo dirigido por Eske Willerslev, director del Centro de Geogenética de la Fundación Lundbeck en la Universidad de Cambridge, utilizó ADN autosómico en los fragmentos genéticos tomados del mechón.
«El ADN autosómico es nuestro ADN no específico de género. Logramos localizar cantidades suficientes de ADN autosómico en la muestra de cabello de Toro Sentado y compararlo con la muestra de ADN de Ernie Lapointe y otros Lakota Sioux, y nos encantó descubrir que coincidía», explicó Willerslev.
El equipo de científicos explica que este nuevo método abre una nueva puerta en la investigación capaz de demostrar los vínculos familiares entre una persona viva y figuras históricas. Gracias a este nuevo método, Lapointe, el bisnieto de Toro Sentado, podrá solucionar el conflicto sobre el lugar de enterramiento de su bisabuelo.