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Adoración de los Reyes Magos de Murillo

Resolviendo los misterios en torno a los Reyes Magos de Oriente

El Evangelio de san Mateo es la única fuente bíblica canónica que menciona a unos magos, pero no dice que estos fuesen Reyes, ni si quiera especifica sus nombres y tampoco si aquellos hombres de Oriente eran tres

La noche del 5 al 6 de enero se convierte en una noche mágica para los pequeños de la casa, que aguardan con ilusión la venida de los tres Magos de Oriente: Melchor, Gaspar y Baltasar, receptores de sus cartas repletas con sus deseos y esperanzas. 

Pero Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron hace muchos años atrás al Rey de los judíos, al niño Dios y reconociendo su realeza «entraron en la casa, vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra».

La historia de los 'magos' en la Biblia

«Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: '¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle'», podemos leer en el Evangelio de san Mateo. Sin embargo, a pesar de ser la única fuente bíblica canónica que menciona a unos magos, no dice que estos «magos» fuesen Reyes, ni si quiera especifica sus nombres y tampoco si aquellos hombres de Oriente eran tres.

Al enterarse Herodes, rey de Judea en aquel entonces, de esto mandó llamar a estos magos para interrogarlos y les hizo prometer que le informarían una vez encontrasen al niño para que pudiese adorarlo él también. «Se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría», continúa el evangelio. 

Los tres Reyes Magos camino de Belén de Leopold Kupelwieser

Los Magos de Oriente en realidad eran...

El término «mago» en griego no hace referencia solo a un hechicero, sino que en este caso, se utilizaba para hablar de un «hombre sabio», más concretamente de un «hombre de ciencias», por lo que, junto al hecho de que los magos de Oriente fuesen guiados por una estrella, hace pensar que eran, en realidad, astrónomos. 

Por otro lado, Quinto Séptimo Tertuliano, padre de la Iglesia en el siglo III, creyó encontrar una mención de los Reyes Magos en el Salmo 72 del Antiguo Testamento que dice «que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes». Tiempo más tarde, en el siglo V, el papa León I El Magno, estableció oficialmente el número tres para los Reyes Magos para toda la cristiandad, aunque este número ya se asociaba debido al número de regalos que se presentaron. Sin embargo, los armenios suponen que fueron 12 los magos y les asignaron 12 nombres distintos. Para los armenios la leyenda cuenta que una estrella apareció en el cielo nocturno y 12 reyes del este se reunieron en Hah, al surueste de Turquía, pero tres fueron elegidos para ir a Belén con regalos para saludar al niño Dios recién nacido.

A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar el Nuevo, en Rávena, Italia podemos contemplar un mosaico en el que por primera vez podemos observar la mención de los tres Reyes Magos de oriente con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. 

Mosaico en la iglesia de san Apolinar el Nuevo

Y hacia el año 700 el monje benedictino Beda El Venerable, doctor de la iglesia, recoge en sus textos los atributos de estos personajes: Melchor era un anciano de blancos cabellos y de larga barba del mismo color, Gaspar era más joven y rubio y Baltasar, un señor de tez morena. Además, Beda les consideró representantes de Europa, Asia y África, es decir, del mundo conocido hasta ese momento, para acentuar la soberanía universal de Jesús.  También, según el Catalogus Sanctorum del siglo XV,  los Magos venían a representar tres edades del Hombre: 60, 40 y 20 años. 

Tiempo después, Baltasar empezó a representarse como un hombre de raza negra y tras el descubrimiento de América se comenzó a representar a este rey mago con los rasgos faciales y la vestimenta de los habitantes del nuevo mundo e incluso hubo intentos de incluir un cuarto rey mago. 

Otros protagonistas

Sin duda, otros de los protagonistas de este relato es la estrella fugaz que guio a los Magos de Oriente hasta el niño Jesús. En el pasaje bíblico san Mateo escribe: 

«La estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño», y será el pintor Giotto quien en 1305 representa por primera vez a la estrella que guio a los Magos en su obra Adoración de los Reyes Magos, pero en realidad, el dibujo representaba el cometa Halley que se vio en el cielo europea en aquella fecha. 

Adoración de los Reyes Magos de Giotto

Con el tiempo, en los países de tradición católica, se adoptó la costumbre de celebrar el mismo día que la Epifanía del Señor, es decir el 6 de enero, la adoración de los Reyes Magos en la que es tradición hacer regalos a los niños al igual que lo hicieron los Magos llevando presentes al Niño Jesús. También esta fiesta está llena de tradiciones como la Cabalgata de Reyes del día 5 de enero en la que los tres Reyes Magos desfilan en maravillosas carrozas y reparten caramelos. En España se celebra desde mediados del siglo XIX. Y al día siguiente, tras abrir los regalos la mañana del 6 de enero, se disfruta en familia del Roscón de Reyes, un panecillo dulce con un haba o una figurita en su interior a modo de sorpresa y aquel que lo encontrase sería signo de buena suerte. De esta forma terminamos uno de los días más mágicos que dan la bienvenida a un año nuevo.