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El protagonista de V de Vendetta, adaptación cinematográfica del cómic de Alan MooreWarner Bros

La conspiración del 5 de noviembre

¿Quién fue Guy Fawkes? La historia real que inspiró 'V de Vendetta'

El hombre enmascarado convertido en icono del movimiento Anonymous fue realmente un católico británico que luchó en los Tercios españoles

Podría afirmarse, sin temor a errar, que la figura histórica de Guy Fawkes era prácticamente desconocida en España antes de que llegara al cine la película titulada V deVendetta, basada en los cómics del mismo nombre. Y, como más tarde ocurrió con la película 300, basada también en un cómic, no pudo dar peor visión de la realidad. 

En Gran Bretaña, por otro lado, y más concretamente en Inglaterra, conocían muy bien a Guy Fawkes, mucho antes de la publicación de los cómics o del estreno de la película en 2005, pues recuerdan la llamada Conspiración de la pólvora cada 5 de noviembre, desde el siglo XVII, en la conocida como Bonfire Night, cuando se recita el famoso poema popular que arranca con el:

Remember, remember!

The fifth of November…

Dicha conspiración, supuestamente orquestada por los católicos ingleses entre 1604 y 1605 (supuestamente, ya que toda la información se obtuvo bajo tortura), pretendía hacer estallar con ingentes cargas de explosivos el Parlamento inglés, controlado por políticos anglicanos y protestantes que, desde 1559, la reina Isabel I había asegurado en los cargos mediante el Decreto de Supremacía y el Acta de Uniformidad.

La verdad es que no hay certeza de que la conspiración fuera real y no un mero truco del Gobierno para quitarse de encima disidentes políticos, pues esto eran los católicos desde la época del reinado de Enrique VIII. Pero, lo que sí es cierto, es que el acontecimiento, real o ficticio, sirvió como acicate nacionalista en que se aunaban las ideas de buen inglés y anglicano, identificando al católico como el enemigo de la nación, cuyo objetivo era socavar los cimientos de la autoridad y del Estado.

La famosa máscara de 'V de Vendetta' utilizada también por AnonymousAlan Moore-David Lloyd

Esta visión politizada de Guy Fawkes dada por la monarquía británica desde el siglo XVII, en que dicho enemigo encarnaba el anarquismo y el desorden, fue tomada por unos guionistas de cómics sumamente inteligentes que explotaron al máximo no al personaje, sino la idea que de él se tenía. 

Es por ello que hoy puede verse en las calles de nuestro antes católico país la máscara que representa el caos y el desorden en caras con muy pocas arrugas que creen estar desafiando a la autoridad, sin darse cuenta que no participan sino de una orquesta muy bien montada.

Guy Fawkes, soldado de los Tercios

La realidad de Guy Fawkes no fue otra que la de uno de esos católicos que tuvo que exiliarse debido a las cruentas persecuciones llevadas a cabo por Isabel I de Inglaterra. Así, como otro de tantos que tuvieron que abandonar las Islas, Guy Fawkes decidió unirse a los ejércitos españoles en Flandes, pasando a engrosar un Tercio español para luchar contra los protestantes en los Países Bajos. 

No sería descabellado pensar, pues, que su recuerdo de las persecuciones en Inglaterra y sus años al servicio del rey de España desembocaran en una descarnada aversión, tanto de Fawkes como de sus compañeros, contra los anglicanos y protestantes ingleses. 

La persecución contra los católicos, además de activa y cruenta, también fue pasiva, ya que se excluía a los católicos de la vida pública mediante el veto a su ejercicio de cualquier cargo oficial y a su entrada en el Parlamento como representantes, convirtiéndose así los católicos «públicos» en ciudadanos de segunda (ya que hubo numerosos criptocatólicos que, tras las políticas de purga de Isabel I, optaron por mantener su fe en la clandestinidad mientras en público decían profesar la fe de la Iglesia de Inglaterra).

Edmund Burke, uno de los mayores políticos y oradores de la historia británica, irlandés de origen, tuvo que luchar ardientemente todavía a finales del siglo XVIII para revocar dicha injusticia, y que al menos se reconociera el derecho a voto de los católicos.

En cualquier caso, vemos cómo Guy Fawkes no se asemejó en nada a alguien que persiguiera el caos y la anarquía, como hoy creen muchos, sino más bien lo contrario, alguien lleno de anhelos de justicia, lo que, ciertamente, pudo conducirle, a él y a otros, a buscar venganza, cuestión que siempre le desaconsejaron los padres jesuitas con los que Fawkes trató, tanto en Flandes como en España e Inglaterra. 

Fuera la Conspiración de la pólvora real o una farsa, lo cierto es que Fawkes sufrió un destino cruel por enfrentarse a la tiranía, al pensamiento único y a la intolerancia de Westminster, lo que sí se reflejó en la historia del cómic.