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José Antonio Primo de Rivera, el primero por la izquierda con gorro de scoutLuis E. Togores

'Morir cara al sol' y la guajira 'Guantamera': ¿quién inspiró a quién?

No sabemos si los autores del Cara al Sol se inspiraron en los versos de Martí o si Orbó encontró inspiración para su «moriré de cara al sol», que escribió para Guantanamera, en el himno falangista

Existen historias del pasado que nunca podremos conocer. Historias, canciones que se cruzan y que salen del alma de los hombres. En ellas surgen temas que no sabemos si nacen de una misma semilla, de una misma idea, de unos mismo versos o de la esencia del alma humana.

Guajira Guantanamera es, sin lugar a dudas, uno de los sones más populares para todos los que hablan español, e incluso para aquellos que no hablan el idioma de Cervantes. ¿Quién se puede resistir al canto del insuperable Compay Segundo?

El origen de Guantanamera es oscuro como todo lo que surge de las entrañas del pueblo. Para unos la autoría de esta guajira se debe al gran Joseíto Fernández, que la escribió en 1928 estrenándola en radio en 1935. Joseíto ha dado diferentes versiones de cómo nació la canción: «Y un día, a Facundo Rivero, nuestro pianista, se le ocurrió que al terminar el programa que radiábamos por la CMCO (...) lo hiciéramos con una guajira. (...) Entonces compuse la guajira Guantanamera. Y el éxito nos sorprendió a todos. (...) Esto ocurría allá por el año 1934». En estos tiempos no estaban incorporados los versos José Martín a la canción:

En enero de 1959 Fidel entraba en La Habana mientras Batista y sus amigos mafiosos norteamericanos huían de Cuba a fundar La Vegas. Fidel traía esperanza pero en realidad comenzaba una larga etapa de tristeza y opresión para el pueblo cubano.

En pleno auge de la revolución cubana Joseíto cantaba su Guatanamera con aires totalmente revolucionarios:

Para otros estudiosos cubanos de la música isleña, la canción surgió en Guantánamo un sábado de julio de 1929, durante el cual un grupo de amigos se encontraba trabajando, mientras cantaban. El panadero Herminio García Wilson, 'el Diablo', y sus amigos vieron pasar a una mujer hermosa y la piropearon, pero la chica se ofendió: «¡Eh, qué se habrá figurado la guajira guantanamera esta!». Wilson buscó una música para acompañar la exclamación de su amigo. La tocó esa misma noche durante una fiesta en casa de Silverio Bosch Dubois.

Sea su nacimiento de una u otra forma será en 1950 cuando Guantanamera salte definitivamente a la fama gracias a la incorporación a su letra de unos versos del héroe nacional de Cuba José Martí. En los años 50 Julián Orbón, compositor español avecindado en La Habana, la versionó con los Versos sencillos del Apóstol de la independencia de Cuba, cuya métrica se ajustaba a las coplas de ocho compases que interpretaba Joseíto. En la letra del español Julián Orbó se incorporan los versos de Martí:

Yo quiero salir del mundo / Por la puerta natural: / En un carro de hojas verdes / A morir me han de llevar. / No me pongan en lo oscuro / A morir como un traidor; / Yo soy bueno, y como bueno / ¡Moriré de cara al Sol!

Versos repetidos, nacidos del mismo espacio que ocupa en el alma una marcha como el Cara al Sol. ¿No sabemos si los autores del Cara al Sol se inspiraron en los versos de Martí o si Orbó encontró inspiración para su moriré de cara al sol, que escribió para Guantanamera, en el himno falangista?

El 3 de diciembre de 1935, tras asistir al estreno la película La Bandera la escuadra de poetas azules se reunía en Or Kompon, «una especie de cueva con acuarelas de Guipúzcoa en los zócalos, carros de bueyes rojos con lana sobre la testuz, caseros de boina, frontones, maizales y curas con paraguas bajo los cielos plomizos de Loyola»: Pedro Mourlane Michelena, el bilbaíno Jacinto Miquelarena y el escrito y periodista Rafael Sánchez Mazas, Luis de Urquijo, Agustín de Foxá, Dionisio Ridruejo, José María Alfaro y el José Antonio Primo de Rivera, junto al compositor guipuzcoano Juan Tellería Arrizabalaga, iban a dar vida al himno de la Falange. Nacía el Cara al Sol que, en palabras de José Antonio, tenía que ser «una canción alegre, exenta de odio, pero a la vez de guerra y amor. Haremos una estrofa a la novia, después una alusión a la guardia eterna en las estrellas, y luego otra a la victoria y la paz».

Igual que desconocemos la semilla que inspira Guantanamera, nada sabemos si el Cara al Sol nace inspirado en los versos del cubano Martí, o viceversa, o en la letra de la canción del grupo de scouts al que perteneció José Antonio Primo de Rivera en su juventud, Himno al sol de los exploradores, que cantaban en campamentos y acampadas: ¡De cara al sol quiero marchar! / Hacia la cumbre / mientras alumbre / la luz solar […] / Mi patria santa.

Ya en 1962, el músico Héctor Ángulo, becado en EE.UU por el Gobierno Revolucionario cubano, cantó un versión, en un campamento de verano, de Guantanamera, momento en que la escuchó el cantante de folk y muy progre Pete Seeger que la grabó poco después.

Seguro que a Seeger le llegó al alma esta parte de la letra: Con los pobres de la tierra / Quiero yo mi suerte echar / Con los pobres de la tierra / Quiero yo mi suerte echar.

No sabemos si la escuadra de poetas había leído a Martí o si Julián Orbó tenia su alma infectada de células azules, pero no resulta extraño que a ciertos hombres, a muchas personas, le vibre el corazón movidos por las mismas grandes ideas y sentimientos «que mueven a los buenos», como escribió Martí. Pues lo dicho ¡Yo soy bueno, y como bueno, moriré de cara al Sol!