Patrimonio cultural
La catedral de Santa Sofía de Kiev, amenazada por la guerra entre Rusia y Ucrania
Según los servicios de inteligencia ucranianos y tal y como ha denunciado la embajada del país ante la Santa Sede el ataque podría ocurrir en las próximas horas
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La embajada de Ucrania ante la Santa Sede ha pedido al Gobierno ruso que no destruya la catedral de Santa Sofía en Kiev, algo que podría ocurrir, según los servicios de inteligencia ucranianos, en las próximas horas.
«Hacemos un llamamiento a los rusos: ¡no comentan ese crimen!», ha añadido la delegación diplomática en su petición en las redes sociales. Esta catedral del siglo XI es el primer monumento del país inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. Sus primeros cimientos se colocaron en 1011 o 1037 –no existe consenso historiográfico–, y tardó dos décadas en construirse.
La 'perla de Ucrania'
A finales del siglo IX otro Estado empieza a mostrar una gran entidad cultural: la Rus de Kiev, el primer Estado eslavo oriental conformado por la federación de varias tribus que sufrió una gran transformación tras la unión del príncipe Vladimir I de Kiev con la princesa bizantina (Ana Porfirogénneta) y su conversión al cristianismo en 988, decretando que todos los habitantes del principado siguieran su ejemplo. La Rus de Kiev alcanzaría entonces su mayor expansión territorial a mediados del siglo XI cuando se extiende desde el Báltico hasta el mar Negro y ante la ausencia de una tradición artística arraigada a la región, propició la influencia de la arquitectura bizantina y a finales del siglo X y durante el siglo XI se produjo una intensa actividad constructiva en la capital donde se plasman esas influencias bizantinas que conviven con el desarrollo de una personalidad artística propia. De esta forma se trasladaron arquitectos y artistas bizantinos a Kiev para acometer la construcción de iglesias en piedra, pues la arquitectura local era en madera.
El hijo de Vladimir, Yaroslav I el Sabio, hizo construir la catedral de Santa Sofía consagrada a la sabiduría, proyectada para rivalizar con Santa Sofía de Constantinopla. En sus más de mil años de historia, la catedral de Santa Sofía de Kiev ha atravesado por diversas etapas: su aspecto original del exterior era mucho más modesta que su grandioso prototipo. Su estructura cuenta con cinco naves rodeadas por tres lados por una arcada abierta, cinco ábsides y 13 cúpulas que representan a Cristo y a los doce apóstoles. Tras sufrir dos saqueos, uno en 1169 y otro en 1240 por los tártaros mongoles; la catedral cayó en mal estado.
Más adelante, con la Unión de Brest (1595-96), el edificio quedó en manos de la Iglesia greco-católica ucraniana hasta que fue reclamada por el obispo metropolita ortodoxo ucraniano Petró Mohla en 1633, el cual encargó trabajos de restauración y la parte superior del edificio fue meticulosamente reconstruida siguiendo el modelo del arquitecto Octaviano Mancini en el marcado estilo barroco ucraniano, al tiempo que conservaba el interior bizantino, manteniendo intacto su esplendor. La obra la continúo con el hetman cosaco Iván Mazepa y en 1740 acabó la catedral con su forma actual.
En su interior, todavía se conservan mosaicos de su primera época en el que probablemente en lo alto figuraba Cristo como Pantocrátor, gobernador del universo y, debajo, las imágenes de los apóstoles, la Madre de Dios y la Eucaristía. Las paredes narraban la vida de Cristo, su Madre, sus profetas y santos.
No es la primera vez que está amenazada
Durante la Revolución Rusa de 1917 hubo planes de derruir la catedral y transformar el suelo en un parque para los «Héroes de Perekop», pero científicos e historiadores se unieron para evitarlo. No obstante, en 1934, las autoridades soviéticas confiscaron la estructura, incluyendo el complejo arquitectónico de los siglos XVII-XVIII que la rodeaba y la designaron como un museo arquitectónico e histórico.
A finales de los años 1980, tanto las autoridades soviéticas como las ucranianas prometieron devolver el edificio a la Iglesia Ortodoxa rusa. Debido a varios cismas y facciones dentro de la Iglesia, la devolución se pospuso, pues todas las iglesias ortodoxas y greco-católicas la reclamaban. Por lo que todavía la Iglesia no tiene la autoridad para desarrollar los actos religiosos con total libertad. En 2014 fue notorio el caso del funeral del patriarca Volodymir, jefe de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Kiev, pues la policía quiso impedir la ceremonia lo que provocó una fuerte concentración en las calles. Lo que provocó que las autoridades decidiesen permitir que la catedral quedase abierta únicamente como punto de visita cultural y en la actualidad el complejo permanece como un museo del Cristianismo de Ucrania, siendo la mayor parte de sus visitantes turistas. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1990 y en 2007, considerada una de las Siete Maravillas de Ucrania.
La catedral de Santa Sofía de Kiev guarda en su interior gran parte de la historia de la capital ucraniana y por su fuerte sentido religioso ortodoxo y cultural se ha convertido en el corazón del pueblo ucraniano.