
Pal Prónay fue el más sanguinario de los oficiales del Ejército Nacional Húngaro que participaron el el «Terror blanco»
Hace 100 años en El Debate
5 de marzo de 1922: el «Terror blanco» toca a su fin en Hungría
La violencia supuso la muerte de cien mil personas y el exilio de gran parte de los intelectuales de Hungría
El «Terror Blanco» (1919-1921) fue un periodo de violencia contrarrevolucionaria por parte de bandas que intentaron borrar todo vestigio de la breve república comunista húngara, y en el que pudieron llegar a perecer cien mil personas.
El oficial del ejército húngaro Pal Prónay fue un sádico asesino, y se convirtió en el paradigma del «Terror Blanco», dirigido contra comunistas, socialdemócratas, campesinos, judíos y todos a los que se responsabilizó de connivencia con la república.
Aunque teóricamente formaban parte del Ejército Nacional, los hombres que conformaban la unidad de Prónay mantenían una lealtad y una obediencia ciega a su superior.
Practicaron el secuestro y la amputación de miembros. Y se ha sabido que alimentaban la caldera de su tren con los cuerpos de sus secuestrados, algunos de ellos lanzados aún vivos al fuego.Esparcían azúcar a la cara de sus víctimas para atraer a las moscas, ataban los genitales de los torturados y les hacían correr a latigazos.
El «Terror Blanco» también afectó a los intelectuales, dejando un vacío insalvable en la cultura húngara. El miedo a la violencia desatada por las partidas como las de Prónay, tuvo un gran impacto en la situación cultural y científica del país.
Béla Lugosi, Alexander Korda o Mihály Kertész (el actor Michael Curtiz) huyeron del país y se establecieron en Hollywood.