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Manifestación el 1 de mayo de 1909 en la Puerta del Sol de Madrid

Día del Trabajo: «¡Ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso!»

Cada 1 de mayo recordamos y homenajeamos a aquellos trabajadores que lucharon para mejorar sus condiciones laborales y sus derechos

El Primero de Mayo de cada año celebramos este festivo nacional que conmemora el movimiento obrero y los progresos sociales a favor de los trabajadores desde finales del siglo XIX.

Es un día de homenaje a los Mártires de Chicago, sindicalistas anarquistas que fueron ejecutados en Estados Unidos por participar en una huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y que duraría tres días. En 1889, se establecería esta festividad por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional celebrada en París.

Ocho horas de trabajo

Bajo la máxima «ocho horas de trabajo, ocho horas de ocio y ocho horas de descanso» se organizaron diversos movimientos para conseguir una jornada reducida de ocho horas. En este contexto, en 1829 se formó un movimiento para solicitar a la legislatura de Nueva York dicha jornada. Cabe mencionar que ya existía una ley que prohibía trabajar más de 18 horas –«salvo en caso de necesidad», rezaba dicha ley– y que, en el caso de que cualquier compañía de ferrocarril hubiese obligado a un maquinista o fogonero a trabajar jornadas de 18 horas diarias, debía pagar una multa de 25 dólares.

En 1868, el presidente Andrew Johnson promulgó la llamada Ley Ingersoll, estableciendo la jornada de ocho horas. No obstante, al poco tiempo de decretarlo, diecinueve Estados sancionaron leyes con jornadas máximas de ocho y diez horas, aunque siempre con cláusulas que permitían aumentarlas a 14 y 18 horas, pues las buenas intenciones del presidente americano chocaba con el concepto del trabajo para algunos empresarios.

El incumplimiento de la ley llevó a las calles a los obreros para protestar como llevaban haciendo desde el siglo XVIII. Sería en 1884, en el IV Congreso de la Federación Americana del Trabajo celebrada en Chicago, donde se planteó que, a partir del 1 de mayo de 1886, se obligaría a los empresarios a cumplir con la Ley que estipulaba la jornada de ocho horas diarias y en caso contrario, se lanzarían a la huelga general hasta las últimas consecuencias.

Huelga del 1 de mayo

De esta manera, 200.000 trabajadores salieron a las calles a luchar por sus derechos el 1 de mayo de 1886. Chicago, una de las ciudades que tenía las peores condiciones laborales, fue brutalmente castigada durante la huelga que duró hasta el 4 de mayo, día en el que una bomba explotó en las inmediaciones de la policía, provocando una muerte y varios heridos. Acto seguido, la policía abrió fuego contra la multitud, matando a 38 personas y dejando más de 200 heridos. Este suceso pasó a la historia como el «atentado de Haymarket Square».

Uno de los más célebres grabados de la revuelta de Haymarket, que muestra, de forma inexacta, a Fielden dirigiéndose al público al mismo tiempo que estalla el explosivo y empiezan los disturbios

Tras el atentado, en junio de ese mismo año, fueron juzgados 31 de las personas que participaron en la huelga, donde ocho de ellos tuvieron procesos irregulares: dos fueron procesados por cadena perpetua, cinco por muerte en la horca y uno por trabajos forzados por 15 años. Estas personas recibieron el nombre de Mártires de Chicago. Más tarde se supo que el juicio fue ilegítimo y que no se respetaron las normas procesales respectivas.

¿Desde cuando se celebra en España?

En España esta conmemoración se viene celebrando desde el año 1890. Pero alcanzó su verdadera importancia en 1919 tras la célebre huelga de La Canadiense, dirigida por los movimientos anarquistas en Barcelona, cuando consiguieron que se aprobase en todo el país el Decreto de la jornada de ocho horas de trabajo. Su celebración desapareció durante el franquismo cuando fue sustituido por la celebración de la festividad de San José Obrero después de la proclamación vaticana por el Papa Pío XII en 1954.