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Joseph Wenzeslaus, conde de Radetzky

Concierto de Año Nuevo de Viena 2022

La historia de la 'Marcha Radetzky': la última pieza imperialista del Concierto de Año Nuevo que ideó Goebbels

La pieza de Strauss cierra todos los años el concierto de Año Nuevo de Viena, que se celebró por primera vez el 31 de diciembre de 1939 por iniciativa del nazi Joseph Goebbels

Tengo serias dudas sobre si los espectadores del sensacional y carísimo concierto de Año Nuevo de Viena son consciente de lo que jalean y aplauden –especialmente los japoneses– cuando se lanzan con pasión a corear la Marcha Radetzky.

Las piezas que vemos y oímos en televisión el 1 de enero (el concierto del 31 al caer la noche) son fundamentalmente obras de la familia Strauss (Johann Strauss, el padre e hijo, Josef Strauss y Eduard Strauss). Una vez interpretado el programa oficial, es tradicional terminar con las propinas, el vals de El Danubio Azul de Johann Strauss hijo, seguido de la Marcha Radetzky de Johann Strauss padre. Ambas piezas simbolizan la esencia del Imperio Austriaco. La primera, el corazón y el espíritu de la Viena de siempre. La Marcha Radetzky, la victoria del Antiguo Régimen sobre la revolución.

El concierto de Año Nuevo de Viena se celebró por primera vez el 31 de diciembre de 1939 por iniciativa del entonces todopoderoso ministro de Ilustración Pública y Propaganda de la Alemania nazi, Joseph Goebbels. Austria había sido anexionada por Hitler en marzo de 1938. Este concierto nació como un homenaje de las provincias orientales al III Reich. Pocas semana antes, el 1 de septiembre de 1939, Alemania había invadido, de acuerdo con la URSS, Polonia. El III Reich se encontraba exultante por su rotunda victoria.

El primer concierto de 1939 fue dirigido por Clemens Krauss, íntimo amigo de Goebbels. Se interpretaron obras de Johann Strauss (hijo), a excepción de la Pizzicato Polka, compuesta al alimón entre él y su hermano Josef, terminando el concierto con la obertura de Die Fledermaus. No se interpretaron ni El Danubio Azul ni la Marcha Radetzky.

El segundo concierto, que ya fue el 1 de enero de 1941, se celebró bajo el nombre de Concierto de Año Nuevo. Krauss se hizo cargo de la dirección del concierto cada año hasta su muerte –salvo dos años en los que cedió la batuta a Josef Krips– en mayo de 1954. Durante estos años se consolidó el que sería por mucho tiempo el repertorio habitual a base de obras de los Strauss. En 1944 se interpretó por primera vez El Danubio Azul.

El III Reich se rindió el 7 de mayo de 1945, recobrando Austria su independencia, con la enorme fortuna de caer en la parte occidental de la Europa partida por el Telón de Acero.

En 1946 sonó por primera vez la marcha

En 1946 se interpretó por primera vez la Marcha Radetzky, escrita por Strauss padre en 1848 en honor de uno de los grandes soldados de los Habsburgo, el conde Joseph Wenzel Radetzky, pieza con la que se celebraba su rotunda victoria sobre los revoltosos italianos en la batalla de Custoza. ¿Se incorporó al concierto casi un siglo después de ser escrita para recodar la victoria de los emperadores de Austria sobre los revolucionarios o para celebrar que Austria volvía a ser un nación independiente como había sido siempre? La Marcha, desde sus primeras interpretaciones, alcanzó gran popularidad como expresión del nacionalismo austriaco, aunque, debido a la decidida posterior participación de Radetzky en la represión del movimiento revolucionario en Austria, su marcha fue considerada por algunos como un himno contrarrevolucionario. En cualquier caso, junto al El Danubio Azul y al tema de Rainhard Fendrich I am from Austria, la Marcha Radetzky sigue siendo considerada como uno de los himnos oficiales de Austria.

En el 2020, la Filarmónica de Viena, dirigida por Andris Nelsons, decidió retocar los arreglos hechos por el músico Leopold Weniger sobre la Marcha Radetzky. Weniger era miembro del Partido Nazi desde el 1 de febrero de 1932 con número de afiliado 906.408. Durante la etapa hitleriana trabajó en el departamento de cultura del NSDAP del distrito de Leipzig y en la sección local de la Nationalsozialistischen Kulturgemeinde como miembro de la Liga en Defensa de la Cultura Alemana. Compuso obras como Ein Melodram aus der schweren Zeit der deutschen Schicksalswende (Drama musical sobre la difícil época de cambio en el destino de Alemania). Hizo los arreglos del himno del partido nazi Horst-Wessel-Lied. Fue autor de Sieg Heil! 43 SA-Marsch- und Kampflieder, (¡Sieg Heil!, canto y marcha de combate de las SA), así como de los himnos Sturmführer-Marsch y del himno hitleriano Gott sei mit unserem Führer (Dios esté con nuestro Führer), etc. Como consecuencia de los retoques de 2020, la marcha ha tomado un aire más festivo y menos marcial de como fue concebida.

La carrera militar del conde Radetzky

Radetzky era un soldado en toda la extensión de la palabra; herido en siete ocasiones, había perdido nueve caballos en combate. El conde Johann Josef Radetzky había nacido en 1766 en Trebnice, Bohemia. Era de origen checo aunque se consideraba germano.

Comenzó su larga carrera militar combatiendo contra los turcos. En 1795 Radetzky participó en las guerras revolucionarias francesas, en el frente del Rin. Estuvo en la batalla de Fleurus (1794) en la que dirigió una carga de caballería a través de las líneas francesas en la lucha por Charleroi. Participó en los combates de Valeggio sul Mincio donde, con unos pocos húsares, rescató al mariscal Beaulieu de manos enemigas para luego combatir en la batalla de Marengo (1800) siendo ya coronel. Aquí recibió cino heridas de bala. En marzo de 1805 recibió en Ulm la noticia de su ascenso a mayor general y su destino a Italia a las órdenes del Archiduque Carlos para tomar parte en la campaña de Caldiero. En 1809, siendo teniente general, luchó en la batalla de Wagram y en 1810 recibió la comandancia de la orden de María Teresa y el coronelato del 5° de húsares de Radetzky. Tuvo un papel destacado en la derrota de Napoleón en Leipzig. Entró en París al frente de sus hombres en marzo de 1814.

Una oleada de revoluciones liberales volvió a azotar Europa a mediados del siglo XIX. En Italia, una temporada de malas cosechas, escasez de alimentos y una subida generalizada de precios alentó el espíritu revolucionario de muchos italianos, lo que provocó un motín popular en Milán. Con sus tropas austriacas, Radetzky se lanzó a sofocar el levantamiento, aunque las estrechas calles de la ciudad favorecieron la insurrección, lo que obligó a la guarnición austriaca a retirarse hacia el castillo de los Sforza. La situación en Italia se agravó cuando los gobernantes de los ducados amigos de Viena fueron obligados a huir por los revolucionarios. En Venecia se proclamó la república. Aprovechando esta situación, el rey Carlos Alberto del Piamonte declaró la guerra a Austria.

Episodio de los cinco días de Milán, 18-22 de marzo de 1848. Cuadro de Baldassare Verazzi

En Viena cundió el pánico. El canciller Metternich presentó su dimisión, y un nuevo gobierno sugirió a Radetzky, máximo jefe de las tropas austriacas en Italia, que renunciase a la Lombardía y que hiciese concesiones a los insurrectos de los ducados. Pero el anciano mariscal Radetzky no estaba dispuesto a ceder, así que ignoró las órdenes de Viena, reforzó a su ejército en Italia y aplastó al ejército piamontés en la batalla de Custoza de julio de 1848, reconquistando así toda Lombardía.

La insurrección no había terminado. En 1849, tras la huida del Papa, se proclamó una república en Roma, y Carlos Alberto del Piamonte declaró de nuevo la guerra a Austria. Pero Radetzky, antes de que el ejército del Piamonte se pusiera en movimiento, tomó la ofensiva y derrotó a los piamonteses en la batalla de Novara. El rey Carlos Alberto, derrotado, tuvo que abdicar. Radetzky ofreció a su heredero, Víctor Enmanuel, un armisticio para que conservase su corona y mantener el antiguo orden al tiempo que reponía en sus tronos a los gobernantes de los ducados de Toscana, Parma y Módena.

Radetzky fue nombrado gobernador general de Lombardía y Venecia, cargo que mantuvo hasta 1857. A finales de ese mismo año tuvo una caída y se rompió la cadera, y en diciembre contrajo neumonía muriendo el 5 de enero de 1858 a la edad de 91 años.

En la historia militar la fama de Radetzky descansa sobre sus hazañas militares, pero en la historia del ejército austríaco siempre se recuerda al franco y amable 'Vater Radetzky', 'Padre Radetzky', al que los soldados idolatraban. En el año que siguió a su muerte estalló otra gran guerra italiana y su amado ejército se desintegró, derrotado en todas las batallas.

Recuerden, cuando este año vean el concierto de Año Nuevo de Viena y suene la Marcha Radetzky, que es una marcha militar en honor de un soldado invencible defensor del Antiguo Régimen.