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'Muerte de César', de Carl Theodor von Piloty

Augusto quiso expiar el asesinato de Julio César enterrando el lugar del crimen bajo hormigón

Una investigación ítalo-española demuestra que la Curia de Pompeyo, donde murió Julio César, tuvo varias fases constructivas

el 15 de marzo del año 44 a. C. la esposa del César tuvo una premonición en la que veía cómo su marido era asesinado. Sin embargo, persuadido por uno de los conspiradores del crimen, acudió al Senado olvidándose del miedo a su posible muerte. Ignorando las señales, fue asesinado, perpetrándose así uno de los primeros magnicidios de la Historia.

Las investigaciones de un equipo ítalo-española sobre la Curia de Pompeyo, monumento donde murió Julio César y en las que ha participado la Universidad de Córdoba (UCO), han empleado técnicas arqueométricas para analizar los materiales de construcción y establecer un método de datación indirecto de las estructuras que lo conforman, llegando a demostrar que la edificación tuvo varias fases.

Largo di Torre Argentina, en Roma

La Curia de Pompeyo, ubicada en el flaco oriental del antiguo Pórtico de Pompeyo, fue una de las grandes salas de reuniones más importantes en la historia de la República Romana. Aquí, los senadores se reunían para tratar los asuntos políticos. Esta estructura se encuentra ubicada en la zona actual del Largo di Torre Argentina (Largo Argentina). El yacimiento fue excavado por orden del dictador Benito Mussolini en los años 30, cuando se encontraron los cimientos de la estructura original y un moderno sistema de vías y calles que se alzan sobre los restos de la curia.

Años más tarde, en 2012, se informó de que durante las nuevas excavaciones se encontró el lugar exacto del asesinato de César. Ahora, gracias a un estudio de investigación publicado en la revista Archeometry por los investigadores italianos Fabrizio Marra, Ersilia D'Ambrosio y Mario Gaeta junto al español Antonio Monterroso-Checa, se ha podido comprobar que la Curia de Pompeyo tuvo varias fases constructivas que abarcan desde la época del mismo Pompeyo hasta tiempos medievales.

La arqueometría demuestra que la Curia de Pompeyo, donde murió Julio César, tuvo varias fases constructivasEuropa Press

La primera fase data en torno al 55 a. C, en época del mismo Pompeyo. La segunda fase se sitúa alrededor del año 19 a. C., en tiempos de Augusto, primer emperador romano. Y por último, se ha documentado una última etapa de edificación en el periodo del alto-medievo. El proceso de datación se ha podido realizar gracias al conocimiento de la procedencia de los materiales con los que se construyó el monumento.

Julio César murió apuñalado 23 veces

De la segunda fase se ha conservado una sencilla estructura de hormigón que marca el lugar del crimen. Se trata de una estructura de tres metros de ancho por más de dos metros de alto y fue colocada por orden de Augusto, hijo adoptivo de Julio César, en el centro del fondo de la Curia, el lugar donde el militar romano tuvo la reunión con el Senado y estuvo sentado durante el magnicidio.

La Curia de Pompeyo el Grande y el Teatro de Pompeyo en Roma

«En cuanto se sentó, le rodearon los conspiradores con pretexto de saludarle; en el acto Cimber Telio, que se había encargado de comenzar, acercósele como para dirigirle un ruego; más negándose a escucharle e indicando con el gesto que dejara su petición para otro momento, le cogió de la toga por ambos hombros, y mientras exclamaba César: ‘Esto es violencia’, uno de los Casca, que se encontraba a su espalda, lo hirió algo más abajo de la garganta», recoge Suetonio en su obra Los doce Césares.

El general romano pudo defenderse unos segundos durante el ataque y fue capaz de sacar un punzón para herir a varios hombres. Tras el ataque de Casio –otro de los conspiradores– los demás senadores que quisieron aquella muerte continuaron la lucha desenvainando y propiciando numerosas estocadas y tajos. Con 23 puñaladas en el cuerpo, en un instante de lucidez, Julio César consiguió cubrirse la cabeza con su túnica púrpura. «Según testimonio del médico Antiscio, entre todas sus heridas solo era mortal la segunda que había recibido en el pecho», continúa el relato de Suetonio.

Antonio Monterroso-Checa, investigador del CSIC, explica que la intención de Augusto era la de «expiar el asesinato y hacer olvidar un lugar maldito, tapiar el templo de César en el Foro y cubrir de hormigón el sitio exacto del crimen en la curia». Además, recuerda que «Roma se encontraba partida en bandos. Y la intención de su hijo era sofocar estas luchas desterrando aquellas zonas que recordaban lo sucedido».

Este estudio ítalo-español sostiene que Augusto quiso «cancelar para siempre el lugar del crimen y expiar la culpa del asesinato más grave en la historia de Roma después de la del fundador Rómuo».