España enseña los dientes a Marruecos: la demostración naval de Agadir
Ante el aumento de guerrilleros marroquíes y sus ataques a las guarniciones españolas frente a Ifni, y para prevenir los ataques que se preveían, España realizó un desfile de fuerzas para evitar males mayores
En tiempo del Protectorado español en Marruecos los lugareños decían con cierto sarcasmo que «Los ingleses pagan, los franceses pegan, los españoles ni pagan ni pegan». Esta visión de España por parte de nuestro vecino del sur ha hecho que desde que lograron la independencia siempre hayan estado provocando a los distintos gobiernos españoles para saber hasta dónde estaban dispuestos estos a llegar para defender sus legítimos intereses.
Marruecos había accedido a la independencia en 1956 siendo su rey Mohamed V. Su hijo, el futuro Hassan II, un joven y ambicioso príncipe heredero, deseaba convertir a Marruecos en la dueña y primera potencia del Gran Magreb. Soñaba con expulsar a los españoles de sus posesiones de Ifni y Sáhara como primer paso para lograr un nuevo imperio. Sueños que no solo chocaban con los intereses de España, también con los de sus vecinos de Argelia y Mauritania y, luego, con los legítimos deseos de formar una nación independiente y soberana de los saharauis. Estas tensiones se prolongan desde hace más de medio siglo hasta la actualidad y una vez más afectan a España, como se ha podido comprobar con el cierre del gaseoducto que desde Argelia suministraba gas a España a través de Marruecos o las olas de inmigrantes que asaltan las fronteras españolas de forma continua.
Para lograr sus sueños expansionistas, Marruecos creó el llamado Ejército de Liberación, brazo armado del nacionalismo marroquí. Había nacido dentro del Protectorado español, tolerado por las autoridades españolas, ya que, en un primer momento, sus acciones se centraban contra la zona francesa de Marruecos. España miraba a otro lado para mantener la paz en su protectorado y para devolver a los franceses la larga lista de afrentas que desde siempre cometían contra España: venta de armas a los rifeños en los años 20, ataque del maquis desde territorio francés al terminar la Segunda Guerra Mundial, declaración unilateral de la independencia de Marruecos, etc. Estas guerrillas del Ejército de Liberación terminaron volviéndose contra España cuando Marruecos obtuvo su independencia, provocando el comienzo, en la primavera de 1957, de la guerra de Ifni-Sahara.
Ante el aumento de fuerzas guerrilleras marroquíes y de sus ataques a las guarniciones españolas del África Occidental Española, frente al enclave español de Ifni y para prevenir los ataques en fuerza que se preveían, Franco tomó la decisión de ordenar una acción naval en prevención de males mayores. Franco era consciente de quienes estaban detrás de los ataques a las tropas españolas. Legionarios y Regulares aún no habían dejado sus acuartelamientos en el antiguo Marruecos español. España quería dar una muestra de fuerza sin tener que ordenar a sus tropas de los acuartelamientos de Larache, Tauima o Dar Riffien que comenzasen una guerra abierta contra Marruecos. Desde Madrid se preparó una demostración naval. A las costas marroquíes fue enviada una escuadra mandada por el vicealmirante Nieto Antúnez compuesta por los cruceros Canarias y Méndez Núñez y los destructores José Luis Díez, Gravina, Escaño y Almirante Miranda.
A media mañana del día 7 de diciembre de 1957 el grupo de combate de la Armada formó en línea y comenzó a navegar frente a la costa de Agadir con rumbo norte. En la escuadra se tocó zafarrancho de combate y los cañones cargados apuntaron hacia tierra. La escuadra dio una segunda pasada frente a Agadir a menos distancia del puerto mientras sus cañones ostensiblemente seguían apuntando a tierra. Aunque estos buques eran veteranos de la Guerra Civil y estaban anticuados, su poder artillero –el Canarias con sus ocho cañones de 203 milímetros– resultaba mortal para los marroquíes, que se limitaron a movilizar fuerzas de infantería y blindados en previsión de un desembarco español. Tras la demostración de fuerza los buques españoles volvieron a aguas de Ifni y el Sahara. Las guerrillas bajaron su presión sobre las posiciones defensivas españolas.
A lo largo de ocho meses de combates el ejército español logró una victoria total sobre los guerrilleros marroquíes. Hassan II tendría que esperar al año 1969 para hacerse pacíficamente con el enclave de Sidi Ifni y hasta 1975, nada más morir Franco, para apropiarse del Sahara, provocando el actual conflicto entre Marruecos y los saharauis que sigue sin resolverse.
En Agadir España hizo una demostración de fuerza que sirvió para evitar males mayores. En la interminable guerra de Marruecos (1907-1927) y luego en la guerra de Ifni-Sahara (1957-1958) España enseñó los dientes y defendió con sus fuerzas armadas sus posesiones africanas. Eran otros tiempos.