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El presidente Ronald Reagan recibe el Informe de la Comisión de la Torre sobre el asunto Irán-Contra en la Sala del Gabinete con John Tower y Edmund Muskie

Serie histórica (II)

El escándalo 'Irangate': murieron todos los que conocían las negociaciones secretas

Se sucedieron 14 asesinatos y nueve intentos durante las administraciones Reagan-Bush. Todos conocían las negociaciones secretas

Según un artículo publicado en Los Ángeles Times el 17 de diciembre de 1986, el general de la USAF, Richard Secord y su socio iraní nacionalizado estadounidense, Albert Hakim, colaboraron en la venta a Irán por medio de su compañía Enterprise, formando parte del equipo North. Se sucedieron 14 asesinatos y nueve intentos durante las administraciones Regan-Bush. Todos conocían las negociaciones secretas. Uno fue William Casey, director de la CIA, presente durante las reuniones de París. Cuando debía comparecer ante el Comité de Inteligencia del Senado para declarar bajo juramento sobre el Irangate, Casey sufrió un infarto en la sede de la CIA. Falleció el 6 de mayo de 1987. De haber vivido para testificar, el católico Casey «hubiera dicho toda la verdad», según su viejo amigo Milton Gould.

Mueren los que saben

Otro de la lista fue Amiram Nir, asesor del primer ministro hebreo Shimon Peres. Fue la contraparte israelí del teniente coronel Oliver North en las operaciones encubiertas de la «iniciativa iraní», supuestamente firmada en calidad de top secret por George Bush y Peres durante la visita del primero a Jerusalén en julio de 1986. Cuando North ofreció al jurado presentar una copia del acuerdo con Israel, como parte de su defensa, la Administración se negó a entregar el documento y retiraron la acusación de conspiración.

Nir causó baja en el Mossad en marzo de 1988 y el 30 de noviembre siguiente falleció en un accidente aéreo en Michoacán, México, dos meses antes del juicio contra North. La incógnita en la muerte del espía judío la aclara el libro Perilous Statecraft, publicado antes del accidente, en el que Michael Ledeen, asistente del secretario de Estado Alexander Haig, señala: «Hasta donde alguien tenga algo dramáticamente nuevo que agregar a lo que ya sabemos del Irán-contras, ese alguien podría ser Amiram Nir».

William Buckley, jefe de la estación de la CIA en Beirut, murió en Líbano, en 1985. Estuvo involucrado en la preparación de los encuentros de París. Heinrich Rupp, piloto de la CIA, afirmó que obligaron a Buckley a regresar a Líbano sabiendo que su cobertura había sido descubierta. El sucesor de Buckley en Beirut falleció en el vuelo 103 de Pan American que se estrelló en Escocia el 21 de diciembre de 1988. El principal sospechoso de sabotear la aeronave, Ahmed Jibril, líder de una facción de la OLP, había sido guardaespaldas del ayatolá Jomeini.

Arnold Raphael, embajador de Estados Unidos en Pakistán, falleció junto con el presidente paquistaní, Zia ul-Haq, el 17 de agosto de 1988 en un accidente aéreo. Raphael conocía al detalle la iniciativa secreta iraní del presidente Reagan y su nombre apareció en documentos top secret referentes a las negociaciones de intercambio de armas por rehenes. Según Edmund Muskie, secretario de Estado de Carter, Raphael «jugó un papel instrumental en la liberación de los rehenes en Irán».

Reunión del presidente Reagan con Robert McFarlane Donald Regan Oliver North y John Poindexter sobre Nicaragua y la propuesta de paz centroamericana en la Oficina OvalNational Archives, Washington, D.C

Richard Beal, asistente del presidente Reagan para Seguridad Nacional, falleció en Washington, el 3 de noviembre de 1984 de un infarto que sorprendió por su juventud, treinta años, y buena salud. Beal consolidó toda la información de seguridad nacional del Pentágono y de las agencias de inteligencia en un sofisticado programa creado exclusivamente para la computadora del CSN. Oliver North tenía acceso a una de esas terminales.

Donald Fortier, subdirector de Seguridad Nacional bajo Robert McFarlane y John Poindexter, muere el 4 de diciembre de 1985 de cáncer galopante, similar al que mató a Cyrus Hashemi. En 1980, trabajaba con McFarlane en la oficina del senador Tower y conoció detalladamente los arreglos para reunir a Allen y Silberman con el «emisario» del gobierno persa.

Gleen Souham, asociado con los mercaderes de armamento Adnan Khashoggi y Cyrus Hashemi, murió tras declarar que su venta de armas a Irán entre 1981 y 82, había sido parte de las negociaciones relacionadas con la demora en la liberación de los rehenes.

Abbie Hoffman, activista social, fue encontrado muerto en su casa el 12 de abril de 1989. Antes de morir, Hoffman había sufrido un accidente automovilístico, presuntamente provocado para evitar que entregara a la revista Playboy el artículo titulado Una elección rehén. Fue publicado en octubre de 1988, y descubrió, por primera vez ante la opinión pública, los detalles de la conspiración.

Charles White, exempleado de la Corporación Intergraph que según Gleen McDuffie –una de las nueve víctimas que logró escapar de un atentado contra su vida en 1982–, fue asesinado en noviembre de 1984 en Huntsville, Alabama. Conocía las operaciones de intercambio de armas por drogas que realizaba la empresa Intergraph. McDuffie, que fue despedido de la Westinhouse Corporation luego de advertir a sus jefes que la compañía embarcaba piezas de misiles Hawk a Irán, aseguró que el FBI eliminó las huellas del asesinato de White para encubrir a la CIA. Además de MacFarlane, consejero de Seguridad Nacional de Reagan, que intentó suicidarse, y de McDuffie, siete individuos más, vinculados a esas operaciones, lograron salir ilesos de atentados contra sus vidas. El piloto de la CIA Richard Brennecke recibió un disparo en la cabeza en 1986 en Portland, Oregon. El otro piloto, Heinrich Rupp, que llevó a Casey, Allen y quizás a Bush a las reuniones de París en 1980, fue condenado en 1988 a 41 años de prisión acusado de un fraude bancario que denunció como «un invento de la CIA», para asegurar su silencio. Anthony Parker, exempleado de la Intergraph Corporation, poco después de la muerte de su compañero Charles White, sufrió un atentado contra su vida. Robert Jackson, un oficial naval fue amenazado tras informar del robo de equipo militar del portaaviones USS Kitty Hawk y del Depósito Naval de Abastecimiento.

Los iraníes

Cyrus Hashemi, traficante de armas, participó con Houshang Lavi en la venta clandestina a Irán de misiles Tow en 1985 y 1986. Según el piloto de la CIA Richard Brenneke, que llevó al equipo negociador de Reagan a París en octubre de 1980, Hashemi estuvo presente en las negociaciones entre Casey y funcionarios iraníes para retrasar la entrega de los rehenes. Falleció en Londres el 21 de julio de 1986, dos días después de que le diagnosticasen un cáncer. Su socio Houshang Lavi aseguró que Hashemi «había sido asesinado por el gobierno de EE.UU.».

El ayatolá Mohammed Beheshti, segundo líder religioso en Irán, envió a Jalal al-Din Farsi, como representante a las reuniones de París. Beheshti murió en un atentado el 28 de junio de 1981, provocado por el grupo terrorista Muyahidin Jalk.

Mohammed Alí Rajai, presidente de Irán, viajó a Nueva York para asistir a una reunión de Naciones Unidas en octubre de 1980. El 18 de ese mes, Casey y Bush salieron a París, pero antes hicieron una escala para reunirse secretamente con Rajai que esa misma noche regresó a su país. Rajai murió en un atentado en Teherán el 30 de agosto de 1981.

Comentarios del presidente Reagan al recibir el informe final de la Junta de Revisión Especial del Presidente (Comisión de la Torre). De izquierda a derecha Edmund Muskie John Tower y Brent ScowcroftNational Archives, Washington, D.C

Sadegh Ghotbazadesh, secretario de Relaciones Exteriores de Irán durante la crisis de los rehenes estadounidenses en Teherán, intervino ante Jomeini para retrasar la liberación de los rehenes. Un año después, fue ejecutado por intento de golpe de Estado. El expresidente Bani-Sadr declaró que fue Ladeen, el ayudante de Haig, quien informó a Teherán sobre ese golpe, con lo que la administración Reagan selló el destino de Ghotbazadeh.

Mehdi Hashemi, jefe de la oficina de Jomeini para la exportación del «Fundamentalismo Militante Islámico», fue ejecutado en Irán el 21 de septiembre de 1987. Negoció con el agente irano-israelí, Manucher Gorbanifar la liberación del rehén estadounidense, reverendo Lawrence Jenco, a cambio de armamento, tres días antes de la reunión en Jerusalén en julio de 1986. Tras el arresto de Hashemi, que levantó sospechas de la posible participación de la administración Reagan para deshacerse de él, Gorbanifar filtró la información del viaje secreto a Teherán de McFarlane, Oliver North y Amiram Nir en mayo de 1986, para negociar la libertad de Jenco a cambio de un embarque de misiles. Esta noticia fue el detonador del asunto Irángate que finalmente explotó con la captura de Hasenfus en Centroamérica en octubre de ese año.

También se registraron intentos de homicidio contra Hassan Sabra, director del semanario libanés Al Shiraa que publicó la información sobre el viaje secreto de McFarlane, North y Nir a Irán en mayo de 1986 y, por supuesto, no podía faltar Houshang Lavi, el emisario iraní que ofreció el intercambio de armas por rehenes al equipo Reagan-Bush y que en su calidad de mercader de armas y socio de Cyrus Hashemi, negoció con Irán y EE.UU. la transferencia de millones de dólares en armamento.

«Los más grandes peligros de la libertad se ocultan en los abusos insidiosos de quienes actúan con gran celo de su deber, pero que en el fondo no entienden nada», había escrito el juez de la Suprema Corte de Justicia estadounidense, Louis Barndeis.