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Los Mercedes de Francisco FrancoLuis E. Togores

Los Mercedes Benz que Hitler regaló a Franco

Adolf Hitler regaló a Franco un Mercedes 540 G4, uno de los vehículos más exclusivos de la época, con motivo de su cincuenta cumpleaños

El Régimen de Franco fue amigo de la Alemania de Hitler y de la Italia de Mussolini fruto de sus afinidades ideológicas pero, sobre todo, como consecuencia de la ayuda fundamental prestada por Berlín y Roma a los nacionales al comienzo de la Guerra Civil y durante toda la duración del conflicto.

A pesar de la negativa de Franco de arrastrar a España a la II Guerra Mundial los gestos de amistad del canciller del Reich al caudillo español fueron muy especiales al comienzo de la nueva guerra mundial.

Adolf Hitler regaló a Franco un Mercedes 540 G4, uno de los vehículos más exclusivos de la época, el 4 de diciembre de 1940, con motivo de su cincuenta cumpleaños.

Franco, que no sentía fascinación por los vehículos a motor, no hizo mucho caso a su impresionante regalo

El coche desembarcó en España por Barcelona, llegando por sus propios medios a Madrid. En una ceremonia el embajador alemán le hizo entrega de su regalo a Franco. El vehículo iba equipado con un juego de cadenas hechas a medida y seis maletas firmadas por Karl Baisch. Franco, que no sentía fascinación por los vehículos a motor, no hizo mucho caso a su impresionante regalo. En unas pruebas por el Monte del Pardo el 540 G4 no demostró su capacidad todoterreno, teniendo que ser remolcado. Solo fue usado de forma ocasional en alguna cacería de corte oficial.

Un Mercedes único

Los Mercedes 540 G4 empezaron a fabricarse en 1934 para salir de la cadena de montaje en 1939. Mercedes-Benz comenzó así la fabricación de su vehículo más especial. De las 57 unidades de Mercedes 540 G4 fabricadas solo han sobrevivido tres originales, pero solo el Mercedes que se encuentra en España, en las cocheras de la Guardia Real, se encuentra en estado totalmente original. No existe ningún otro ejemplar en el mundo como el Mercedes que se conserva en El Pardo. Con un motor de ocho cilindros en línea, 5,4 litros y 115 caballos de potencia, era capaz de mover sus 3.840 kg. a una velocidad punta de 67 km/h. con un consumo de 38 litros a los 100 km y diez litros menos por carretera, contando con un depósito de 98 litros. El führer disponía de uno y regaló otro a Benito Mussolini.

Adolf Hitler y Benito Mussolini saludándoseGTRES

No era un todoterreno puro. Sus cuatro ruedas traseras impulsaban al coche, pero su eje delantero no era motriz. Aún así, dotado de una caja de cambios con reductora, ejes rígidos traseros, neumáticos todoterreno y una buena altura, era realmente capaz de marchar bien por fuera del asfalto. Su equipo de frenado era hidráulico, con servo-asistencia en los tres ejes del vehículo. Una maravilla tecnológica para su tiempo.

No existe ningún otro ejemplar en el mundo como el Mercedes que se conserva en El Pardo

La casa Mercedes, para su museo de Stuttgart, ofreció la entonces enorme cantidad de 1.000 millones de pesetas por el Mercedes de Franco. La oferta suscitó el problema de en quién recaía la propiedad del vehículo, ¿si en Franco jefe del Estado español o en Francisco Franco persona particular? Era un regalo personal de Hitler a Franco por su cumpleaños, por lo que el Mercedes 540 G4 era propiedad de los, entonces, ya herederos de Franco. El revuelo que se produjo en aquellos días llevó a la familia Franco a zanjar la cuestión renunciado a sus derechos sobre un vehículo que en la actualidad vale entorno a los 25 millones de euros. Con el Mercedes 540 G4 ya en manos del Estado español este rechazó la oferta de la casa Mercedes-Benz. Cuenta la leyenda que los dirigentes de Mercedes, ante la negativa española, pusieron sobre la mesa un cheque en blanco. El Mercedes-Benz 540 G4 W31 continúa perteneciendo a Patrimonio Nacional. Sin embargo, un lote de tres unidades salió a subasta en 2009 por 9 millones de dólares. Eran réplicas, equipadas con motores diésel.

Otros coches lujosos

Pero el 540 no fue el único Mercedes que existe en las cocheras de El Pardo. La Alemania hitleriana también fabricó otro de los coches más caros, lujosos y fiables del mundo, el Mercedes-Benz 770 Pulman Limousine. El «Gran Mercedes» salió de la cadena de montaje en 1941. Representaba el máximo exponente tecnológico de la época. Estaba fabricado con un chasis tubular ovalado, dispone de doble encendido, compresor, frenos hidráulicos servo-asistidos y luces orientables entre otros revolucionarios sistemas de conducción. Estaba propulsado por un motor de aluminio de 8 cilindros en línea y 7,7 litros, con una potencia 230 caballos y una velocidad máxima 80 km/h, gracias a una novedosa caja de cambios de cinco marchas. El Mercedes 770 demostró sus habilidades en la carretera aunque sus 4.400 kg requerían 40 litros cada 100 km, de un depósito de 215 litros. El Mercedes-Benz 770 Pulman Limousine W 150 se matriculó con placa de la Casa del Caudillo el 4 de diciembre de 1942, nuevamente el cumpleaños de Franco. Ambos vehículos se rematricularon, con matrículas , en 1974, M-4200-AD y M-4199-AD.

Ninguno de estos Mercedes tuvieron mucho uso por Franco. El cambio de signo de la Segunda Guerra Mundial y la derrota del Tercer Reich llevaron al Gobierno español a no utilizar estos impresionantes vehículos por los connotaciones políticas que conllevaban. En El Pardo se había pasado a mirar hacia Washington y no se querían recordar las viejas amistades del Régimen del 18 de Julio con los perdedores de la Segunda Guerra Mundial.