Fundado en 1910

Palacio de España de Roma, embajada española ante la Santa Sede

400 años

El Palacio de España de Roma, la embajada más antigua del mundo, cumple 400 años

En 2022 se celebran 400 años del momento en el que el Palacio de España, antes el Palacio de Monaldeschi, empezó a ser la sede de la embajada española ante la Santa Sede

Este año se festeja 400 años desde que la embajada de España se alojó en el Palacio Monaldeschi, ahora conocida como Palacio de España. La representación diplomática de España ante la Santa Sede fue instituida en 1480 por el rey Fernando el Católico, siendo así, la misión diplomática permanente más antigua del mundo.

España quiere celebrar este acontecimiento dando a conocer el legado histórico y artístico organizando a lo largo de todo el año conferencias, libros, conciertos, mismas y congresos internacionales.

Gonzalo de Beteta estuvo al frente de la embajada en Roma, en la que fue el primero de los embajadores acreditados de forma permanente desde que los Reyes Católicos iniciaron su proyecto de unificación dinástica y hegemonía. A de Beteta le correspondió dar cumplimiento a una de las grandes aspiraciones del rey Fernando, que era dotar a la Inquisición aragonesa, una institución de origen medieval, de las mismas facultades que se habían conseguido para la del reino de Castilla.

Años más tarde en 1647, el nuevo embajador, Íñigo Vélez de Guevara, conde de Oñate, compró el palacio por lo compró por 22.000 escudos romanos, «en una época en la que con 4 escudos podía vivir una familia de cuatro personas durante un mes», dice a la agencia Efe Letizia Rodríguez, secretaria personal de los embajadores desde hace 36 años.

Poco después, se compraron cuatro casas más junto al palacio para ampliar el edificio, y en 1654 el rey Felipe IV envió 19.000 ducados para su mantenimiento y reparación. Ese mismo año el palacio pasó a la corona y la plaza en la que estaba ubicada pasó de llamarse Trinitatis a Forum Hispanicum (la famosa Plaza de España en Roma): «Estamos muy orgullosos de que la nación española haya conseguido bautizarla y de que no fuera Francia, que estaba muy golosa por adquirir el palacio para lograr el enclave entero», destaca Rodríguez.

Trinita dei Monti en Plaza de España, RomaPiero Tenagli / IPA

Un patrimonio incalculable

Borromini fue el encargado de diseñar la ampliación en cuyo diseño trazó la escalera principal y el vestíbulo. Y el arquitecto Antonio el Grande tomó el relevo continuando las obras. Durante los siglos XVII y XVIII el palacio fue centro de los acontecimientos más brillantes de su tiempo.

El palacio-embajada alberga una colección de tapices gobelinos del siglo XVII que pertenecieron a la familia Borbón-Orleans procedentes del Palacio Galiera de Bolonia con temática bíblica y romana. Antonio de Orleans Borbón fue quien depositó en 1921 dichos tapices con una nota que rezaba «para sustraerlos de acreedores de mala fe», además los retratos de Isabel II de Madrazo y de Fernando VII de Vicente López.

Además, los salones albergan cuadros del Museo del Prado de ilustres autores como Federico Madrazo, Vicente López, Nattier, Mengs, Mario dei Fiori. Y entre las esculturas destacan dos bustos de Gian Lorenzo Bernini de 1619, «El alma beata» y «El alma condenada».

«El arte seguía el destino de las dos superpontencias de aquel momento, Francia y España, que no solo se contendían el dominio de la capital sino del mundo conocido; el arte, como la elección de los papas, sufre directamente su influencia y curiosamente Bernini era filofrancés, con lo cual a regañadientes realiza estas obras que acabaran en la Iglesia española de Santiago y Monserrat en Roma para constituir el sepulcro de un canónigo», ha explicado Letizia Rodríguez.

El 8 de septiembre de 1857, el papa Pío IX inauguró la columna de la Inmaculada Concepción que preside la Plaza de España en recuerdo de la definición del dogma de la Inmaculada del que España fue tenaz defensora durante siglos.

Columna de la Inmaculada Concepción en Roma

155 embajadores

En su larga lista como embajadores se encuentra Garcilaso de la Vega (padre) en 1494 ante la invasión inminente de Italia por parte de Carlos VIII de Francia defendió el castillo Sant'Angelo de las tropas francesas, y en 1497 participó en el asedio de Ostia junto al Gran Capitán.

A finales del siglo XX destacó Ángel Sanz Briz, el «ángel de Budapest», que murió en el palacio en 1980 y cuyo nombre figura en el Jardín de los Justos por haber salvado a más de 6.000 judíos emitiendo pasaportes falsos cuando era cónsul de España en Hungría.

María del Carmen de la Peña Corcurera fue la primera embajadora ante la Santa Sede. Fue elegida en 2018 hasta este año sustituida por Isabel Celaá.

Los actos conmemorativos a este cuarto centenario comenzarán el 17 de febrero con una conferencia magistral de la directora de los Museos Vaticanos, Barbara Jatta. A esta conferencia le seguirán presentaciones de un libro para niños sobre el palacio, el concierto de Jordi Savall, un congreso internacional bajo el título «Doctoras de la Iglesia y patronas de Europa», un ciclo de conferencias organizado por la Escuela de Historia y Arqueología de Roma, misas, además de una decoración especial de la fachada del palacio.