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Las hazañas del 'Plus Ultra'Kindelán

Las hazañas del 'Plus Ultra', el hidroavión que realizó el primer vuelo entre España y Argentina

Una de las gestas más grandes en la historia de la aviación mundial se realizó el 22 de enero de 1926 por el hidroavión

Finalizada la Gran Guerra, una de las características de la aviación española fue la continua lucha internacional por la conquista de récords y la realización de grandes vuelos. Sin duda, una de las hazañas más gloriosas que consiguió la aviación militar española fue la del Plus Ultra.

El hidroavión Dornier Do J «Wal» que pasaría a la historia de la aviación como Plus Ultra, el 10 de febrero de 1926 amerizaba en aguas del Río de la Plata, en el puerto de Buenos Aires tras realizar la proeza de unir en un vuelo trasatlántico la ciudad de Palos de la Frontera (Huelva) con la capital argentina. Pero como toda aventura, el viaje estuvo rodeado de peligros provocados, sobre todo, por los fuertes vientos y la falta de combustible.

Infografía: las hazañas del Plus UltraKindelán

Infografía: Las hazañas del Plus UltraKindelán

La tripulación estaba formada por el comandante Ramón Franco, hermano de Francisco Franco; Julio Ruiz de Alda, capitán de artillería; el teniente Juan Manuel Durán y el cabo mecánico Pablo Rada. Con el estudio cartográfico y meteorológico de la ruta a Argentina realizada por Emilio Herrara para su proyecto de unir España y Argentina mediante una línea de dirigibles; y con el avión escogido para realizar el raid, solo faltaba un pequeño detalle: el nombre de la nave. Este debía ser «fanfarrón» y, además, expresar «esperanza y la decisión del éxito», explicó el propio Franco. En Este sentido, Franco alegó que el nombre debía ir «ligado a recuerdos históricos, ya que el vuelo ha de serlo». Después de barajar varios nombres «‘Plus Ultra’ pareció el más apropiado», explicó.

De esta manera, los cuatro protagonistas partieron a las ocho menos cinco de la mañana del 22 de enero de 1926 rumbo a Argentina. El objetivo era realizarlo en siete etapas para, no solo batir el récord del mundo de distancia recorrida por escalas, sino además abrir una línea de correo veliz a través del Atlántico. La primera etapa sería la de Palos-Las Palmas, alrededor de 1.300 km. En ella, lo que les resultó más incómodo fue la falta de alimentos, ya que solo disponían de los de emergencia. La segunda etapa era de Las Palmas a Porto Praia, Cabo verde (1.745 kilómetros) donde tuvieron que aligerar la carga e incluso cambiar una hélice para poder proseguir su travesía hasta Noronha, Brasil (2.305 kilómetros).

En la cuarta etapa llegaron hasta Pernambuco en la que, a pesar de encontrarse a una distancia menor (540 kilómetros), ocurrió un serio accidente. Ello les obligó a continuar el vuelo con un solo motor a máxima potencia, pero consiguieron llegar a la costa americana tras tres horas y media de vuelo. El Plus Ultra amaraba en el Puerto de Recife logrando la travesía del Atlántico Sur. La quinta etapa en dirección a Río de Janeiro (2.100 kilómetros), era un trayecto que nunca se había hecho en vuelo directo. El caluroso recibimiento que tuvieron en Río causó que se rompiese el timón del hidroavión.

El 9 de febrero continuaría la sexta etapa que los llevaría hasta Montevideo a 2.000 kilómetros, sin antes cambiar una de las hélices por una menos eficiente y cargar de gasolina la nave. Fueron recibidos con el mismo entusiasmo y hasta el presidente de la nación les pidió que realizasen una pequeña escala en Uruguay a lo que el comandante Franco accedió. Al día siguiente partirían hacia Buenos Aires finalizando las etapas. «En Buenos Aires –escribe Franco– el recibimiento que nos tributó el pueblo argentino pasaba de todo límite y era indescriptible. Aquello fue una verdadera locura».

Mientras la tripulación preparaba el viaje de vuelta, el 21 de febrero, Franco recibió órdenes del Gobierno español para finalizar el raid en este punto, pues el Plus Ultra sería donado a Argentina. Días más tarde se realizó la entrega del hidroavión que actualmente se exhibe en el Complejo Museográfico Provincial Enrique Udaondo de la ciudad de Luján, Argentina y en el Museo del Aire de Madrid (aeródromo de Cuatro Vientos) se encuentra una réplica del mismo.

Con esto se cumplía el deseo que tenían de llegar más lejos y realizar el vuelo más difícil y el recorrido más insólito. Tal fue la repercusión del vuelo del Plus Ultra, en especial en Argentina que hasta el famoso intérprete Carlos Gardel, compuso un tango en su honor titulado La gloria del águila.

El origen del nombre Plus Ultra

Según la mitología griega, Hércules separó con su sobrehumana fuerza dos montes, Abila y Calpe, uniendo las aguas del Océano con las del Mediterráneo. Así se formó el Estrecho de Gibraltar, cuyos mojones, Calpe (el Peñón de Gibraltar) y Abila (el Monte Hacho, en Ceuta), serían «las Columnas de Hércules». Griegos y romanos consideraban que aquello era el fin del mundo, que no había nada más allá. Era el «Non terrea Plus Ultra», es decir, no existe tierra más allá.

Ese mito fue deshecho por el descubrimiento español del Nuevo Mundo en 1492, cuando los Reyes Católicos enviaron la expedición de Colón con la misión de unir oriente por poniente.

Años más tarde Carlos I recuperaría el lema Plus Ultra (más allá) como reivindicación de la gesta española que le había dado el mayor imperio del mundo. Y, Ramón Franco, con su deseo de bautizar al hidroavión con un nombre que estuviese ligado a la historia, pues «el vuelo ha de serlo», de forma natural, el nombre de Plus Ultra bautizaría la gran hazaña de la aviación española de 1926.